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Entrevista, jueves 24 de mayo: Carlos Moreira

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EC —Por otro lado, supongo, este mecanismo de recolección de firmas les sirve a AN y a Jorge Larrañaga para convertirse en centro de atención, para movilizar.

CM —No es ese el propósito, nosotros ya habíamos presentado varios proyectos de ley con las mismas medidas y ninguno fue votado. Entonces no es para posicionarnos en un lugar especial, es simplemente porque entendemos que son medidas que la sociedad uruguaya hoy está pidiendo a gritos. La gente está con miedo, la inseguridad pega. Por ejemplo este año hay un aumento extraordinario de los homicidios, que es uno de los delitos más crueles; tenemos bandas de narcotraficantes que andan a los tiros en Montevideo y se matan; en ciudades pacíficas como San Carlos, Minas, el Chuy, vemos bandas de narcotraficantes disputándose territorios; se habla de la feudalización de algunos barrios. Hemos llegado al límite, más allá de nuestras opiniones partidarias, creemos que este es el camino y por eso nos lanzamos a recorrerlo.

EC —Veamos las medidas incluidas en el proyecto de reforma constitucional. En primer lugar, la más publicitada y polémica quizás, la creación de una Guardia Nacional. Dice: “Créase la Guardia Nacional como cuerpo especial de las Fuerzas Armadas, con atribuciones y cometidos en materia de Seguridad Pública. Dependerá funcionalmente del Ministerio de Defensa y la coordinación operativa se hará con el Ministerio del Interior en la forma que disponga el Poder Ejecutivo”. ¿Por qué proponen esto?

CM —Lo dijo Layera el otro día, la Policía está desbordada, ha llegado a un punto en que no puede dar las respuestas efectivas que la gente quiere. Y si tenemos acá un cuerpo armado, […], vertical, […] el adiestramiento para cumplir funciones policiales. No es sacar a los soldados a la calle”como en la época de la dictadura; vamos a darles un estatuto especial, vamos a someterlos al Código del Procedimiento Policial, con todas las garantías para la gente, bajo sus mandos naturales pero coordinando acciones con el MI de acuerdo a las directivas del Poder Ejecutivo. Por lo tanto van a tener una formación policial propia.

Además no es ninguna novedad para las Fuerzas Armadas, porque ya participan en funciones policiales. Por ejemplo la Prefectura Nacional Naval en la franja costera, por ejemplo la Policía Aeroportuaria en los aeropuertos, la custodia perimetral de las cárceles, las propias misiones de paz en el exterior muchas veces cumplen funciones típicamente policiales que desempeñan muy bien. Entonces creo que acá, dándoles el estatuto jurídico, la garantía, el adiestramiento e incluso una retribución mayor de la que perciben hoy, los efectivos de las Fuerzas Armadas pueden hacer una enorme contribución para el tema de seguridad.

EC —Ustedes han manejado un número, unos 2.000 efectivos pasarían de las Fuerzas Armadas a esta Guardia Nacional.

CM —Hemos pensado que con eso sería suficiente, 2.000 efectivos con retribuciones iguales a las de los policías, porque los integrantes de las Fuerzas Armadas tienen retribuciones muy inferiores a las de los del MI. Es aprovechar los recursos humanos de que ya dispone el Estado uruguayo a través de sus Fuerzas Armadas para ayudar a la Policía en el desempeño de su tarea.

EC —¿Qué tipo de tareas?

CM —Todas.

EC —El texto de la reforma empieza diciendo: “Son competencias de la Guardia Nacional: Velar por el cumplimiento de la Constitución y las leyes de la República. Amparar a las personas en el ejercicio de sus derechos individuales, susceptibles de ser vulnerados por conductas delictivas…”.

CM —Claro, como la vida, como la integridad física, como el derecho de propiedad.

EC —Y después dice: “Llevar a cabo todas las acciones necesarias para combatir el narcotráfico y todas las manifestaciones de crimen organizado”. Ahí aparece una muy específica, pero después vuelve a un margen amplio: “Participar en la acción preventiva, disuasiva y represiva tendiente a impedir la comisión de delitos, faltas o infracciones, en especial en aquellas zonas del país donde se registra un alto índice delictivo. Realizar todas las demás tareas tendientes a la preservación del orden y la tranquilidad pública que le encomiende el Poder Ejecutivo”. En definitiva terminarían siendo policías.

CM —Exacto. Todas las funciones que tiene la Policía. Y además con la capacitación y sometidos a las reglas de actuación de la Policía, a la ley del procedimiento policial. Es prácticamente una equiparación de tareas. Ese artículo 3 que habla de sus competencias es muy amplio y les da todas las funciones de la Policía. Es una coordinación con la Policía Nacional, esa es la idea que tenemos. Con adiestramiento, con un estatuto jurídico que proteja a los ciudadanos y que proteja a esas Fuerzas Armadas, a ese cuerpo especial. Me parece que puede ser un gran apoyo a una Policía que hoy se muestra desbordada.

EC —Pero ¿por qué se crea la Guardia Nacional?, ¿por qué no se transfiere lisa y llanamente a esos soldados a la Policía? ¿Cuál es la idea de que exista una Guardia Nacional?

CM —¿Y por qué no? Porque sería complicado, porque formarlos dentro de las propias Fuerzas Armadas bajo sus mandos les daría también una suerte de independencia para coordinar acciones con la Policía Nacional. Yo creo que está bien. Creo que en algún momento hubo transferencia de efectivos de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional. Además esa Guardia Nacional existe en varios países del mundo, en países europeos.

EC —La pregunta es a propósito del matiz. Existe, sí, en otros países, pero le pregunto para terminar de entender por qué, cuál es el peso de una institución o de un cuerpo llamado Guardia Nacional. ¿Se supone que simbólicamente es más potente el hecho de que haya soldados en las calles?

CM —El tema de los uniformes y demás no lo sabemos, no está puesto en el proyecto de reforma constitucional, pero es darles una función de coordinar acciones, no de integrarlos al MI, se trata de que conserven una independencia orgánica que asegure una efectiva coordinación de acciones con la Policía Nacional. Esa es la idea que tenemos.

EC —En definitiva seguirían siendo soldados y si las Fuerzas Armadas los requirieran se desempeñarían también, llegado el caso, ahí, en su cuerpo de origen.

CM —Esos 2.000 efectivos están destinados a esa función, ahí no hay retorno a sus tareas.

EC —No habría retorno posible a las Fuerzas Armadas.

CM —Creemos que estos estarían afectados a la tarea de la preservación del orden y la tranquilidad pública y no a las funciones típicamente militares. No tendría sentido que estuvieran una semana haciendo una cosa y otra semana haciendo la otra. Eso pasa con la guardia perimetral de las cárceles, pero no en este caso; en este caso sería permanente.

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