EC —Por otro lado se señalaba que el anuncio de Moncecchi en julio no era terminante. Y efectivamente, yo tengo acá la frase del ministro en la página de Presidencia, el 29 de julio él dijo: “Damos absoluta seguridad de que no habrá ajustes a la suba de tarifas públicas por lo que resta de 2019 y probablemente hasta el final del período de gobierno”.
AG —Hubo notas posteriores de integrantes del gobierno que reafirmaban la idea de que era hasta el fin del gobierno. En particular recuerdo ahora una del ministro Murro en el programa Arriba gente.
EC —¿Ustedes no entienden que han pasado novedades en estos casi seis meses que podrían derivar en un cambio de criterio? Por ejemplo, El Observador consultó en estas horas a varios economistas, y uno de ellos, el director de Vixion Consultores, Aldo Lema, dijo: “La situación fiscal es mucho más delicada de lo que se pensaba a fines de julio”, cuando se hizo aquel anuncio. “Tanto el tipo de cambio como el petróleo tuvieron una suba del 10 % desde julio hasta hoy, por lo que parece inexorable que al menos se aplique un alza en línea con la inflación. El tipo de cambio tiene un peso importante en empresas como Ancap y UTE, y en lo que va de 2019 ha aumentado un 16,5 % con relación al peso uruguayo, el doble de la inflación anual. ¿Qué dice usted?
EC —Estamos hablando de dos meses de diferencia. Ahí hay varios aspectos a puntualizar. Primero, la cifra que se manejó de 400 millones de dólares de diferencia es inexacta. Esa cifra es de la magnitud de un ajuste de todas las tarifas de las empresas públicas durante todo un año y por toda la inflación completa. Y ninguna de esas tres variables es válida, porque aquí estamos hablando de dos meses del año próximo que forman parte del gobierno saliente y de la libertad y la soberanía del gobierno entrante de hacer el 1.º de marzo lo que mejor le parezca a partir de esa fecha. Por lo tanto estamos hablando de dos meses.
Segundo, en los últimos tiempos, y a los últimos ajustes me remito, no siempre las tarifas fueron ajustadas por la inflación; es más, en general fueron ajustadas por debajo de la inflación o no fueron ajustadas. El precio del gasoil, por ejemplo, está en el mismo valor desde el 3 de enero de 2018, incluso con sensibilidad importante a raíz de los reclamos de ayuda del sector productivo de los últimos años, en particular de algunos sectores –lechero, pequeños productores, arroceros– que tienen que ver con exoneración del IVA del gasoil en varios de ellos, cosa que incluso disminuyó más el valor.
Y tercero, no todas aumentaron, por lo tanto el impacto no es ni cerca esa cifra de 400 millones de que se habló. El impacto que corresponde a no ajustar las tarifas por esos dos meses es mucho menor, yo redondeé en una décima parte de esa cifra, teniendo en cuenta estos factores que mencionaba. Es especulación, pero estaría en ese entorno.
EC —De todos modos, mi pregunta venía por el lado de lo que señala por ejemplo el contador Aldo Lema, factores que han cambiado, variables que han cambiado desde que se hizo el anuncio a fines de julio: la evolución del tipo de cambio, la evolución del precio del petróleo. Y hay otros que dicen lo mismo, el analista Marcos Soto, de Cibils-Soto Consultores, opinó: “Es claro que el gobierno debió ajustar tarifas públicas. Tan claro como que debía hacerlo cada enero como se hizo. No existen fundamentos económicos para no actualizarlas ahora”. Pablo Rosselli, de Deloitte, dijo: “No hay razón alguna para que el Poder Ejecutivo no ajuste las tarifas públicas en reflejo del aumento de costos propio de un país con inflación de más del 8 % anual”.
AG —Me remito a la respuesta que di: el análisis de las empresas públicas, en un marco no tomado en la coyuntura actual sino en todo el gobierno, es un marco de mejora de la eficiencia de estas, de retomada de varias de ellas de aportes al erario público y de –por ejemplo la situación de Ancap de los últimos cuatro años– resultados no extraordinarios o muy altos, porque justamente la política ha sido el trasladarle a la población, tanto a las familias, al consumo, como al sector productivo, el resultado de esas mejoras. Esa es la película más larga. En la información que estamos recopilando al cierre de este año sobre las empresas, que le vamos a brindar al gobierno entrante, tendremos un panorama más claro. Esa es la realidad y es lo que hemos hecho durante todo este tiempo. La visión del mes de julio, en función de los parámetros que teníamos para tomar esa decisión, es una decisión tomada. Esa decisión va a ser hasta el 29 de febrero.
EC —¿Y desde el punto de vista del gobierno esa decisión del mes de julio no merecía ninguna revisión a esta altura, a fin de año?
AG —La revisión que se hizo en función de los ministerios correspondientes en ese momento era que la decisión se podía trasladar al 29 de febrero.
EC —Ah, que la decisión se podía trasladar al 29 de febrero. O sea, pasarle la pelota al nuevo gobierno. El implícito es que al comienzo del período de gobierno va a haber que ajustar, que si no se ajusta ahora van a tener que ajustar en marzo.
AG —El nuevo gobierno, en función de su punto de vista, de su definición de política, de la soberanía y de toda la libertad que tiene, lo va a decidir. Todos los uruguayos somos testigos, hemos escuchado permanentemente en los últimos años a la oposición y en particular a los integrantes del nuevo gobierno, en particular al senador Delgado y otros representantes, hablar de la necesidad de rebaja de las tarifas públicas. Lo hemos escuchado de manera permanente. Entonces también ahí va a estar la decisión que tome el nuevo gobierno con referencia a esto.
EC —Hay una cosa de desafío en su planteo, hay un juego político en la forma como se exponen las razones.
AG —No, no hay un juego político, hay un análisis de la situación de las empresas, hay una decisión tomada en el mes de julio en función de eso. Esta es una decisión tomada por el Consejo de Ministros, entonces la manera de levantarla es que el Consejo de Ministros la revea, se verá en su momento. Vamos a brindar toda esta información al gobierno electo, que ha hecho sus manifestaciones, ha planteado su punto de vista estos últimos años en materia de tarifas. Forma parte del diálogo que estamos llevando adelante.
En Uruguay ha habido historia en este tema y no se generó una polémica grande en su momento. Por ejemplo, cuando ingresó el Frente Amplio (FA) en el año 2005, el 1.º de enero bajaron los combustibles. No sé si fue la primera o la segunda rebaja, pero más de eso no, el 1.º de enero bajaron los combustibles y hubo que volver a subirlos el 1.º de marzo, cuando entró el nuevo gobierno. Y también hubo que subir el 1.º de marzo las tarifas de energía eléctrica, etcétera, porque no habían sido tocadas. Entonces no es una cosa tan nueva. Como decía, este es un punto dentro de todo lo que implica la transición de todo el Estado.
EC —Una duda que me queda es: ¿la salud de las empresas públicas tal cual el gobierno la evalúa, la evolución que ha tenido, la mejora que ha tenido, permite que ni siquiera se traslade a tarifas el aumento de los salarios públicos, de los salarios de los funcionarios de esas empresas que sí hay que adoptar ahora?
AG —La salud de las empresas públicas es buena.
EC —¿Les permite absorber así, sin más, el aumento de salarios?
AG —De acuerdo al análisis primario que hicimos, sí. Veremos el cierre del año en esta información que vamos a pasar cuando la tengamos.
EC —¿Cabría la posibilidad de modificar el criterio, de que termine habiendo un ajuste de tarifas en enero en una medida acordada con el gobierno electo?
AG —Es una decisión tomada por el Consejo de Ministros, por lo tanto quien levanta esa decisión es el Consejo de Ministros eventualmente. Pero es una decisión tomada. Eso es lo que yo le puedo informar en este momento.
EC —Caben dos posibilidades: o se hace un acuerdo con el gobierno electo y en enero se ajustan tarifas en algún margen o directamente se le traslada la decisión al nuevo gobierno.
AG —Yo no me aventuraría a hacer hipótesis. La realidad en este momento indica que ayer tuvimos una reunión y vamos a estar haciendo llegar toda la información correspondiente.
