EC —A propósito de Ancap y su reestructura la entrevista podría ser muy larga porque tiene muchos negocios. Le propongo que nos detengamos en un rubro que en estos últimos meses ha dado mucho que hablar, por la conflictividad. Una de las divisiones que el directorio de Ancap pretende transformar es Cemento, un negocio que desde hace años se trata de mejorar, sin éxito. El año pasado tuvo un déficit de US$ 12,3 millones, que implicó una mejora, porque el año anterior la pérdida había sido más alta, de US$ 27 millones. El directorio de Ancap aprobó un Plan de Sustentabilidad con el objetivo de liquidar las pérdidas, de lograr una posición más ventajosa en el mercado. Una de las medidas era la reducción de las guardias mínimas en la planta de Minas, y eso generó un conflicto con la Federación Ancap que implicó que la planta quedara sin operar, sin actividad, durante tres meses. Hace pocos días se llegó finalmente a un acuerdo.
MJ —Sí. En primer lugar, creo que hay que reconocer que mejoró, mejoró mucho, porque reducir las pérdidas un 50 %… Cuando presentamos el Plan de Sustentabilidad creo que ni nosotros creíamos que lo íbamos a poder llevar a cabo, porque implicaba cambios en la forma de trabajo bastante drásticos. Creo que eso se llevó adelante bastante bien, mucha de la gente que era tercerizada lo acogió bien, en una negociación muy buena que hicimos con el Sunca. Entonces creo que hay que poner una ficha a que vamos a poder salir adelante. Creo que quedó muy claro que para salir adelante lo tenemos que hacer juntos los administradores, la dirección y también los trabajadores.
EC —Finalmente en el acuerdo se redujo la guardia mínima por turno en el esquema que proponía el directorio, de cinco a tres personas.
MJ —Terminó en una discusión sobre la guardia mínima, pero lo que se discutía en realidad era la forma de trabajo. No había que mirar la guardia mínima sola, había que hacer ingresos, en qué condiciones se hacen esos ingresos, que son ingresos para reemplazar gente que está en áreas productivas, y hay una gran cantidad de jubilaciones, entonces de qué forma entran, dónde entran, cuándo entran.
EC —Ese es un aspecto que a la población le llamaba la atención, teniendo en cuenta los problemas por los que ha venido atravesando esta división, que el acuerdo incluyera la incorporación de personal.
MJ —Lo que pasa es que los molinos solos tampoco funcionan, entonces hubo toda una negociación sobre cómo hacer entrar esa gente ya dentro de un nuevo esquema, del Plan de Sustentabilidad, y finalmente nos pusimos de acuerdo.
EC —Se pusieron de acuerdo… Pero quedaron las pérdidas en el camino. Yo mencionaba las cifras que la propia ministra de Industria, Energía y Minería manejó: se perdieron US$ 3,5 millones por la inactividad en estos meses en la planta de Minas. ¿Cómo impacta esto en el plan que tenían ustedes para este año?
MJ —Es algo muy serio.
EC —¿Cuál era el objetivo para este año?
MJ —El objetivo era llegar al equilibrio a fin de año.
EC —¿Entonces?
MJ —Nos queda medio año para ver cómo remontamos este tropezón. Creo que lo más importante es el mensaje de que nosotros no vamos a llevar adelante ninguna acción que nos embrete en un camino de no sustentabilidad. Entonces no importa si el equilibrio llega el 31 de diciembre o el 31 de marzo, ese no es el gran problema, el problema es reconocer que el negocio tiene que ser sustentable o no hay negocio.
El otro tema que creo que hay que incorporar a la mesa es que estas decisiones no son estáticas, porque la competencia también se mueve. Ahora estamos viendo cómo recuperar a los clientes que se vieron defraudados porque Ancap no les entregó en tiempo y forma. Es un tema serio, un tema de cambiar la cabeza y de que todos se sientan partícipes de esto. Si no tiramos todos para ese lado, no hay negocio.
