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Entrevista, lunes 18 de marzo: Guido Manini Ríos

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El excomandante en jefe del Ejército habló sobre su cese, sobre la búsqueda de desaparecidos en dictadura y sobre su posible incursión en la política electoral

Video de la entrevista

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EN PERSPECTIVA
Lunes 18.03.2019

EMILIANO COTELO (EC) —Fue, sin dudas, la noticia de la semana pasada en nuestro país. El presidente Tabaré Vázquez dispuso el cese del comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, y su pase a retiro.

Manini se ha caracterizado por su ascendencia dentro de la fuerza, tanto entre el personal subalterno como entre los oficiales. En la población, mientras tanto, cosechó admiradores y también detractores. Su vínculo con el mando superior de las Fuerzas Armadas –es decir, el presidente y el ministro Jorge Menéndez– venía muy deteriorado, y una crítica por escrito al Poder Judicial fue la gota que desbordó el vaso.

Vázquez le comunicó personalmente su destitución en un encuentro que tuvo lugar el martes de mañana en la residencia oficial de Suárez y Reyes. Al día siguiente, en una nueva vuelta de tuerca, Manini se despidió en un video publicado en los canales de comunicación del Ejército, que fue retirado pocas horas después por orden del Ministerio de Defensa.

¿Cómo se explican los hechos de la semana pasada? ¿Cuál es su futuro?

Vamos a conversar con el general retirado Guido Manini Ríos.

Han pasado cinco días desde su cese. ¿Qué cambió para usted?

GUIDO MANINI RÍOS (GMR) —Indudablemente es un escenario nuevo; después de 46 años de integrar una institución como el Ejército nacional, para uno la sensación de cambio en la vida rutinaria es notoria. Lo primero que quiero decir es que me había llamado a silencio en estos días y pretendía pasar un buen tiempo sin hacer ningún tipo de declaraciones públicas, pero debido a una marcada tergiversación que se ha hecho del espíritu del documento que motivó el cese y al uso que le han dado, creo que malintencionadamente, algunos políticos y comunicadores, entendí necesario conceder esta entrevista, una entrevista que por otra parte hacía mucho tiempo que le estaba debiendo a usted, Cotelo.

EC —Efectivamente, de las épocas de su cargo de comandante en jefe.

GMR —Exactamente. A los efectos de decir las cosas tal como fueron, que no queden en una nebulosa o parcialmente entendidas, porque entiendo que hay cosas que no se ajustan exactamente al espíritu de lo hecho por mí en estos últimos días, y porque creo que tengo derecho a aclarar bien esos puntos, decidí venir hoy a hacer una excepción en ese silencio al que me he llamado. Quiero dejar bien claro que se trató de un documento en el cual yo como comandante en jefe, a partir de mi obligación de elevar un fallo de un tribunal de honor, hago ciertas consideraciones porque entiendo que el mando superior de las Fuerzas Armadas, el presidente de la República, tiene que estar enterado de la realidad de los hechos.

EC —Empecemos por ahí. Usted fue cesado por el presidente el martes pasado, 12 de marzo, debido a cuestionamientos que realizó a la justicia penal. Esos cuestionamientos figuran en un escrito que usted dirigió al Ministerio de Defensa Nacional cuando le elevó los fallos de dos tribunales de honor del Ejército que analizaron la conducta de oficiales de esa fuerza condenados en casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero ese escrito es del 13 de febrero, llevaba un mes en el Poder Ejecutivo, y la resolución de Vázquez recién se conoció el día de la reunión, una reunión que usted había pedido. Entonces, ¿usted precipitó, de algún modo, su propio cese?

GMR —Creo que no. Efectivamente elevé el fallo del tribunal de honor el 13 de febrero –un mes antes de los episodios del martes pasado– porque pocos días antes había terminado de fallar el tribunal de alzada. El fallo inicial del tribunal de honor estuvo por setiembre, octubre, pero una apelación de dos de los encausados alargó los tiempos y recién en febrero estuvo el fallo del tribunal de alzada, y yo unos días después elevé ese fallo.

EC —Ese escrito estaba en el Poder Ejecutivo y no pasaba nada con él, terminó pasando en esta reunión.

GMR —En el momento de elevar el fallo al señor ministro de Defensa Nacional, que le llevé en mano propia –en mano propia y además le dije: “Este es el único documento que hay, no hay copia”, como diciendo “no se va a filtrar, es un documento reservado”–, le dije: “Quiero una entrevista con el presidente porque quiero que él vea, escuche de mis labios exactamente el espíritu y lo que quiere decir este documento, por cualquier duda que tenga”.

EC —Usted solicitó la reunión el mismo día que entregó el escrito.

GMR —El mismo 13 de febrero solicité la reunión.

EC —Se lo preguntaba porque llamaron la atención algunos hechos. Por ejemplo, en los días previos había trascendido en la prensa que usted pedía ese encuentro para plantearle a Vázquez varias preocupaciones que tenía; el día anterior se conoció un homenaje que le había organizado el domingo en Florida el diputado del Partido Nacional (PN) Juan Andrés Arocena, y ese mismo día salió por Océano FM una entrevista que había grabado el día previo en la que hablaba, entre otras cosas, de temas políticos, etcétera.

GMR —Ese homenaje de Arocena no fue tal, fue un asado al que hacía meses que me estaba invitando. No lo había conocido mucho tiempo antes, pero en ocasión de una marcha que hizo al cumplirse 200 años del cruce de los Andes, cruzó los Andes, fue por el Comando, me pidió para llevar una bandera, ahí tuvimos cierto relacionamiento, ciertas visiones comunes en temas históricos, y quedó pendiente un asado en su chacra en Florida. Por una causa u otra ese asado se fue posponiendo, y justo cuajó ese domingo antes y fui, pero podría haber sido el que viene o el otro. No fue ningún homenaje de Arocena, fue un asado, en el cual estuvieron presentes varios historiadores, hablaron más de temas de historia que de política.

EC —Yo mencionaba ese y otros dos puntos como un contexto que había generado una enorme expectativa sobre lo que podía pasar en esa reunión suya con Vázquez.

GMR —En cuanto a la entrevista en Océano FM, ya estaba pedida desde hacía mucho tiempo, por distintas razones también se había ido posponiendo y coincidió que me marcaron ese martes. Después de estar agendada esa entrevista recibí la comunicación de Presidencia de que me recibía el martes a las 10, entonces me comuniqué con la gente de Océano, dije “ese día voy a estar complicado, voy a tener muy poco tiempo”, y convinimos en grabarla el día antes. Son hechos que se fueron sucediendo por casualidad, no fueron premeditados.

EC —La resolución de Vázquez dice que su cuestionamiento a la justicia penal “resulta absolutamente incompatible con el cargo en que venía desempeñándose” (y cita, por ejemplo, el artículo 53 del Reglamento General de Servicio n.º 21, del año 2003). ¿Usted era consciente de ese riesgo cuando escribió el documento del 13 de febrero?

GMR —Se ha rotulado y prácticamente se da por entendido que fue un cuestionamiento al Poder Judicial, una especie de desconocimiento de la justicia. Para entender el documento hay que leerlo en su totalidad, no solo los tres o cuatro párrafos, o dos, que hizo trascender o que informó Presidencia de la República. Son ocho carillas en las cuales se explica básicamente todo lo relacionado con el fallo del tribunal de honor.

EC —Pero ¿usted era consciente del riesgo que corría cuando escribió en los términos en que lo hizo?

GMR —Como tantas otras veces a lo largo de los cuatro años y pico que estuve en el cargo, fui consciente de que podía ser destituido, podía ser sancionado, pero hay cosas que el comandante tiene que llevar adelante con el riesgo que sea. Yo no puedo dejar que el presidente de la República desconozca hechos que entiendo que son importantes por pensar que tal vez no le gusten esos hechos, no puedo actuar en función de los miedos a las represalias que pueda sufrir.

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