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Entrevista, miércoles 23 de mayo: Marta Jara

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EC —A eso iba con una de mis preguntas: ¿la relación entre el directorio y la Federación Ancap madura?, ¿usted entiende que está madurando? Usted empleó ese término hace un rato para otra cuestión. ¿Se está avanzando hacia una relación más madura? Porque acá tenemos un gremio que pisa muy fuerte y que toma medidas muy drásticas; no estamos hablando solo de la paralización de la propia planta de Minas de cemento, estamos hablando de las medidas que se tomaron con respecto a la distribución de combustible, con las consecuencias que tuvieron en la población, en un fin de semana largo además, etcétera. ¿Puede haber un diálogo civilizado con el sindicato?

MJ —La propia ministra en algún momento dijo públicamente que algunas de las medidas parecen desproporcionadas. Han afectado cosas como el combustible de aviación. Eso es muy serio, porque son mercados muy sensibles, muy sofisticados. Además muchas de estas medidas afectan a otros gremios, a muchos otros trabajadores. En este caso el sector turismo, los pisteros, la gente que trabaja en las estaciones de servicio, la gente del Sunca que trabaja en las plantas de cemento. Me gustaría que la relación fuera mejor, pero no tenemos otra opción que apostar al diálogo, son nuestros trabajadores y en este momento están representados por este gremio, por estos dirigentes que son nuestros interlocutores. No tenemos otra que seguir dialogando.

EC —Pero ¿este tema en particular se dialogó, el tipo de vínculo?

MJ —Tratamos de hablar de este tema también, pero las pruebas son las que son. Se dice que ningún gremio puede llevar adelante reivindicaciones si de alguna forma no tiene detrás una sociedad que lo apoye. Y nosotros sentimos que muchas de estas medidas son demasiado antipáticas con la sociedad y con el conjunto de los trabajadores.

EC —¿Ustedes están apelando a la sociedad para que también incida en estas discusiones?, ¿algo de eso?

MJ —Creo que Ancap es demasiado importante como para que estas discusiones sean todas a puertas cerradas. Y además, si hablamos de medidas desproporcionadas, de que se tome de rehén a toda una sociedad…

EC —¿Cómo se hace para reencauzar este rubro, esta división de Ancap? ¿Cómo venía la distribución del mercado? Según los últimos datos que yo tenía, Cementos Ancap contaba con el 45 %, otro 45 % le correspondía a la privada tradicional, Cementos Artigas, y luego se había incorporado Cimsa, Cemento Charrúa, de Godín y Lugano, con un 10 %, que es importado. ¿Cómo hace Ancap para plantarse en este escenario que incluso tiene novedades, habiendo salido de esta experiencia ahora?

MJ —Hay todo un trabajo comercial de hablar con los clientes, de convencerlos para que confíen y apuesten a Ancap. Un elemento que puede jugar a favor es que está repuntando la demanda, sobre todo con el tema de infraestructura; vemos que eso puede ayudarnos. También hay mucha demanda en la Mesopotamia argentina. A nivel regional el tema infraestructura es un motor muy fuerte que beneficia a la industria del pórtland.

EC —¿Y el factor precio? Porque uno de los análisis que se han hecho a propósito del mercado del cemento pórtland en Uruguay es que la ineficiencia de Ancap estaba castigando a la sociedad. Ancap estaba operando con precios altos que se trasladaban a todo, a la construcción de una casa, a la construcción de un apartamento, a la construcción de una carretera. Y que al mismo tiempo beneficiaban notablemente a la competencia, que es más eficiente.

MJ —De hecho, es un producto que está en competencia. ¿Y qué pasa cuando los precios son demasiado altos en cualquier industria? Entra un nuevo jugador, alguien dice “ah, mirá qué buen negocio”. Eso es lo que está pasando porque se está instalando una tercera planta en Treinta y Tres que estará operativa en dos años.

EC —El otro jugador aprovechaba los precios altos de Ancap en su beneficio. ¿Usted dice que ahora con el tercer jugador esto podría cambiar?

MJ —El mercado no crece demasiado, por eso es tan importante que seamos sustentables y competitivos. Y como digo, no es una ecuación estática, si empieza una pelea por el mercado, es una guerra de precios que Ancap no puede ganar.

EC —Ese es el punto.

MJ —Esas son las cosas. A veces cuando usted me pregunta qué pasa con nuestro sindicato… me gustaría que las discusiones fueran más estratégicas, que miráramos desde Ancap como un todo cuáles son las verdaderas amenazas y cómo hacemos para resolverlas en conjunto.

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