EC —Usted renunció al cargo de vicepresidente y después de la polémica política que se suscitó en torno al subsidio que se le había aprobado, renunció también a cobrar esa mensualidad. ¿Cuál es su ocupación actual?, ¿de qué vive?
RS —Primero, como dije ayer, yo no estoy en la política por los cargos. Si todo este proceso terminara con que la jueza determinara que no estoy habilitado para ocupar cargos por un determinado período, no me va a cambiar en nada eso, porque yo no entré por los cargos en la política ni estoy en la política por los cargos.
EC —Pero ¿va a seguir haciendo política?
RS —Voy a seguir haciendo política, estoy trabajando mucho en propuestas que tienen que ver con este gobierno y con el gobierno que viene, porque creo que debemos profundizar un proyecto de izquierda en el Uruguay y hay medidas que hay que tomar ahora para que eso sea posible. Tenemos que terminar de eliminar las vulnerabilidades que tiene un sector de la población todavía, sobre todo en materia de vivienda y de educación. En América Latina la izquierda ha ido perdiendo terreno. Si eso llegara a ocurrir en Uruguay, ¿qué es lo más grave que puede pasar? ¿Que los 3.000 o 4.000 cargos de gobierno se queden sin trabajo? ¿Que los militantes de izquierda que están en el gobierno se queden sin trabajo? ¿Eso es lo más grave? No. Lo más grave que puede pasar en el Uruguay, si hubiera un cambio político, es que hay determinados sectores de la sociedad que todavía son vulnerables a un cambio de orientación política en el país. Me refiero que donde ha ganado la derecha han llevado adelante procesos, cambios importantes que terminan afectando a los sectores más vulnerables. Hay cambios de la legislación laboral, cambios en los sistemas jubilatorios, reformas laborales, desinversiones, privatizaciones. Ha pasado en Argentina, ha pasado en Brasil. Entonces, ¿se han tomado los recaudos necesarios para que ese sector más vulnerable de la sociedad quede fortalecido frente a un posible cambio político? Porque solo con el salario no se arregla.
EC —Ese es uno de los temas en los que está trabajando.
RS —Sí, porque necesitamos una política de vivienda, y lo estamos planteando para esta discusión de la rendición de cuentas. Consideramos que el gobierno en esta última etapa debe atender esas vulnerabilidades para garantizar fortalezas y blindar a un sector de la sociedad que todavía es vulnerable. Y la mejor forma de blindarlo es con una buena política de vivienda para un sector que todavía está muy desprotegido desde el punto de vista habitacional, y con oportunidades y posibilidades en el área de la educación porque la mejor manera para defenderse en la sociedad es a través de sus propios conocimientos.
EC —Usted entonces sigue haciendo política, sigue liderando su agrupación, que se ha visto menguada, usted ha perdido gente, dirigentes, parlamentarios…
RS —Sí, pero eso va y viene.
EC —¿Va a ser candidato, si es posible, si legalmente está habilitado?
RS —Si es posible, sí, si mis compañeros me quieren llevar de candidato, sí, cómo no. Voy a seguir haciendo política.
EC —¿No entiende que eso puede ser perjudicial para el FA en cuanto a imagen en la próxima campaña electoral, teniendo en cuenta todo lo que usted significa hoy?
RS —Creo que el FA en la próxima campaña nos va a necesitar a todos. A todos. Tenemos que fortalecer los niveles de unidad del Frente. Y quiero dar un mensaje: primero, lo que me ha tocado vivir en el último período no le ha tocado vivir a nadie en el Uruguay, a ningún político le han hecho lo que me hicieron a mí. Desde el punto de vista de la vida personal y de la vida familiar fue un verdadero shock, no sé si la gente es capaz de percibir cómo puede afectar desde el punto de vista personal a una familia y a un individuo que lo escaneen y lo incineren públicamente como ocurrió conmigo en los últimos dos años. Quiero decir que a pesar de esa situación me siento con absoluta fortaleza para seguir pensando en el futuro. Y estoy pensando en el futuro, no estoy pensando en lo que pasó. Estoy pensando en el futuro y voy a seguir haciendo política porque lo que no midieron o con lo que no contaron es que a pesar de todo eso, soy fuerte para enfrentar esa situación.
EC —¿Usted está trabajando hoy?
RS —Estoy trabajando con mis compañeros en la elaboración de todo esto. Me imagino que la pregunta es de qué vivo, quién me paga los ingresos o quién me sostiene. Me ayudan y me sostienen mis compañeros.
EC —Su grupo político lo está apoyando desde el punto de vista de sus gastos.
RS —Sí, porque tenemos una solidaridad del conjunto y tenemos una especie de aporte interno. Creo que hay que trabajar en esta propuesta, porque hemos recargado el costo de las políticas sociales sobre el sector medio de la sociedad, y hay que pensar cómo vamos a otro esquema de recaudación. Hay un informe muy interesante de un economista que se llama Mauricio de Rosa sobre la concentración de la riqueza en el Uruguay, es interesante cómo se fue dando. La concentración de la riqueza no ha parado, los ricos tienen muchas formas de evadir la recaudación. Entonces tenemos que buscar aliviar la carga tributaria del sector medio de la sociedad e ir a que los ricos pongan la parte que tienen que poner para que podamos sostener las políticas sociales que hay que sostener y hay que defender.
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Transcripción: María Lila Ltaif
