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Entrevista, jueves 12 de julio: Luis Goichea

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EC —Eso lo resuelven ustedes, que no son imprescindibles o necesarios esos trabajos.

LG —Es nuestra visión. Yo le estoy dando nuestra visión, usted entenderá la visión de la empresa. Pero esas medidas no están afectando el desarrollo del trabajo de la producción porque nosotros tenemos el personal de mantenimiento en cada una de las áreas que son los que mantienen viva la actividad de las distintas plantas. Pero además hemos sido, a pesar de esas medidas, flexibles, porque nosotros no hemos tenido ningún problema en recibir la leche de los productores y que no haya ninguna dificultad con los productores y en el abastecimiento, que si hubiéramos sido insensibles o las medidas nuestras hubieran sido estrictas esto se vería afectado.

EC —Al principio, cuando comenzaron a trabajar a reglamento, sí se afectó la recolección de leche por los camiones cisterna.

LG —No, no, en ningún caso hubo ningún problema ni dificultad. Eso lo podemos demostrar y lo hemos demostrado claramente. Se anunció que íbamos a tirar leche, que iban a tirar leche los productores, que no íbamos a abastecer y se puede demostrar que esto no ha ocurrido, que ha sido solamente que han puesto o la industria o las gremiales de productores. Los hechos cantan por sí solos. Llevamos más de 20 de días aplicando estas medidas y no hemos tenido ninguna dificultad. Por el contrario, hemos sido muy responsables en el manejo de todo esto, como lo hacemos siempre, independiente de que estamos o no de conflicto, porque los problemas en la lechería, en una actividad muy dinámica, surgen permanentemente y en forma inmediata tenemos que dar muchas veces respuesta a través de los trabajadores en las distintas áreas. Y esto lo hacemos en tiempos normales y también en tiempo de conflicto. O sea que podemos demostrar que no ha habido retraso, que no ha habido problema y que la alarma que se ha hecho nos parece para tratar de que la opinión pública entendiera que nosotros con nuestra medida estamos afectando la producción o al pequeño y mediano productor o a la recepción de leche.

EC —¿cómo se sale de este brete?

LG —Se sale como siempre hemos dicho, a través de ámbitos de negociación, a través de encontrar una mesa donde se pueda discutir con la empresa estos temas. Se ha negado todo proceso.

EC —La ANPL ha dicho que está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. Decía Cabrera “preferimos terminar con na cooperativa chica y no seguir haciendo crecer este monstruo que es el sindicato”.

LG —Hay quienes piensan que ese es el camino, el todo o nada, nosotros creemos que el camino histórico en nuestro país y en distintas áreas es sentarse maduramente a negociar, a discutir, a ver los problemas que existen y tratar de resolverlos. Cada uno defendiendo sus intereses, nosotros no negamos que hay intereses de la empresa, intereses de los productores y los nuestros. Pero si hubiera una preocupación por tratar de resolver los temas reales de fondo de la lechería nos preguntamos por qué históricamente Conaprole se ha negado a participar en todos estos ámbitos, por qué se ha negado a participar en ámbitos tripartitos con los productores y los trabajadores, que participe la propia industria. Por qué se ha negado incluso al llamamiento que hizo el ministerio en diciembre y enero generando una mesa para discutir problemas de eficiencia, mejora de gestión, de productividad en Conaprole y la empresa se negó a participar. En definitiva creemos que hay mucho para aportar, mucho para corregir, y estamos dispuestos a participar y dar nuestra opinión como trabajadores, que somos gran parte de esta cadena. No hay duda de que los productores son muy importantes, si no hay producción de leche no hay industria, no hay duda de que la industria es muy importante, si no, no habría posibilidad de procesar, pero tampoco hay duda de que los trabajadores somos muy importantes, los que estamos ahora y los que vendrán en el futuro. Nosotros decimos que en cualquier sociedad razonable, que pretenda encarar los problemas que existen, debe haber ámbitos para poder negociarlo y resolverlo. Si no los hay, estamos buscándolos, ese es nuestro camino. Y no somos de los que piensan que es todo o nada y que no importa si esto se resuelve o no. Esas serán visiones de algunos que de repente no entienden que en una sociedad democrática los intereses se deben resolver por las vías de la negociación.

Y quería terminar con una cuestión que hoy no me dejó a hablar, con respecto a beneficios que tenemos. Muchos de los beneficios que tenemos han sido a cambio de dejar otros, porque así consideramos. Cuando se habló de una caja de auxilio en Conaprole que da beneficios por encima de la seguridad social, eso es a través del aporte nuestro, de los propios trabajadores solidariamente que hacemos que nuestra caja pueda resolver los problemas de los que tienen más dificultades, aquellos que por estar enfermos tienen menos ingresos o que tienen que atender problemas de salud. Pero del aporte propio nuestro.

Cuando hablamos del seguro de paro de los trabajadores en el país, recordar que esto es producto de la lucha del movimiento sindical y de un aporte que hacemos todos los trabajadores para aquellos que pierden el trabajo tengan un beneficio. Eso es lo que concebimos como una sociedad que tiene que resolver los problemas de forma solidaria. Por eso también reclamamos que el capital, y en este caso los grandes productores que son los que tienen mayor capital, también tendrían que participar de lo mismo. Pero tenemos visiones distintas. Por eso somos de la idea, hemos dicho y por algo no se dice que los trabajadores de Conaprole somos de los que aportamos mucho más al IRPF en pro de que otros trabajadores no aporten y nos parece muy bien, porque somos de la filosofía de que los que más tienen más tienen que aportar y los que menos tienen, tienen que recibir parte de eso que aportamos otros. Y así concebimos nuestra visión y por eso creemos que a nivel de la industria láctea debería ocurrir lo mismo.

EC —Claro, pero en la industria láctea hay ejemplos que terminaron mal de la lucha del sindicato llevada a posiciones extremas. Pienso en el caso de Parmalat.

LG —Sería otro capítulo muy importante hablar, porque el final de la película es uno pero la historia de repente es otra. Lo que podemos decir es que como trabajadores apuntamos a una sociedad solidaria donde cada uno aporte y otros reciban por distintas razones, a veces por dificultades o por problemas. Y si la lechería quiere encontrar soluciones para todos los pequeños y medianos productores a nivel nacional, no solo los de Conaprole, que hay muchos más productores que también son de carácter familiar y algunos ni siquiera tienen la posibilidad de remitir a la industria, tenemos que pensar en un sistema que los involucre a todos.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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