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Entrevista, jueves 21 de junio: Pablo Ezzatti y Leonardo Loureiro

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EC —Piensan en fondos concursables.

PE —Sí. Principalmente en Chile hay experiencias similares que han sido bastante exitosas, que han permitido que muchos grupos de investigación se consolidaran y sean hoy en día referentes a nivel latinoamericano en distintas temáticas. Esfuerzo país que destina en mediano plazo –nosotros proponemos cuatro años, que no es el ideal pero comparativamente con los otros instrumentos que hay en Uruguay es un plazo razonable– llamados concursables de montos de aproximadamente US$ 500.000 por año, pensando en tres, cuatro proyectos.

EC —O sea, US$ 2 millones por año.

PE —Sí, US$ 1,5, US$ 2 millones por año.

EC —Para investigar ¿qué, en esta primera etapa de transición?

PE —La idea es que sean concursables, eso va a permitir que muchos grupos o mucha gente y muchos esfuerzos se junten y aborden temas como los que mencionábamos hoy: seguridad, machine learning u otros que capaz que no están definidos. Pero la idea es que sea concursable, que no sea dirigido en el sentido de hacer el esfuerzo de juntar a los distintos investigadores, los distintos esfuerzos, las empresas públicas.

LL —Cuando son concursables uno de los objetivos que se buscan es que el que presenta el proyecto demuestre el impacto que tiene no solo en el ecosistema actual sino en el futuro y que muestre un retorno. En estas cosas siempre se busca un retorno, que esa inversión que hace el país tenga un retorno directo hacia toda la ciudadanía.

EC —Y en estos fondos en particular, si se crean estos fondos, si se habilita este dinero, ¿qué pasaría a hacer la industria? ¿Qué papel podría jugar la industria en relación con estos fondos concursables?

LL —Lo que nos va a interesar es que en esos fondos, en esos concursables, en esos llamados que se hagan se habilite la relación academia-industria. Algunos fondos son 100 % de investigación, la academia presenta sus proyectos y son 100 % de investigación, la industria no participa. Después hay otros fondos en los que sí participa la relación academia-industria y se fomenta eso, que el conocimiento generado, aun siendo investigación base, sea compartido. Ahí el aporte estatal normalmente es dirigido a la academia y las empresas financian una parte de esa investigación, no financian el total.

EC —¿Cómo ven el ambiente? Ya han ido movilizándose, han abierto un sitio en internet, está la propuesta presentada por escrito, están incluso recolectando firmas, apoyos, han recorrido medios de comunicación. ¿Qué posibilidades tiene esto?

PE —Claramente no somos muy idóneos en la cuestión de contactos políticos; esto pasa por una decisión política. Para nosotros es algo que redundaría de manera superpositiva, hemos tenido reuniones con distintas autoridades, en nuestro caso de la universidad, con el rectorado, creo que la OPP, creo que hay una con Carolina Cosse. Se hacen esfuerzos. Estamos ante un panorama de una rendición de cuentas en la que es sabido que los dineros son bastante magros, eso es lo que se expresa, es bastante difícil. Creemos que es una propuesta superinteresante para abordar hoy y que cada año que perdemos estamos perdiendo mucho. Entonces estamos haciendo el máximo esfuerzo para llegar a la sociedad, explicar por qué nos parece importante, en qué podrían llegar a redundar estos esfuerzos. Después hay una decisión política.

LL —Todos los esfuerzos que se puedan hacer para generar una academia más fuerte dese el punto de vista de la investigación para nosotros como industria es de suma positiva. El impacto que tiene el tomar este tipo de decisiones es muy alto, tiene un impacto importante. No vamos a encontrar ningún país desarrollado –saquemos si quieren a Estados Unidos y China del radar, que son países que invierten muchísimo en investigación– que no invierta en investigación. Tomemos Israel, Irlanda, son países que han desarrollado su industria de tecnología de la información porque han tomado la decisión de tener una academia y centros tecnológicos muy fuertes en investigación.

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EC —La única posibilidad que veo en este contexto de rendición de cuentas tan pero tan austera que se viene es que los fondos que ustedes están planteando son bajos en términos relativos, para las cifras que se manejan US$ 1,5 por año no desestabiliza nada.

PE —Claro. Me parece que también hubo un gran esfuerzo de austeridad de nuestra parte, de hacer un planteo escalonado en el sentido de que esto es un paso que nos va a permitir avanzar. Pero creemos que el tipo de monto que estamos proponiendo es realmente acotado, no sería un esfuerzo que pueda desbalancear la economía de un país.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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