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Entrevista, lunes 5 de marzo: Luis Mayobre

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EC —Ubiquémonos en diciembre del año pasado, cuando se realizó el gran operativo para desarticular a la banda de Los Chingas, que mediante extorsión había expulsado gente de su propia casa. ¿Qué hechos particulares venían viendo ustedes en la zona en esa dirección preocupante que después se concretó, que después todos terminamos conociendo?

LM —Ya habíamos tenido unos episodios por allá por el 2015, por un enfrentamiento que hubo entre gente de otras zonas con gente sobre todo de la zona de los palomares. Se volvían a repetir las mismas escenas: aparecía gente en el barrio en motocicletas o en camionetas, algunos de ellos encapuchados, otros fuertemente armados. Empezamos a ver movimientos de ese tipo, extraños, y después se dieron enfrentamientos abiertos. Normalmente los enfrentamientos se hacían en las horas nocturnas, pero en ese período empezaron a pasar a cualquier hora, en horas de la tarde, muchas veces en horarios en los cuales los chicos estaban en el Centro o estaban por salir, más o menos en el mismo horario de las escuelas. Obviamente eso generó toda una tensión enorme en todos, no solamente en la población, sino también entre todos los que trabajamos allí. Eso fue in crescendo.

EC —Fue in crescendo, fue acercándose a las realidades de otros países.

LM —Y sí. Además alimentado por un montón de noticias en las redes sociales, algunas verídicas y otras no tanto, pero que generaban una alarma muy grande y una preocupación en todos.

EC —¿Y cómo se enteraron ustedes de que había vecinos que estaban siendo expulsados de sus casas?

LM —Directamente por familias que concurrían a nuestro centro. Nosotros como misión tenemos el acompañamiento de nuestros jóvenes, chicos y familias, por lo tanto cuando por un día o dos no vienen enseguida salimos a buscar cuál es el problema, cuál es la situación. Y ahí nos fuimos enterando de que algunas familias ya no estaban ni siquiera en el barrio, que habían sido desplazadas y fueron a buscar refugio a otros lugares.

EC —Sí, porque la expulsión era instantánea, tenían que irse con media hora de plazo.

LM —Exactamente, si no “los limpiaban”, así eran las frases que escuchábamos.

EC —¿Ustedes sabían de la existencia de Los Chingas?

LM —Sí, sabíamos.

EC —No era una banda nueva ni nada por el estilo.

LM —No.

EC —Había avanzado en esa dirección ahora.

LM —Y sí. Charlando con el ministro Bonomi en una entrevista que tuvimos por toda esta situación, planteábamos cuál era la realidad, él también la conocía muy bien, y la triste conclusión a la que se llegaba era que a veces es necesario conocer y tener claro quiénes son los cabecillas y cómo se comportan y que a veces son un mal necesario, porque cuando faltan se producen estas situaciones. Es lamentable, pero es así. Nadie quiere que se produzcan estas situaciones, nadie quiere que el narcotráfico esté presente, pero hay algunos líderes del narcotráfico que se comportan más racionalmente que otros, y cuando ellos faltan se producen estos problemas, empiezan las luchas para ganar los territorios y eso genera los hechos de violencia que tenemos hoy. Muchas veces los que vienen aplican la violencia en forma muy fuerte para hacerse valer, entonces eso genera una serie de venganzas y enfrentamientos que en algunos momentos parece que fueran interminables. Lo concreto es que produce esto, el desplazamiento de las personas, que no tienen demasiados recursos y por lo tanto van a caer donde pueden y como pueden. A veces hay familiares que las recogen, otras veces otras familias tratan de cobijarlas, porque si hay una cosa muy fuerte es la capacidad solidaria que tienen muchas de estas familias.

EC —Ustedes se reúnen entonces con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Va usted, va el cura del barrio… ¿quién más?

LM —Sí, tuvimos una instancia con el padre Ricardo, que además es el director del liceo Jubilar; fue por una iniciativa nuestra y de él la posibilidad de tener esta entrevista para ver qué situación veíamos.

EC —¿El MI ya estaba preparando el operativo?

LM —Si estaba preparándolo no nos comentó nada.

EC —Fue un operativo muy singular, entre otras cosas, porque lo coordinaron, lo impulsaron tres fiscalías actuando de manera conjunta.

LM —Sí, fue bastante sorprendente para nosotros, porque veníamos a plantear la situación y ver qué respuesta podíamos obtener de él y nos fuimos bastante preocupados porque, más allá de la sana preocupación que tenía el ministro por todos estos hechos y del conocimiento que nos brindó de todas las situaciones que pasaban, como que estaban medio atados de manos y no nos dio una respuesta clara de qué se podía hacer.

EC —¿Cuánto tiempo después fue el operativo?

LM —Prácticamente a la semana de que estuvimos con él.

EC —¿Qué pasó en el barrio desde aquel momento, desde que se llevaron a cabo los allanamientos, desde que se arrestó a varios de los cabecillas de la banda?

LM —Ahí entramos en un período muy particular, porque es un tiempo bastante calmo entre fines de diciembre y enero, normalmente hay una paz o una tregua al menos, no sé cómo definirla, porque ahora en febrero, cuando comenzamos las actividades nuevamente con fuerza –más allá de que en enero también–, se empieza a ver qué pasó y qué está pasando. Yo ahora me entero por una nota de El Observador, no tenía referencias directas, de que continuaban estas expulsiones aparentemente por nuevos líderes de esta banda, no sé si será así, porque a veces las informaciones no son totalmente exactas…

EC —Pero en la población, en la gente con la que ustedes tratan, ¿qué sensación han encontrado: alivio o preocupación todavía, miedo latente por represalias, etcétera?

LM —Están las dos posiciones. Hay gente que está con alivio de que finalmente se haya podido intervenir, pero con la incertidumbre de qué va a pasar, de que eso aún no es suficiente por un lado, y por otro lado, manejando información que obviamente a veces no nos llega a nosotros de primera mano, se establecen un montón de alertas y de miedos que se van volcando al resto. Es muy común, en las redes sociales enseguida se pasan los datos, datos que a veces no son reales y a veces sí. Así que todo esto que está pasando ahora seguramente es real y seguramente hay muchas familias que están esperando una solución para esta situación.

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