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Entrevista, miércoles 28 de febrero: Rodolfo Nin Novoa

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EC —Hay dos visiones…

RNN —Hay dos visiones.

EC —Eso es bastante claro desde hace tiempo.

RNN —Sí.

EC —Usted ahora lo está reafirmando, toma este ejemplo para pasarlo en limpio y decir “ta, ya es indiscutible”…

RNN —Sí.

EC —Es una realidad con la que hay que convivir.

RNN —No, que hay que administrar.

EC —Y que a usted en particular le ha tocado administrar.

RNN —Sí, me ha tocado, y yo me muevo en función de mis convicciones en acuerdo con el presidente de la República y con la mayoría del Consejo de Ministros. Yo informé el lunes en el Consejo de Ministros las razones por las cuales habíamos llevado adelante esta posición y no hubo una sola objeción; tampoco era el tema del consejo, pero podía haber habido algún atisbo.

EC —Usted dice que ningún ministro, ningún colega de gabinete manifestó objeciones.

RNN —Ninguno.

EC —Porque supongo que con el presidente Vázquez ya lo había discutido…

RNN —Sí, sí, por supuesto.

EC —El tema podía ser qué dirían otros ministros.

RNN —Por supuesto. Pero, primero, el Uruguay se mueve dentro de las organizaciones institucionales regionales. El Grupo de Lima fue creado cuatro o cinco días después de que el Mercosur tomara la decisión de suspender a Venezuela. A partir de ahí, con una serie de malos entendidos, de invitaciones frustradas y qué sé yo, el Uruguay no era invitado al Grupo de Lima, hay que decirlo con toda claridad. Nosotros tomamos esta decisión un sábado de agosto y el martes o el miércoles se iba a reunir el Grupo de Lima; el día anterior, por intermedio del canciller argentino se me invitó a ir a la reunión de Lima, y nosotros habíamos decidido en el Mercosur que fuera la presidencia pro témpore y que explicara la decisión que habíamos tomado respecto a Venezuela. Es la decisión más institucional que se ha tomado respecto a Venezuela en el continente.

EC —Permítame profundizar un poco en aquellos antecedentes. Usted está diciendo que el Grupo de Lima no convocaba a Uruguay…

RNN —Exactamente.

EC —¿Por qué no lo convocaba? No lo convocaba porque Uruguay, hasta ese momento, había tenido una posición…

RNN —… de diálogo…

EC —… de reticencia a las sanciones a Venezuela en el Mercosur.

RNN —Exactamente.

EC —Había frenado los intentos, que ya tenían meses y meses, de otros gobiernos, Argentina, Brasil, etcétera, para que se suspendiera a Venezuela. Uruguay…

RNN —… apostaba al diálogo, a la oportunidad, a darle una oportunidad para que incorporara la normativa vigente del Mercosur. Porque era esa la discusión, que no estaba incorporada, hasta que al final, cuando se decide suspender a la Asamblea Nacional y convocar a las elecciones de la constituyente, ahí en Buenos Aires comenzamos la discusión de que ese era un tema demasiado grave, que obligó al presidente Maduro –no sé si a nosotros– a rever esa situación que además demostraba que el Poder Judicial estaba subordinado al Poder Ejecutivo, porque fue el presidente Maduro el que dijo “sancionen” y después dijo “retiren la sanción”. En consecuencia, el Uruguay siempre ha apostado al diálogo.

EC —Ahí sí Uruguay dijo “está bien, vayamos a la suspensión de Venezuela en el Mercosur”. Pero no invocando la cláusula democrática.

RNN —¿De la OEA? No.

EC —No, ni las cláusulas democráticas Mercosur. Se fue más por cuestiones de tipo administrativas.

RNN —Por cuestiones administrativas, porque era lo que estaban planteando. A nosotros nos parecía que excluirla por las cláusulas democráticas era menos eficiente que dejarla para tratar de colaborar con el pueblo venezolano en una salida pacífica y democrática de la situación que estaba viviendo.

EC —Finalmente se resuelve la suspensión.

RNN —Finalmente se resuelve la suspensión.

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