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Entrevista, martes 31 de julio: Gabriela Fulco

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EC —Sí, pero ¿ por cuánto tiempo ese acompañamiento?

GF —Por ahora los acompañamientos pueden llegar a un año, pero se está trabajando. Se han creado un piso y una plataforma que antes no existían y que van a seguir creciendo. Es bastante auspicioso.

También quiero señalar que nosotros tenemos muchos jóvenes que tienen trastornos psicopatológicos serios, graves, que pasan más tiempo en clínicas psiquiátricas que dentro de la propia institución. Cuando hay un cuadro psicopatológico instalado que alerta sobre una cronicidad no podemos decir que la enfermedad en el campo de la salud mental, en este caso con requerimiento de internación y de psicofarmacología que se cronifica, que va hacia largo plazo, pueda ser recuperable. Desde el punto de vista de la salud mental eso ya está instalado.

EC —Esos casos son imaginables. Pero usted hablaba de otras situaciones, por ejemplo decía, a propósito de jóvenes que carecen de códigos elementales, que apenas saben escribir su nombre, que tienen un vocabulario muy limitado y una jerga difícil de entender, que incluso en algunos se expresan mediante sonidos guturales que usted no había escuchado. ¿Cómo es esto?

GF —Es así, es una realidad, lo que no quiere decir que sean irrecuperables, sino que hay que hacer un trabajo más en profundidad con ellos, trabajo en el que hemos puesto la educación como el eje de los programas y que requiere más dispositivos específicos y especiales para ellos tanto en privación de libertad como cuando egresan. Partimos de plataformas muy bajas para empezar a remontar todo lo que hay que remontar cuando un joven de 16 años está con ese rudimento de habilidades desde el punto de vista de la educación y sociales en consecuencia. Hay que trabajar de forma importante. Y en eso estamos, para eso tenemos programas; depende también del apoyo familiar y de lo que pase luego, hay que ver y hay que medirlo a largo plazo. La reincidencia en sí se mide en el pospenitenciario.

EC —¿Qué características tienen esos que usted ha definido como irrecuperables? A partir de lo que hemos charlado hasta ahora, ¿cuál sería el resumen?

GF —El resumen sería centrar esa definición en los trastornos psiquiátricos fundamentalmente, y en otros casos en que el pronóstico aún puede ser reservado al egreso, tener la seguridad de que estamos organizando dispositivos para el acompañamiento y el seguimiento. Como eso ya está instalado y va a seguir progresando, se augura que en el futuro vamos a poder alcanzar niveles más altos o de excelencia para evitar esa reincidencia que es lo que no queremos.

EC —Usted dice que una categoría son los que tienen problemas psiquiátricos. ¿Y los otros?

GF —En estos casos de pronóstico reservado lo que se hace en privación de libertad no culmina y se cierra allí, no decimos “tiene un alta”, sino que hay que continuar.

EC —¿De dónde “salieron”? ¿Por qué son así estos jóvenes? ¿Qué análisis han hecho ustedes?

GF —Básicamente cuando recibimos un joven el primer estudio y análisis tiene un enfoque victimológico. Se estudian los procesos de victimización tempranos de primera y segunda infancia, porque recordemos que nosotros los recibimos a partir de los 13 años, quiere decir que lo que ha transcurrido son primera y segunda infancia, época de escolaridad, de atención en salud más continuada y de cuestiones sociales del entorno familiar.

Muchos de estos jóvenes tienen familias que ya han transitado el sistema penitenciario adulto, a veces la familia completa, padre, madre y abuelos, sobre todo en la órbita del narcotráfico. Por lo tanto son jóvenes que vienen con un daño emocional muy severo, con carencias afectivas importantes y de todo lo que tiene que ver con su desarrollo desde el punto de vista de la educación y la sociabilización. En ese caso eso es lo primero que hay que focalizar y en función de ese daño emocional y de sus consecuencias se realiza un diagnóstico personalizado para ver de qué manera se empiezan a cubrir y a levantar todas esas necesidades que vienen de mucho tiempo atrás.

EC —¿Qué porcentaje de la población del Inisa ingresaría en esta categoría, la más severa?

GF —No le puedo dar un porcentaje, pero la mayoría vienen de situaciones de mucho sufrimiento, de muchas carencias, y es lo que recibe el sistema.

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