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Entrevista, lunes 18 de junio: Milton Machado

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EC —¿Cuánto ha mejorado por ejemplo el tiempo de respuesta a una llamada, a una rotura en la vía pública, por ejemplo?

MM —Venimos mejorando, tenemos lo que llamamos, los t-90, el 90 % de llamadas en roturas en el tiempo de respuesta, hemos mejorado de 72 a 48 horas y a veces menos. Ahí también hay dificultades que no se pueden reparar inmediatamente. Por ejemplo, si tenemos una rotura en una vereda, que nos avisan los vecinos y hay un árbol, hay que coordinar con la Intendencia para ir a retirar esos árboles para poder reparar. No es inmediato, no es lineal que uno llame e inmediatamente se pueda reparar. Pero el objetivo del organismo es que… tiene todo un equipo planificado por zonas, con cuadrillas para atender las roturas. Ahora comenzamos la época de zafra, porque en el invierno aquellos lugares donde tenemos tuberías que son de hierro fundido, de fibrocemento a veces se rompen por contracción por el frío. Por eso es que también venimos con esta política de sustituir y pasar a materiales como PVC o PAD (polietileno de alta densidad) que evitamos las roturas y tenemos una vida útil por lo menos de 50 años.

EC —Pero concretamente, ¿qué indicador puede mencionar de mejora en los tiempos de respuesta?

MM —Lo que le decía, hemos bajado porcentaje de respuesta, llegamos con un indicador de 72 a 48 horas. El número preciso…

EC —Lo que yo quería es el número preciso.

MM —Pero tenemos un indicador que manejamos para ir controlando la mejora de la gestión. En nuestra página web tenemos el monitoreo con los distintos años con la planificación estratégica de eso.

EC —Después revisamos esos números y los adjuntamos a esta entrevista.

Ahora quiero preguntarle por otra cara de este mismo asunto del agua potable, la calidad del agua potable, la conveniencia de cuidar la calidad. En los últimos años, en algunas situaciones críticas, OSE ha llegado a distribuir agua turbia y cargada de impurezas, algunas veces en el área metropolitana de Montevideo y otras en Maldonado y Punta del Este. A fines de 2016 el gobierno y OSE asumieron este compromiso: “no tener ni un día ni un minuto ningún problema de olor o sabor con la calidad de agua”. Para eso había que llevar a cabo un paquete de inversiones muy importante. Veamos qué ha pasado en esa materia?

EC —Hemos coordinado todo un plan a esos efectos, eso incluso fue coordinado directamente con el presidente de la República frente a posibles inversiones. La directiva es evitar tener cualquier tipo de evento por olor y sabor, y se ha venido haciendo el esfuerzo en esa dirección. No quiere decir que a veces no tengamos alguna rotura y que haya un corte en el servicio y se le informe a la población y después generar momentáneamente algún tipo de turbidez cuando se reinicia el servicio, pero se han hecho inversiones importantes, esfuerzos permanentes en todos nuestros funcionarios, en nuestros equipos, para evitar esos eventos.

EC —Había varios frentes en los cuales estaban trabajando: modernización de la planta potabilizadora en Aguas Corrientes, obras en la planta de Laguna del Sauce, sustitución de cañerías, construcción de nuevas usinas, el programa de abastecimiento de pequeñas localidades y escuelas rurales. ¿Cuánto se ha avanzado?

MM —Se ha avanzado bastante. En la usina de Aguas Corrientes hemos seguido haciendo obras con los sistemas de filtrado, hemos cambiado todo el sistema de desinfección, hoy estamos haciendo obra para una nueva toma con un nuevo canal para mejorar la infraestructura instalada. Tenemos el gran desafío de construir los filtros de carbón granular, cosa que empieza ahora en Maldonado en la laguna del Sauce, la obra está adjudicada, la empresa está trabajando, se está haciendo el proyecto y estamos en el mes de agosto comience una obra del orden de US$ 15 millones para laguna del Sauce en Maldonado, que va a filtrar mediante el sistema de carbón granular. Esto complementaría los filtros clásicos de arena y antracita, o sea que tenemos un nuevo filtrado, que es la tecnología que se usa a nivel internacional para evitar estos eventos de olor y sabor. En Maldonado también seguimos sustituyendo tuberías, ahora vamos a sustituir la troncal que sale de la usina de Aguas Corrientes con una inversión importante. Y complementariamente las obras en las localidades donde hacemos saneamiento para mejorar la calidad de los efluentes que devolvemos al río Santa Lucía. Estamos en plena ejecución en San Ramón, tuvimos una dificultad con la empresa en Fray Marcos, que a vamos a retomar la obra, se licitó, está el llamado público para una planta de tratamiento nueva en Santa Lucía. Ya se adjudicó la obra en Casupá de la remodelación para pasar a tratamiento terciario la planta de tratamiento de aguas residuales en Casupá y después tenemos las grandes inversiones del litoral del país. Artigas quedó hecha, en Salto vamos a inaugurar a fin de año o principios del año que viene la planta de tratamiento de aguas residuales con el sistema de conexión. En Salto es una inversión de US$ 30 millones en saneamiento, pero redunda en lo que devolvemos al río. El ciclo del agua lleva a que tomemos de los recursos hídricos y el aporte que hace OSE a mejorar los aspectos medioambientales devolver los efluentes que vienen del sistema cloacal en mucho mejores condiciones para minimizar o disminuir los componentes que después nos dificultan para la eutrofización de los recursos hídricos.

EC —A propósito del impacto que una usina potabilizadora puede tener en su entorno, la planta de Aguas Corrientes fue sido acusada por los vecinos de la zona de ser ella misma un agente contaminante. Quiero que me conteste sobre esta situación en especial. En octubre del año pasado el Municipio de Aguas Corrientes, presentó una denuncia en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh) exigiendo una “solución”, bajo el rótulo de “grave y urgente”, para el tratamiento de los lodos generados por la planta potabilizadora. Según se decía en el escrito, la falta de tratamiento de esos lodos había generado diversos daños en la zona, que afectan a la población, y se pedía por lo tanto a la Inddhh que “estipula el resarcimiento económico correspondiente”. ¿Qué pasó con este caso en concreto?

MM —En este caso estamos trabajando también con el proyecto en concreto. Ya se adquirieron terrenos del lado de San José para el proyecto de ubicación de los lodos. Es una obra muy costosa, del orden de US$ 35 millones, que además le exige a OSE un costo anual de operación y mantenimiento de US$ 9 millones. O sea que lo que estamos haciendo es optimizar ese proyecto a ver si le podemos hacer algunas mejoras que reduzcan estos costos de operación y mantenimiento, que nos parecen muy excesivos. US$ 9 millones solo de operación y mantenimiento para el sistema de lodos es muy excesivo.

A lo de grave y urgente yo lo relativizaría, porque esos lodos comenzaron a tirarse desde la planta de Aguas Corrientes, que son los lodos de los restos de la potabilización en la planta, en el año 1890, hace un siglo y pico que se vienen tirando los lodos ahí. Es cierto, se han acumulado, hay un acumulado, pero tampoco hay una gravedad de contaminación Es razonable que se reclame porque ha modificado el río en sí, porque son lodos, barros que quedan aguas abajo. Eso tampoco es un problema para el agua que toma la misma usina, pero es como decía, esto está desde fines del siglo XIX que se empezó a tirar allí. Hoy tenemos un proyecto que estamos estudiando, está planificado, esperamos tenerlo pronto el año que viene y va a ser obras que se van a ejecutar estimo yo en el comienzo de la próxima administración.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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