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Entrevista, jueves 21 de junio: Pablo Ezzatti y Leonardo Loureiro

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EC —Ya explicaron por qué se necesita un centro nacional de investigación en informática. Pasemos a qué forma tendría eso. Algún oyente plantea la inquietud “¿más burocracia?, ¿más organismos?”. ¿Qué es esto?

PE —En un principio yo no asocio para nada la idea del centro de investigación a burocracia, es un instrumento para desarrollar el tema.

EC —¿Cómo es la experiencia en otros países? ¿Cómo funciona en otros países?

PE —Hay diversas experiencias, depende del tipo de país el tipo de centro que tiene. Últimamente he trabajado bastante con gente de Alemania y ellos tienen muchos centros distintos, dependiendo de la temática. Son centros gubernamentales, financiados por el gobierno, que desarrollan distintas áreas y que tienen una amplia vinculación con las universidades de la zona y con los sectores productivos. Yo me imagino algo del estilo, un centro que permita desarrollar los temas, que derrame a la academia, en el sentido de que avance en la formación de gente que luego forme gente nueva en las distintas carreras, que es algo bastante importante, no veo un centro de investigación completamente aislado, que no llegue a la parte de enseñanza. Y también lo veo como un centro superalineado con los distintos actores del país, ya sea empresas públicas, la CUTI, ese tipo de esfuerzos. Y principalmente por cómo es el Uruguay lo veo muy vinculado con el Instituto de Computación por la dimensión que tienen la Universidad y el Instituto en este tema, pero no nos podemos dar el lujo, por dimensión, de pensar que va a ser algo solamente de una institución o que nuclee solamente a esa gente.

EC —Un símil: ¿el INIA, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria? ¿Podría ser algo de ese estilo?

PE —Sí, pero no se ha llegado a un acuerdo concreto en cuanto a la institucionalidad del centro. Tenemos que ir avanzando, ir dando pasos que nos permitan ir consolidando distintas cosas e ir moldeando, sin miedo a equivocarnos y a replantear.

EC —Leonardo, ¿cómo lo ven ustedes en el sector privado?

LL —Cualquier cosa que agregue burocracia, estoy de acuerdo con el oyente, es contraproducente. Si se hace un racconto, en el mensaje público que se sacó hay una institucionalidad. Mencionábamos que la ANII tiene un conjunto de instrumentos. Seguramente la propuesta que se está haciendo ahora es no quedarnos en que va a existir un centro en el 2020, sino que tenemos que empezar a generar investigación hoy, por eso se está planteando esta alternativa inicial de lanzar ya algunos proyectos concursables. Creo que todos apoyamos al que gestione esos instrumentos, por ejemplo la propia ANII, porque es la que está destinada a eso, ya lo ha hecho, lo hace muy bien, ha hecho que se coordine. Esto no es una iniciativa exclusiva de la Udelar, es una actividad apoyada por todas las universidades.

EC —¿Podría depender del Consejo de Rectores de las Universidades del Uruguay?

LL —Sí, o hay otra institucionalidad que es el Conicyt (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica), hay distintas institucionalidades que podrían ser. Cuando hablamos de un centro, no tiene por qué ser físico, hoy estamos en la era digital, puede ser virtual.

EC —Es interesante esa posibilidad.

LL —Puede existir como una entelequia pero no tiene por qué ser específica la existencia en sí misma. Sí tiene que haber instrumentos que habiliten a los investigadores a investigar en profundidad en una temática en particular y se empiece a generar la iniciativa de que investigadores jóvenes se empiecen a meter en esto. A su vez, como comentaba lo de la ANII, que ha instrumentado muy bien todos los mecanismos –a veces lo que falta son recursos para poder hacerlo–, la actividad academia-industria, que también lo fomenta mucho. En algunas de estas investigaciones la participación de la industria a veces no es solo con la idea –obviamente va a haber un interés comercial de quedarse con la propiedad intelectual y nosotros estamos apoyando mucho la creación de nueva propiedad intelectual–, también va a haber un aporte de capital de la industria.

EC —¿Cómo se financiaría el centro nacional de investigación en informática? Ese es un punto crítico.

PE —En un principio lo pensamos como un esfuerzo estatal en el sentido de que este tipo de esfuerzos no tienen un derrame en un comienzo directo o inmediato, son cuestiones que uno ve a largo plazo. Por el tipo de modelo que hemos visto más en el área de tecnologías de la información –el INIA es un poco distinto–, en un principio lo pensamos como un esfuerzo estatal.

EC —¿Por eso plantean el debate en este momento, porque se viene la ley de rendición de cuentas?

PE —Se juntan dos cosas, por un lado este tema de que el evento del INCO fue como redoblar esfuerzo, y por otro lado la rendición de cuentas y que ahora es un momento de decisión. Salimos con la propuesta: está bien, la discusión del centro va a llevar tiempo, estamos en Uruguay, o sea que no está para el 2020, pero cada año que perdemos nos estamos retrasando más. Entonces decidimos ir con una propuesta intermedia, un paso que nos permite ir consolidando hacia tener algo.

LL —Recordemos que el año que viene hay elecciones, por lo tanto la rendición de cuentas es esta.

EC —Y al mismo tiempo viene escasa, viene magra, en materia de recursos extra viene complicada. Si entiendo bien, la propuesta es la creación del centro nacional de investigación en informática, pero no para ya, no para hoy ni para el 2019, en principio la agenda de la Agesic lo situaba en el 2020. Preparando la llegada de ese centro, ustedes sugieren que haya líneas de financiación de proyectos de mediano plazo, que se habiliten algunos fondos para líneas de investigación a mediano plazo.

PE —Ahí sale el ingeniero de adentro: no podemos esperar a tener lo ideal, que es lo que queremos, tenemos que ir a una solución de compromiso que nos permita ir avanzando hacia lo que queremos.

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