RA —Hasta una cuestión reputacional de la empresa. Quizás hoy no se valore, pero en un futuro no es descabellado pensar que para ir a pedir un crédito bancario el banco considere el tipo de políticas de género que lleve a cabo una empresa.
MNV —Exactamente, eso fue lo que hicimos con el Pacto Global y con los principios de igualdad de la mujer. Aquellas empresas grandes que no presentan en su informe anual cómo están en materia de paridad tienen puntajes menores para que los bancos les reconozcan créditos, o que inversores lo reconozcan como riesgo, porque es un riesgo no tenerlo. Queremos llegar a eso, a que sea un riesgo no tener mujeres, a que se entienda que no se puede tener un análisis completo del mercado si no se tiene esa diversidad en la empresa.
RA —Hasta el consumidor final va a tener cada vez más conciencia a la hora de contratar servicios o de comprar productos, va a tener en cuenta también este tipo de aspectos. Pasó en otras situaciones, en políticas ambientales, por ejemplo.
MNV —Justamente, lo que pasó con las políticas ambientales pretendemos que pase con el tema de género. Pero hay un tema más, me gustaría dejarle a la audiencia este pensamiento: el Uruguay está con un problema grande de déficit poblacional, nacen 43.000 niños y se está jubilando un poquito más de gente cada vez. No sé cuál es el año del equilibrio. Pero la única manera de que el Uruguay salga de este problema es ingresando a la mujer al mercado laboral. Por eso estamos preocupados y vemos una gran oportunidad para el empoderamiento económico de la mujer.
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RA —Planteaba un oyente: “¿Qué está pasando en torno a las políticas que tengan en cuenta la equiparación de las mujeres en las grandes potencias?”. Preguntaba concretamente por la situación en China, en Rusia, en Alemania.
MNV —Hablemos de China. En China es increíble cómo se está respetando a la mujer y cómo se la está incluyendo en el mercado laboral. Por ejemplo, Jack Ma, que es el presidente de Alibaba, una de las empresas que más han crecido en China –es como una Amazon china–, es parte de nuestro directorio de empresarios que nos asesoran. Y él nos decía que su éxito derivó de que puso 52 % de mujeres en su empresa, eso le permitió tener una mirada que a él no se le hubiera ocurrido, entonces confía plenamente en ese talento de mujer. Y eso que él dice está pasando en varias empresas chinas, el gobierno ha dado un marco legal, hay una ley de igualdad, se aprobó hace un año la ley de violencia doméstica integral con asesoramiento de ONU Mujeres, y nosotros estamos trabajando con el Consejo Superior de la Mujer China, que es sumamente moderno en su pensamiento. Mucho más moderno quizás que lo que está pasando hoy en Estados Unidos.
Alemania tiene la igualdad muy metida en la cultura, obviamente Merkel, siendo la canciller, ha logrado eso. En materia de ciencia y tecnología muchísimo. Ese es el futuro de la mujer, los STEM (science, technology, engineering y mathematics; ‘ciencia, tecnología, ingeniería y matemática’). Y ojalá que para Uruguay también lo sea.
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Transcripción: María Lila Ltaif
