EC —A propósito de ese pasado, les comentaba antes de empezar la entrevista que yo, y quizás muchos de los oyentes, se encontraron con ese pasado haciendo turismo en el departamento de Colonia. Por ejemplo en la estancia Indaré, en paraje Boca del Rosario, en la ruta 1, kilómetro 123.5. Allí hay para ver lo que fue una fenomenal instalación dedicada a esta producción minera, que tiene como curiosidad y como punto más fuerte de atractivo las locomotoras a vapor enanas. Tenían 12 locomotoras con las cuales transportaban los vagones hacia el puerto ahí mismo, en el propio establecimiento.
WC —Tal cual. Eso te demuestra la magnitud de lo que era la minería. Los Ferro fueron cuarta generación, de hecho hoy Facundo está al frente del emprendimiento familiar que ha dado de comer a cuatro generaciones en la región, la magnitud de 7.500 personas trabajando en un yacimiento minero es difícil imaginar. Puerto y vía férrea, hotel, restaurante…
EC —Esa estancia tiene un puerto adentro.
WC —Es un pueblo adentro. Era muy común, en la minería en esas épocas se desarrollaba de esa forma. El yacimiento no lo podés trasladar, donde está el recurso mineral es donde se desarrolla la región. Era muy común esto, es muy propio de la minería en general, en las cementeras por ejemplo. En Argentina y en Uruguay, se desarrollan donde tenés la caliza.
Hoy hacías mención a la calidad de la piedra de Uruguay. Uruguay tiene el departamento de Colonia un granito de excelente calidad. Y como bien dijo Guillermo, los recursos minerales en Argentina están a 350 kilómetros de la capital, que suele ser, como pasa en estos países, más centralizada su economía en capital, el lugar de mayor consumo. Mientras que nosotros en Colonia estamos a 50 kilómetros. La ecuación más lógica debería ser que podamos llegar sin ningún problema a Buenos Aires.
WC —Debería ser.
EC —La distancia desde la costa de Colonia es 50 km, pero además se recorre en vía fluvial, se recorre en un barco o en una barcaza, lo que también tiene sus ventajas desde el punto de vista del costo de ese transporte.
WC —Es que en realidad digamos que una de las razones de existir de Canteras Riachuelo fue su mirada hacia atender el mercado de Buenos Aires. La minería tiene esta particularidad, los efectos logísticos tienen mucha incidencia, o sea, los fletes son fuertes sobre la piedra, porque la piedra es un commodity. Entonces en cualquier país desarrollado nadie puede pensar en trasladar piedra más de 30 km. En Europa nadie traslada piedra más de 30 km. En América Latina es más común, pero también es común encontrar que los fletes son muy caros. Con lo cual, por ejemplo, los yacimientos mineros en el centro de la provincia de Buenos Aires, que están a 350 km, un flete de camión es en teoría un poco más alto que un flete fluvial de 50 km. Con lo cual la ecuación nos debería dar para poder llegar al lugar.
EC —con la ventaja además de que no se congestionan las carreteras, las calles, las avenidas, la contaminación por el combustible de los camiones es menor. Todo eso está en la ecuación.
WC —Todo está contemplado. Primero que es carga a granel, hay mucho menos manipuleo, hay muchas menos emisiones, la descarga es más localizada en los puntos de distribución, tú no puedes venir entrando a Buenos Aires con camiones que carguen 28 toneladas, hay que volver a trasvasar cargas. Entonces esto es óptimo.
EC —¿Cuáles son las condiciones que están dándose ahora para que el gobierno argentino tome la medida de abrirse al mercado uruguayo? Por un lado, la calidad de la piedra de nuestro país, supongo que también está el factor costos de por medio. ¿Qué más? ¿Hay un plan de obras que requiere este material?
WC —Claro. Hace aproximadamente un año y medio que empezamos a trabajar en este proyecto. Cuando el presidente Macri se juntó con Tabaré Vázquez aquí en Uruguay, ni bien había asumido su presidencia, su mirada hacia Uruguay fue otra. La primera actitud de Macri fue derogar el decreto que prohibía el trasvaso de cargas en el puerto de Montevideo, que no tenía razón de ser. Entonces empezó una relación mucho más amigable entre los dos países, como debería haber sido siempre. De la mano de esto, Macri lanzó en su país una política un tanto keynesiana tratando de hacer inversión estatal para activar un poco la economía. Como suele ocurrir en los avatares de la economía, todos los empresarios mineros se tomaron su tiempo para ver si esto iba a ser sustentable en el tiempo, pero a lo largo de todo el 2017 la demanda fue creciendo. Y como en cualquier proceso productivo, por mejor interés que uno tenga en su negocio de aumentar su producción, todo tiene un límite, después para determinados umbrales de producción requiere inversión. Las inversiones llevan su tiempo, los equipos son de origen americano o europeo, tienen que llegar, con lo cual iba a haber lo lógico, que está ocurriendo hoy, un pequeño delay, un pequeño retardo del incremento de la producción propia en Argentina, pero sí creció la demanda, que creció más rápido que la oferta. Es allí que nosotros pensamos en empezar a exportar. Que nos habría gustado empezar antes, pero no es tan sencillo, no es soplar y hacer botellas.
