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Entrevista, lunes 2 de julio: Juan Miguel Petit

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EC —Mi pregunta iba a que quizás algunos de estos personajes, algunos de estos delincuentes, jefes de organizaciones criminales, narcotraficantes, pueden sacar como conclusión que hay un vacío de autoridad, que esto que está dándose de que cada uno le pasa la pelota al otro en cuanto a por qué ocurre esto y por qué no se avanza suficiente en el combate a la delincuencia los favorece.

JMP —Claramente la fotografía opuesta sería mucho mejor: encontrar que hay un consejo de política criminal en el que en una misma mesa jueces, fiscales, policías, defensores –muy importante–, sistema penitenciario, Parlamento trabajan en conjunto con objetivos en común y con criterios compartidos y con metas, por ejemplo integrar mejor la salud, integrar mejor los servicios sociales, integrar mejor la educación, integrar mejor la enseñanza de oficios, asegurar ciertas garantías. Creo que sería mucho mejor que un esquema en el que sentimos que todavía hay fricciones o cosas que no están claras. Creo que tiene que ver con que todavía nos falta consolidar un sistema de política criminal.

Ojalá estas fricciones den lugar a una mayor consolidación del sistema. Lo bueno de todo esto malo es que el tema está arriba de la mesa. No sé si a partir de que esto esté arriba de la mesa se van a tomar decisiones. Por momentos soy optimista, por momentos soy pesimista. Con respecto al sistema penitenciario me parece que hay cosas muy elementales que no se están tomando y me preocupa muchísimo porque creo que un nuevo nombre de la seguridad pública es la no reincidencia. Y la no reincidencia requiere cárceles eficientes porque cárceles ineficientes nos dañan a todos en la calle.

EC —¿En cuánto está el porcentaje de reincidencia hoy?

JMP —La cifra oficial es de 65 %. Todo el tema de la estadística penitenciaria hay que reforzarlo y repensarlo mucho, pero si ese 65 % se pudiera bajar, creo que el Uruguay está en condiciones de bajarlo a un 25 %, estamos hablando de miles de delitos menos por año. Imagínese la cantidad de angustias, de dolores, de traumas y de vidas que podríamos salvar si tuviéramos unas cárceles más eficientes. Lo que pasa es que la cárcel no se vive como un servicio público, la opinión pública no lo reclama. Usted ve las reuniones políticas, yo a veces les pregunto a los legisladores con los que me cruzo: ¿en alguna reunión alguien te plantea, aparte de educación, menos impuestos, etcétera, mejores cárceles? ¿En la plataforma del PIT-CNT está mejor sistema penitenciario?

EC —Y en buena parte de la población está el reclamo contrario: que estos delincuentes se pudran en la cárcel.

JMP —Claro, porque todavía no creemos en la rehabilitación, el país no cree en la rehabilitación todavía, entonces tenemos reincidencia. Hasta que no hagamos ese cambio no vamos a tener un sistema que nos baje un poco la violencia. Aunque sea un poco.

EC —Sí, mucha gente se olvida de que estos presos en definitiva salen, acá cadena perpetua no tenemos, tenemos en el mejor de los casos penas muy prolongadas. Los presos terminan saliendo, después de condiciones como estas que veníamos describiendo, esas de aislamiento en el módulo 12, estos presos terminan saliendo.

JMP —Además buena parte de esos casos son bastante críticos en cuanto a su futuro, porque uno ve que son delitos muy reiterados, delitos graves reiterados, es una acumulación que empezó de muy joven. Hubo ahí una cantidad de filtros que el Estado no colocó y no pudo evitar ese aumento de la violencia, ese espiral de la violencia. Entonces es bastante desesperante cuando uno ve una persona que lleva 10 hurtos y entra y sale de la cárcel, después entra con una rapiña, después con una rapiña agravada, y si en cada entrada no se lo prepara, no se le cargan nuevas aplicaciones –para usar un término tecnológico–, vemos en la carrera lo que va a pasar después.

EC —Desde la audiencia quieren saber qué se les concedió a estos presos que se amotinaron.

JMP —No diría que se les haya concedido en el sentido de que se les haya regalado nada, en esas conversaciones se les dijo a dónde iban a ser trasladados, que no había muchos lugares. El grupo que lideraba era muy conocedor del sistema y sabía que no había muchos lugares dado lo que habían hecho y que obviamente se abría una investigación, porque varios de ellos cometieron una serie de nuevos delitos en la incursión que hicieron. Solamente había dos lugares posibles: el Penal de Libertad o el módulo 8 del Comcar, que son los lugares de seguridad a los que podían acceder. Después hubo algún interno que fue derivado a otro módulo porque eran de esos casos que fueron arrastrados por la situación, que nada tuvieron que ver con el alzamiento en sí, con el motín en sí mismo.

EC —Y esa propuesta que usted ha hecho, que está en el informe 2017, que mencionaba recién, la creación de un consejo de política criminal, ¿ha podido conversarla?, ¿tiene alguna probabilidad?

JMP —Sé que se conversó, me consta que se dialogó y que hay varios actores que están de acuerdo con esa idea, que, de nuevo, no es una idea mía, yo no pretendo la paternidad ni salir en la foto, nada que se le parezca, pero es algo que veo constantemente porque hablo con los defensores, con los fiscales, con los jueces, ni que hablar con el MI, y cuando vi eso que funcionaba en Colombia y en Perú pensé que en Uruguay tendría que existir una instancia así. Por ejemplo, por qué no se aumentan las penas alternativas, o por qué no se mejora el seguimiento de las medidas alternativas, que es uno de los grandes problemas que tenemos hoy. Tenemos muchas posibilidades de medidas que no sean de prisión, pero no tenemos las medidas sociales necesarias para acompañarlas con fortaleza, con intensidad. Es un tema para discutir técnicamente entre los fiscales, los defensores, el sistema penitenciario. Ese tipo de temática tiene que discutirse en forma continua, no con picos, que es lo que nos pasa; cuando no tenemos una política pública tenemos picos de discusión, y entra aquello de Les Luthiers: errar es humano, pero mucho más humano es echarle la culpa al otro. Tener un consejo de política criminal implica construir. Creo que en estos meses estamos en un momento de decisión, en un punto crítico, lo que se decida en estos tiempos nos va a influir en los próximos 20 años. Por eso es tan importante escuchar todas las voces y tratar de articular en conjunto.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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