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Entrevista, martes 17 de abril: Richard Read

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EC —¿En el caso de la FOEB cómo viene esta negociación?

RR —Tenemos vencimiento el 30 de junio, vamos a cerrar el convenio que firmamos en 2015 con un crecimiento de entre 14 % y 16 %; debe de ser el mayor crecimiento en el país del salario real. Firmamos IPC más 10,16 % de crecimiento, nunca alcanza porque en una sociedad como esta en la que vivimos nunca alcanza, pero estamos en los sueldos quizás más altos de la industria en el país.

EC —¿Y cuál es el secreto?

RR —Son años de negociación. Por algo discutimos en invierno, porque el invierno es para discutir el verano es para trabajar. Este año terminamos el 30 de junio, empezamos hace seis meses las conversaciones, tenemos a nivel informal muy avanzado lo que puede significar un acuerdo que nos garantiza salario real, que nos garantiza, con un comportamiento dentro del centro de la banda, un crecimiento de entre 4 % y 5 % del salario real, que nos garantiza partida fija, que nos garantiza servicios sociales ya afincados y que nos garantiza una partida de dinero para continuar con los proyectos de los centros educativos FOEB. Pero principalmente la discusión va a tener un anexo sobre el tema de trabajo […].

EC —¿De qué van a discutir ahí?

RR —En este país la industria está cooptada por las multinacionales, por lo tanto no hay nada nuevo para descubrir. El comportamiento en Uruguay es espejo de lo que sucede en la región, basta mirar los grandes pesos pesados de la región para saber hacia dónde se dirigen. Lo nuestro es el estado de alerta porque tenemos un país…

EC —¿Qué está pasando en este sector en materia de empleo, por ejemplo?

RR —El gran peligro que tiene la mano de obra uruguaya de la bebida, no el tema de la distribución, sino la producción, es la importación de bebida. Son multinacionales que la producen acá, la producen en Brasil, la producen en Chile, la producen en Argentina, traerla es un trámite por un puente. Nos han inundado con marcas, hace cinco años la incidencia en el mercado de las bebidas importadas era de entre 6 % y 7 %, y hoy es de entre 28 % y 29 %. Eso sustituye mano de obra. Por eso la pelea del sindicato primero fue por envasar Stella Artois y mañana seguramente vamos a aprobar en la asamblea empezar a producirla acá. Son horas hombre que ganamos en sustitución de la importación. Creo que el tema importación va a estar en la discusión o en la conversación con las empresas.

EC —Al mismo tiempo, ustedes han negociado turnos de trabajo de seis horas.

RR —Hace 11 años que tenemos seis horas con aumento de productividad, lo que a la empresa no le generó un costo adicional, sino que le mejoró la productividad y la eficiencia en las líneas. Eso es así, hace 11 años que está y a nadie se le pasa por la cabeza sacarlo.

EC —¿Y no ha habido inconvenientes a los efectos de medir productividad, etcétera? Porque usted lo decía hace un rato, esa es una de las claves, sin esa posibilidad…

RR —El crecimiento de la productividad fue inmediato en el primer año y se ha sostenido en el tiempo. Tenemos cuatro equipos de productividad que monitorean cada dos meses en la fábrica en Minas, en Montevideo industrial, sector comercial y sector logístico. Las comisiones de productividad funcionan, cada dos meses se mide el comportamiento para ir ajustando si hay algo que arreglar y en el sector de las seis horas la productividad ha crecido. Por lo tanto ahí el beneficio es para los dos.

EC —Entonces ¿cómo se ubica esta negociación salarial en su carrera de dirigente sindical?

RR —[ Se ríe.] ¿En la mía? En la meta. Creo que ya es hora de dar el paso al costado. Cumplo 65 años dentro de unos meses, cierra esta etapa 36 años en el sindicato y 42 de fábrica. Me parece que es hora de decir “muchachos”… Se formó un equipo muy bueno de jóvenes, promedio de edad 26 años, liderado por Fernando Ferreira, que es el compañero que tenemos de presidente en la Federación y que trabaja con nosotros en la fábrica. Hay un equipo de unos 60 compañeros en el equipo de solidaridad y unos 40 en el tema de apoyo a escuelas rurales y a los centros educativos. Por lo tanto queda un colchón de 100, 130 compañeros que creo que sin ningún drama van a continuar por buen rumbo este gremio al que tanto le ha costado mantener su perfil.

EC —¿Dice que terminada esta ronda de negociación salarial renuncia, se va?

RR —Este es mi último año, sí.

EC —¿Es el último año?

RR —Exacto.

EC —¿Va a continuar trabajando por otro lado?

RR —No, voy a seguir con los centros educativos FOEB. Son cinco, la idea es en la negociación con las malterías este año –porque también las malterías van a consejos de salarios– negociar dos centros más, uno en Colonia y otro en La Paz o Las Piedras, para completar siete centros educativos que cubran unos 410 chiquilines y las escuelas rurales. Y una frutillita que tenemos negociando es una escuela de oficio instalada en Montevideo por la FOEB para darles posibilidad a 100 chiquilines de entre 13 y 17 años de que aprendan un oficio para que puedan salir a la vida con el estudio y con el trabajo. Me afincaré un poco en eso a dar una mano, y si puedo ayudar con alguna sugerencia lo haré, pero es hora de dar un paso al costado.

EC —¿Y la política? ¿Figura en los planes?

RR —No, no figura en los planes. Al día de hoy, no.

EC —¿Para nada?

RR —Al día de hoy, no.

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