EnPerspectiva.uy

Entrevista, lunes 2 de abril: Gustavo Gallino y Matías Rodríguez

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —O sea que los datos valen. Una anécdota al pasar: cuánta gente se distrae exhibiéndose en toda su plenitud en Twitter, por ejemplo, con opiniones de temas de actualidad, sin ser consciente de que llegado el momento en que solicite un empleo lo más probable es que alguien vaya a mirar su historial en Twitter.

GG —Nadie resiste el archivo.

EC —… a ver qué opinó, contra qué vociferó, a propósito de qué estuvo a favor.

MR —Cuando pida una visa a Estados Unidos, la propuesta del gobierno Trump es analizar cinco años de sus perfiles de redes sociales.

EC —Así que los datos valen.

MR —Los datos valen, eso es indiscutible. De hecho, creo que puede ser útil traer a colación un escándalo previo de Facebook, que también terminó en “vámonos todos de Facebook”, y no pasó nada. En 2014 publicaron los resultados de un experimento social, en convenio con dos universidades habían tomado 700.000 usuarios, los dividieron en dos grupos, a unos les tocaron el algoritmo del feednews, del motor de noticias, para que fueran ligeramente optimistas, y al otro grupo hicieron lo mismo para que fueran ligeramente pesimistas.

EC —Les mandaban distintos tipos de noticias.

MR —Las noticias que tus amigos generan eran procesadas para que se priorizaran las pesimistas.

GG —Los tonos.

MR —Los tonos, es una palabra que no hay que usar mucho después de alguna polémica local de hace un mes… Y a los otros les tocaba para que fueran ligeramente pesimistas. Los académicos que intervinieron cuando venció el plazo publicaron muy contentos en un journal científico los resultados diciendo “efectivamente hemos comprobado que existe el contagio emocional a través de redes sociales”. Hubo escándalo, porque Facebook no había avisado a sus usuarios que eran sujetos de un experimento social, las asociaciones profesionales de psicología, de psiquiatría pusieron el grito en el cielo, también porque no habían descartado a los menores ni a los enfermos terminales o a quienes padecían de depresión, que podían ser afectados gravemente por esto. Entonces desde el punto de vista científico fue muy criticado y se planteó el borrarse de Facebook. Y no pasó nada. Uno puede decir “yo no soy importante, ¿qué puede pasar conmigo?”. Como consumidor, que yo esté o no esté deprimido puede ser importante. Yo tengo una tienda de zapatos y si mis consumidores habituales están tristes debe de haber un porcentaje alto de ellos que prefieran o intenten concurrir a comprar cosas para sentirse mejor. En la política esto también es importante, jugar con las emociones es lo que han hecho los grandes caudillos políticos de toda la historia.

GG —Sobre lo que decías de irse o no irse, también hay que tomar en cuenta que estamos hablando de Facebook, que es una red que en los públicos más joven prácticamente ya ha desaparecido de las preferencias.

EC —Es de jóvenes y de adultos.

GG —Es un dato no menor, porque también estamos tratando de analizar una cuestión que es más general, porque Facebook también es dueño de WhatsApp y de Instagram, que es la gran red hoy de moda donde sí están los jóvenes, donde sí hay una actividad que se supone que es de una generación que ya viene con otra capacidad de entender estos fenómenos. Aun así yo sigo sosteniendo, sin subestimar a nadie, que quede claro, estamos hablando de cómo se genera un vínculo entre un servicio y un usuario cliente que tiene que estar mucho más preparado para saber qué hacer y para tomar decisiones. Ese es el punto que yo toco.

MR —Coincido.

GG —Pero a lo que voy es que esto es como una cuestión que podemos analizar de forma mucho más general para entender cómo todas las redes están también cruzando información. Facebook de hecho hace poquito en España tuvo una multa que es casi irrisoria, 600.000 euros, que no es nada para ellos, por un manejo de la información interna entre WhatsApp, Instagram y Facebook, que cruzan data cuando se supone que no se puede. Ahora también está en discusión si se va a actualizar un poco la política de cómo los usuarios usan. Pero cuando actualizado muchas veces sus propias condiciones no avisan, no mandan una notificación y el usuario no se entera. Entonces, como conclusión mía, creo que hay una conducta abusiva de Facebook, sin duda, no hablo desde el punto de vista legal, Matías es el experto, pero sí desde el punto de vista del vínculo que se genera ahí. Por eso cuando Zuckerberg habla de que hay una crisis de confianza, sí, hay una crisis de confianza, y una crisis para ellos de reputación, porque mucha gente se ha sentido engañada, vulnerada porque confió en su uso, confió en su participación y a cambio no recibió un trato que estuviera a la altura de eso. Me parece que eso también es parte del escándalo y por eso para mí está bueno que esto salga de esta manera a la luz, porque pone a nivel de la opinión pública, de todos los que estamos participando en estas redes, una nueva instancia para pensar, para reflexionar y para comportarse de otra manera, si es necesario.

EC —Tengo una pregunta que plantea Mónica y varios: “¿Cuáles serían en resumen las medidas a tomar a futuro?”.

MR —Continúo lo que planteó Gustavo: aprovechar oportunidades para esta para generar conciencia. A largo plazo lo fundamental es eso, generar conciencia y que la sociedad aprenda a convivir. Además, en el caso concreto, va a haber medidas, van a resultar sanciones probablemente de las investigaciones en curso y medidas más generales tanto a nivel de la Unión Europea como de Estados Unidos que probablemente incrementen la regulación, no tanto como alguno puede esperar, pero seguramente la participación de órganos reguladores, que por ejemplo en Estados Unidos son generales, no existen para el sector, creo que es un resultado que podemos esperar tranquilamente.

Video de la entrevista

***

facal-v2-banner-en-perspectiva-net

***

Transcripción: María Lila Ltaif

Comentarios