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Entrevista, jueves 10 de mayo: Juan Gómez

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El fiscal de Homicidios de Montevideo habló sobre el pico de asesinatos que está viviendo el país y cómo se lo está combatiendo, en medio de la adaptación al nuevo Código de Proceso Penal.

Video de la entrevista

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EN PERSPECTIVA
Jueves 10.05.18, hora 8.30

EMILIANO COTELO (EC) —El delito de homicidio viene creciendo de manera preocupante. En lo que va del mes de mayo hubo diez casos. El que más trascendencia tuvo a nivel mediático en las últimas semanas fue el homicidio de un joven de 21 años en un supermercado de la cadena Kinko, en Pocitos, durante una rapiña. Un caso que aún no fue aclarado.

Según la fundación Propuestas, vinculada al Partido Colorado, en el período enero-abril hubo 147 asesinatos, 80% más que en el mismo período del año pasado. ¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Cómo se trabaja en el esclarecimiento de estos hechos? Vamos a conversar a partir de este momento con el doctor Juan Gómez, Fiscal de Homicidios de Montevideo.

Una aclaración para los oyentes, a partir de la reestructura de funciones que implicó la entrada en vigencia del nuevo Código del Proceso Penal, ¿usted es el único Fiscal de Homicidios en la capital?

JUAN GÓMEZ (JG) —Así es. Tengo la competencia de los delitos de homicidio exclusivamente a partir del 20 de febrero de este año, porque antes tenía una competencia más ampliada que comprendían delitos como las elecciones personales, disparo de arma de fuego, entre otros delitos. Felizmente para mí se advirtió como una carga muy pesada y se me limitó la competencia de la Fiscalía de Homicidios exclusivamente a los homicidios entre los dolosos, culposos; situaciones todas vinculadas con la muerte porque también actuamos en caso de suicidios, muertes naturales, muertes dudosas y eso hace una competencia vasta de actuación.

EC —Entonces, para pasar en limpio, de todas esas posibilidades de muertes, ¿cuáles son las que le corresponde a usted investigar?

JG —Todas.

EC — ¿Pero en particular lo homicidios?

JG —En particular, y hay hasta una cuestión hasta de sentido común y de priorización del trabajo de aquellos homicidios dolosos. Tienen una priorización en el trabajo en la medida que suponen situaciones más importantes para la propia sociedad.

EC — ¿Los casos de femicidio van aparte?

JG —Exactamente. En los casos de femicidios hay dos fiscalías encargadas de los delitos de violencia de género, violencia doméstica y en ellas está la competencia para los delitos de femicidio.

EC — ¿Con qué equipo de apoyo trabaja?

JG —Cuento con un muy buen equipo formado por las fiscales doctora Muniz, doctora Golotuso y doctora Graña, que son un equipo con el cual, en el caso de la doctora Muniz, por ejemplo, trabajo desde el año 2009 en que fui trasladado a la ciudad de Montevideo.

EC —Ah, bueno pero entonces no es el único fiscal. Usted encabeza esta fiscalía pero no es el único fiscal…

JG —Obviamente es un equipo y es necesario trabajar en un equipo. Naturalmente yo no puedo estar en todos lados, es imposible y si no fuera por el trabajo de mis colaboradoras sería muy difícil llevar con algún éxito nuestra responsabilidad con la sociedad.

EC — ¿Cómo se distribuyen las tareas con la Policía?

JG —Con la Policía todos… En primer lugar, nosotros antes de iniciar el Código, y para aclarar alguna situación que en algún momento se ha comentado, nos tomamos el trabajo de ir a cada zona de Montevideo que trabajen con homicidios, nos presentamos, conocimos a la gente con las cuales íbamos a trabajar, intercambiamos los mecanismos de comunicación, les expresamos cuál era la forma de trabajo nuestra; eso antes de que ingresara el Código. En todas las zonas y con algún departamento especial de la policía de Montevideo, con el cual estamos vinculados. Esto quiere decir que preparamos nuestro arribo a trabajar en Homicidios con un tiempo que creemos fue suficiente para conocernos y de intercambiar opiniones, intercambiar forma de trabajo y, en definitiva, es muy sencillo, a mi juicio, la forma de trabajo con la Policía. Se basa en la confianza.

EC — ¿La Policía qué es lo que hace específicamente?

JG —La Policía hace la parte ejecutiva de las investigaciones, orientadas por el equipo de la Fiscalía. Cuando le digo que termina siendo una cuestión fácil es que la defino que se reduce a las cuestiones de confianza. Si la Policía trabaja en el esclarecimiento de un hecho, aporta elementos y el resultado termina siendo contrario a lo que se creyó que se había conseguido con ese trabajo, evidentemente pasarán a no tener confianza en el equipo de la Fiscalía. Lo mismo ocurre con la Fiscalía: si advierto que hay cosas que no se hizo y que son elementales, me llaman la atención y obviamente estaría el pedido de explicaciones si así correspondiera. Felizmente le puedo decir que mi equipo tiene una muy buena relación con la Policía, constante, permanente; si bien estamos en nuestro horario de turnos semanales, de lunes a viernes de 10.00 a 18.00, nuestra actividad comienza bastantes antes y termina bastante después.

EC — ¿Hacen horas extra, ustedes los fiscales?

JG —No horas extras, sino que hacemos las horas que requiera la responsabilidad de dirigir una responsabilidad. Yo acostumbro a decir que nada se puede investigar en este tipo de asuntos teniendo nada más que una disponibilidad de seis u ocho horas. Las cuestiones son dinámicas, las informaciones se operan a veces permanentemente y a veces en horas que no estamos en la oficina, pero mantenemos contactos de comunicación permanente. Le puedo asegurar, eso sí, de que cualquier policía que trabaje conmigo sabe que si me llama en cualquier momento de las 24 horas, yo le voy a contestar.

EC —Esa es una aclaración importante porque ha habido versiones a propósito de malos entendidos, demoras debido a que el fiscal demoraba en autorizar determinada actuación, etc.

JG —Mire, eso se inserta en un cambio de sistemas y que a veces uno lo mira hasta con cierto asombro de que se afirmen determinadas cosas pretendiendo comparar 110 años, me remito a mi experiencia del anterior código, del año 1982, de 10 días, 20 días, 6 meses de la aplicación de un nuevo sistema, sería prácticamente que no hubiera alguna interferencia, o muchas interferencias, para lo ideal de una gestión. Se debe dar, se ha dado, pero son cosas que tienen solución y que de alguna forma… En Homicidios yo le puedo decir nada más que dos ejemplos: he tenido muchas veces que trabajar en la noche y en la madrugada, y he contado con la colaboración de los colegas magistrados judiciales en forma absolutamente resaltable y no he tenido ningún problema, ni de comunicación, ni de resultados; he pedido allanamientos, detenciones en horas impropias -dos, tres de la madrugada- pero en función de ese contacto que uno mantiene con quien está investigando, que es la Policía, la necesidad de adoptar algunas medidas no tienen hora. Por eso también sostengo que la función del fiscal, y mirando hacia el futuro, supone una gran responsabilidad y supone también que la propia sociedad que la figura del fiscal y de la Fiscalía como institución es relevante y va a ser relevante en el desarrollo de este proceso, pero fundamentalmente en la vida de la sociedad. Esa relevancia nosotros solo la podemos conseguir con un trabajo responsable, con un trabajo mirando a la gente y a las necesidades del ser humano, sino no tiene mayor sentido.

EC —En seguida, después de estas declaraciones sobre cómo se trabaja, me gustaría que fuéramos a los números y a la realidad que se ha dado este año.

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