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Entrevista, jueves 1 de marzo: Pablo Ferreri

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EC —Pasemos a los anuncios que el equipo económico hizo la semana pasada para promover e incentivar dos variables que, según ustedes mismos han dicho, no han acompañado el crecimiento general de la economía: el empleo y la inversión. Arranquemos por el diagnóstico.

RA —¿Qué análisis hacen del comportamiento de estos indicadores? Por ejemplo, en el caso del empleo, si vemos cifras desde 2014, se han perdido cerca de 37.000 puestos de trabajo. ¿A qué responde? ¿Cómo lo ven desde el MEF?

PF —Lo decía el ministro Astori en el foro de ACDE, hay tres motores del crecimiento: las exportaciones, el consumo y la inversión. Las exportaciones, si tomamos como punto de referencia mediados de 2016, han venido creciendo de manera sostenida. Y esto quiero atarlo con lo que veníamos hablando, porque tener problemas graves de competitividad cuando el país tuvo un crecimiento real de las exportaciones de 10 % es por lo menos un poco llamativo o contradictorio.

Desde junio de 2016 también el consumo doméstico ha venido teniendo un crecimiento sostenido y muy fuerte. El último trimestre de 2017 fue el de crecimiento más importante del consumo.

En cambio el tercer motor, el de la inversión, que es el más genuino, el más potente, ha venido teniendo un comportamiento bastante menos vigoroso que el de las exportaciones y el del consumo. Por lo tanto ese comportamiento menos vigoroso no ha colaborado a la generación de empleo. Estamos observando una economía que sigue creciendo a buen ritmo, cuando comparamos con los países vecinos ese crecimiento es muy diferente, muy superior, pero eso se ha dado no solo con la no creación de empleo, sino con la pérdida de algunos puestos de trabajo.

EC —¿Y cuál es la causa?

PF —Sobre eso tenemos que poner foco y trabajar sobre eso.

EC —Por ejemplo, ¿cuánto incidió el factor salarial, el hecho de que los incrementos salariales hayan estado por encima de la inflación en varios años?

PF —Si miramos el crecimiento de los salarios por encima de la inflación, también tenemos que decir que ha ido acompañando el crecimiento de la economía. Es lógico –y yo creo que es deseable– que los salarios no solo crezcan por la inflación, sino que reflejen también el crecimiento del PIB, es decir que la masa salarial acompañe el crecimiento de la economía.

Ahora bien, un factor fundamental –y lo ato con lo que hablábamos anteriormente– tiene que ver no solo con aspectos de competitividad, sino con aspectos de rentabilidad. Y ahí, a la vez que trabajamos en aspectos que hacen a la rentabilidad, a los costos de las empresas, como mencionábamos, hay otro renglón, que es el final de un balance –y acá me beneficia el ser contador y no economista, era algo que en la actividad privada siempre se miraba mucho–, es el número final y es la rentabilidad después de impuestos, cuánto le queda al empresario después de cumplir con todas sus obligaciones. Y es por ello que el régimen de promoción de inversiones en Uruguay ha sido muy exitoso, porque ha permitido que la tasa efectiva del impuesto a la renta, que tiene una tasa nominal del 25 %, en realidad sea bastante más baja. El sistema de promoción de inversiones que se da hace que las empresas en promedio en Uruguay paguen de tasa efectiva del impuesto a la renta bastante menos que ese 25 %.

EC —La pregunta era a propósito del desempleo.

PF —Decía que hay que tratar de estimular de la manera correcta las inversiones que generen empleo. Y no es lo mismo la coyuntura del año 2007 que la coyuntura del año 2012 que la coyuntura actual. Menciono estos tres momentos porque son los momentos en los cuales se emitieron decretos reglamentarios de la Ley de Inversiones. En el año 2012, atendiendo a lo que tú mencionabas, el desempleo era más bajo, la economía crecía y creaba empleo, por lo tanto los indicadores para promocionar inversiones vinculados al empleo eran más sofisticados, se requerían otras condicionantes. Hoy, con una economía que no está generando empleo, una de las innovaciones es crear un indicador mucho más simple a la hora de puntuar la creación de empleo, más similar a lo que había en el año 2007, porque la coyuntura actual es más parecida en cuanto al indicador de desempleo a la de 2007 que a la de 2012. Por eso se está privilegiando más a aquellas empresas que presenten proyectos que generan derrames más potentes en la economía, que generan más externalidades positivas. Por ejemplo, se va a premiar mucho más, más del doble, la inversión en producción más limpia, amigable con el medioambiente. Se va a puntuar por más de 20 puntos en una matriz de 130, que antes era de 100 puntos, la inversión en innovación, investigación y desarrollo.

Otro factor importante que detectamos es que muchas empresas obtenían un beneficio importante, pero ese beneficio tiene un plazo para ser utilizado, y muchas veces no se generaba la rentabilidad suficiente para absorberlo todo en el plazo dado. Por eso se les va a permitir suspender el cómputo del plazo por uno o dos años en función del volumen de la inversión. Esperamos que esto aumente la utilización efectiva del beneficio.

Por otro lado, también va a haber una apuesta importante a las cuestiones de inversión verde y se va a tratar de estimular el mercado de la movilidad eléctrica. Esto es una innovación absoluta en esta nueva versión del decreto de promoción de inversiones. A los vehículos eléctricos de pasajeros vinculados a actividades productivas o comerciales se les va a permitir ingresar con los beneficios que otorga la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones). Esperamos que esto genere un estímulo importante en el dinamismo del mercado eléctrico durante los tres años en que se va a otorgar.

EC —De todos modos, usted saltó un paso adelante. Yo pretendía en principio averiguar qué análisis hacía el equipo económico de los motivos, por qué está habiendo los problemas que está habiendo con el empleo, por qué está habiendo los problemas que hay con la inversión. Usted saltó ya a explicar las medidas, las correcciones que se están haciendo en los sistemas de promoción de inversiones. Me queda la duda de cuál es el problema con el empleo desde el punto de vista del equipo económico

PF —Una aclaración: si bien hoy tenemos un desempleo algo superior a lo que teníamos en los últimos años, estamos dentro de valores que históricamente no presentan una crisis ni mucho menos. Pero son señales que hay que atender y hay que mirar.

Como decía, la economía crece, lo está haciendo en sectores menos intensivos en utilización de mano de obra y presenta problemas en sectores en que se utiliza más mano de obra. Un ejemplo concreto es el caso de la construcción, que hoy tiene valores de utilización de mano de obra históricamente altos, pero que están entre 25.000 y 30.000 puestos de trabajo por debajo del pico histórico que tuvo hace algunos años. Por eso dentro de este paquete de medidas hay medidas específicas para esos sectores. A mí también me llamaba la atención, algunos analistas decían que estas medidas eran buenas pero podían no mover la aguja.

EC —Sí, eso apareció en varios de los análisis.

PF —Se están extendiendo los beneficios para los proyectos de construcción de gran dimensión económica a los que se les otorgan los beneficios de la Comap. Esto ya estuvo vigente durante el año 2017, se otorgaban beneficios a aquellos proyectos superiores a US$ 15 millones de construcción, porque se entiende que son aquellos que justamente pueden mover la aguja. En el año 2017 se presentaron 57 proyectos que implican una inversión potencial –si se llevan adelante– de US$ 1.900 millones y la construcción de 1,7 millones de metros cuadros. La mitad de estos proyectos, más o menos, se presentaron en Maldonado y la otra mitad en Montevideo y Canelones. Y US$ 1.900 millones de inversión en la construcción mueven la aguja.

Se extenderán esos beneficios a este sector a lo largo del año 2018 justamente porque vemos que este sector es uno de los sectores en que ha habido uno de los descensos más importantes en la utilización de mano de obra. ¿Esto tiene que ver solamente con el valor salarial? Creo que no, tiene que ver también con cuestiones de mercado. Con estos incentivos hemos logrado que varios de los grandes constructores que no estaban construyendo en Uruguay y lo estaban haciendo en el exterior, por cuestiones de mercado, vuelvan a presentar proyectos relevantes en Uruguay.

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