EnPerspectiva.uy

Entrevista, lunes 30 de abril: Gabriel Oddone y Julio César Lestido

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —En el estudio de CPA Ferrere está ese dato: el costo CIF de los bienes adquiridos en el régimen de encomiendas internacionales es al menos 40 % menor que el precio de venta local. ¿Cómo se explica esa diferencia? ¿Cuánto tiene que ver la exoneración tributaria?

GO —Globalmente la diferencia son los costos de distribución, los márgenes y la estructura impositiva. Esos son los tres factores que permiten discriminar que un producto que entra online cueste proporcionalmente 40 puntos menos de lo que cuesta. ¿Cuánto es atribuible a temas impositivos? Un porcentaje del entorno de 14 puntos porcentuales. Dicho de otra manera, si en Uruguay equiparáramos el régimen con el de Chile y el colombiano, poniendo IVA e impuestos aduaneros al ingreso de mercadería, esa distancia de 40 puntos se reduciría en el entorno de 14 puntos y habría un achicamiento de esa brecha. De todas maneras, hay que advertir algo sobre el trabajo. El trabajo, así como lo escribe, tiene un conjunto de limitaciones en cuanto a la representatividad de las conclusiones. Primero, está hecho solamente para vestimenta y calzado; segundo, la muestra es chica, porque la información a la cual uno accedió para hacer el trabajo es muy limitado, por lo tanto estas son estimaciones.

EC —Ustedes abren varios paraguas.

GO —Estas estimaciones están muy bien para disparar un debate que el país se merece hacer de manera transparente. Pero cualquier avance en materia de alteración tributaria o legislativa uno tiene que contextualizarse en una base de información mucho más sólida que la que el trabajo utilizó, porque eso es parte de la honestidad intelectual del trabajo. Las estimaciones hechas con estas limitaciones dan esa ventaja de 40 puntos del producto online respecto de un producto importado por canales tradicionales, y si se introdujeran esquemas similares a los de Chile y Colombia esa brecha podría acortarse en 14 puntos. Es un tema que me parece lo suficientemente llamativo como para que valga la pena, si alguien está pensando en modificar el régimen, tiene que estudiarlo con más profundidad para apuntar más fino, y sobre todo cuantificar los efectos positivos y negativos. Porque está claro que hay un conjunto de efectos negativos claramente visibles sobre la actividad de los comercios minoristas, sobre el empleo en el comercio minorista, sobre la recaudación tributaria, pero también hay un conjunto de efectos positivos que no pueden dejar de ser tomados en cuenta cuando uno analiza esto desde las políticas públicas, como el aumento del excedente del consumidor. El consumidor gasta menos y por lo tanto tiene más dinero disponible que eventualmente puede gastar en otras cosas que eventualmente tributan.

EC —Pero no es tan lineal el razonamiento.

GO —No es tan lineal. Lo que el trabajo pretende hacer es llamar la atención de que hay efectos negativos que se pueden cuantificar, que tienen este orden de magnitud, pero que tienen que ser evaluados en un contexto más general. Eso es lo que pretende poner sobre la mesa el trabajo.

EC —En resumen: en el informe se sostiene que si los bienes del exterior fueran gravados por IVA e impuestos aduaneros, por ejemplo como se hace en Chile o Colombia, la brecha con el comercio minorista, que es de 40 puntos podría recortarse en 14.

Entonces, Lestido, ¿ustedes entienden que hay que ir por ese camino?

JCL —Creo que, como muy bien dice Gabriel y coincidimos –y por eso llevamos adelante este seminario y lo invitamos a Gabriel a que expusiera este trabajo–, es un tema muy complejo, es una realidad que nos toca vivir a todos y no hay una sola solución. Creo que lo importante es sentarnos y trabajar en el tema.

Es claro que, por ejemplo, si agregáramos el IVA o el 6 % de impuesto aduanero o el 10 % –en Chile es 6, en Colombia es 10–, Estados Unidos no entraría dentro de ese régimen, porque por el acuerdo del TIFA ese impuesto no se puede cobrar, o sea que a las mercaderías que ingresaran de Estados Unidos no se les podría aplicar este impuesto. Sí los otros mercados, eso también ha ido cambiando, no es solamente de Estados Unidos que está entrando mercadería de esta manera al Uruguay, está entrando también de otros países.

Lo que nosotros entendemos es que hay que tratar por lo menos de achicar la brecha. ¿Cómo? Una de las propuestas que se han manejado es la aplicación del IVA a esta mercadería. ¿El IVA no está tratado concretamente en el acuerdo que tiene Estados Unidos?

EC —Hay discusión sobre eso, tampoco hay una lectura única.

JCL —Nuestros asesores nos establecen eso y tenemos que entender que es así. Esto sea tal vez el puntapié inicial para que nos sentemos en una mesa. Porque evidentemente está repercutiendo. Donde más afecta es en el interior del país, el negocio establecido se ve muy afectado por estas medida, esas son las preocupaciones mayores que hemos recibido.

Comentarios