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Entrevista, martes 17 de abril: Richard Read

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EC —¿Ninguna candidatura, por ejemplo? Porque sobre eso se especula todo el tiempo cuando se habla de Richard Read…

RR —Del 84 para acá me han propuesto integrar listas para ser diputado o senador, nunca acepté. No me siento con capacidad, no me siento idóneo, me aburriría muchísimo ahí dentro.

EC —¿Y para un cargo ejecutivo? Porque también se lo ha mencionado para cargos ejecutivos.

RR —Eso habría que verlo.

EC —¿Eso le interesaría un poco más?

RR —Habría que verlo. Sería mentiroso si dijera que no. Habría que ver qué y habría que ver con qué equipo, qué presupuesto hay para ejercer y los contralores. El gobierno que asuma en 2020 tiene que dar un mensaje a la población de que se va a controlar la gestión desde el punto de vista operativo y desde el punto de vista económico. El Uruguay está muy dañado, hay una sensación muy frustrante en muchísima gente con respecto a la gestión de los políticos. Por lo tanto hay un montón de condicionantes que ni siquiera están planteados, ni siquiera me lo pienso. Pero no le voy a decir que sí ni que no. No me veo ni ahí en un puesto parlamentario.

EC —Pero, yo qué sé… la Intendencia, se ha mencionado su nombre para la Intendencia.

RR —Eso es como pretender jugar ahora con Uruguay en Rusia, hay cosas que están muy alejadas. Hay compañeros mucho más capaces. Yo me siento siempre parte de un equipo, pero no tengo ninguna pretensión personal, nunca la tuve. Por eso orejano nací y orejano terminaré.

EC —¿Orejano?

RR —Sí, yo soy orejano. Soy frenteamplista de toda la vida y seguiré siendo frenteamplista…

EC —¿Hoy no está vinculado a ningún grupo en particular?

RR —No, no.

EC —Supo estar…

RR —Supe estar en el MPP, conformando el MPP en el 89, hasta el 93 que quedé por fuera de las estructuras del Frente, después acompañé a Danilo en el 2009 en las internas…

EC —Todo un giro, desde posiciones más ultras hasta posiciones más moderadas.

RR —Más o menos, ultras son los dos y moderados son los dos según el momento. Estuve acompañando a Danilo en el Frente Líber Seregni hasta hace dos o tres años, y después quedé desafectado de la orgánica. Me siento un frenteamplista, cada vez me siento más frenteamplista, cada vez más tengo ese arraigo en el Frente donde me crie y estoy preocupado por la situación de hoy.

EC —Usted se define como orejano; también dentro del PIT-CNT ha marcado posiciones discrepantes, por ejemplo con orientaciones o políticas de la propia central. Y lo traigo a un asunto de estos días, Lula. En enero, cuando una delegación del PIT-CNT fue a manifestarle la solidaridad al expresidente, entonces solo condenado, usted discrepó. Ahora usted ha visto la movilización en la que está participando el PIT-CNT a raíz de la decisión de poner a Lula directamente en prisión. Lula ahora está preso en Curitiba. ¿Cómo observa todo este tema en este momento?

RR —Yo he sido muy crítico como también he sido muy coincidente en muchos de estos temas. Toma luz y toma estado público la discrepancia, las coincidencias no son hechos políticos, no venden titulares. Yo desde siempre, desde el plan de vivienda sindical, desde otras situaciones que se han generado, en el tema Lula como en el tema Maduro en Venezuela estoy a 180º. Me siento totalmente en la vereda de enfrente de las opiniones que ha vertido el movimiento sindical, el PIT-CNT, con respecto a Venezuela y con respecto a Lula. No le quito el mérito de la historia, la tiene, pero no comparto la actitud en que se ha puesto el movimiento sindical con respecto a Lula por varios motivos. El primero, nosotros entendemos que es un tema de los partidos políticos, no se puede partidizar el movimiento sindical, no se puede perder la independencia. Ese acercamiento al poder político partidario le va a hacer un daño enorme y va a haber un costo político porque mucha gente no se va a sentir identificada, como no se sintió identificada cuando compañeros nuestros fueron a Caracas y salieron abrazados con Maduro. Yo no me sentí identificado y lo dije el mismo día: a mí no me representa. Lo de Lula es algo parecido.

EC —¿En qué sentido?

RR —Porque hay todo un proceso, son las reglas de juego que el propio sistema político brasileño adoptó. Si están de acuerdo o en desacuerdo el propio sistema político tendría que purgarlo, si no lo purgó, son las reglas de juego. Lo que me preocupa en el caso Lula es que se esté discutiendo si es poseedor o no de un tríplex, cuando me parece que lo que habría que discutir a fondo es el tema del mensalão o el vaciamiento de Petrobras, o la política de alianzas del PT durante todos estos años. Porque Temer era un aliado estratégico del PT para poder ganar, por algo estaba en la vicepresidencia. Por lo tanto me parece que es blanco o negro, o estás de acuerdo conmigo o sos mi enemigo, hay una polarización del debate en que se pierde el argumento ideológico válido y genuino de dos posturas porque estás a favor o estás en contra.

Mi opinión ha sido esa en el PIT-CNT y también ha sido es la opinión de los compañeros nuestros en la Federación. Nosotros votamos en contra cuando iba a venir Lula, iba a haber un acto e iba a hablar Lula. Es más, no íbamos a ir como Federación. Íbamos a parar, pero no íbamos a ir al acto, no nos parecía correcto hacer un paro y acompañar a la gente a escuchar a un compañero que guste o no guste era la imagen de un partido político identificado. Lo dijimos públicamente. Y ahora estamos en las puertas de un congreso del PIT-CNT en el que todos estos temas seguramente van a estar, ya hay documentos circulando en los que aparecen las diferencias importantes que hay en el seno del movimiento sindical. ¿Preocupa? No, a mí no me preocupa, es parte de la vida del movimiento sindical, hay que sostener la pluralidad acompañada de tolerancia y del respeto al que piensa distinto. Si un movimiento sindical es una organización donde estamos todas las formas de pensar juntas bajo el mismo techo, debemos saber que en muchas cosas pensamos distinto.

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