EC —Ese es un primer factor que está incidiendo. Por otro lado está la discusión sobre cuál es el camino más adecuado para lograr la pacificación de Venezuela. El PCU, el PVP, CG, el MPP insisten en que resoluciones como esta de la OEA no ayudan, sino que más bien acorralan al gobierno de Maduro, y convalidan –acá aparece otro factor– la presión y la injerencia propiciadas por el gobierno de Estados Unidos.
RNN —Puede ser que haya presión de Estados Unidos, pero nosotros no actuamos al son de la música de Estados Unidos. Y eso que se nos acusó de eso, además.
EC —Sí, por eso, está permanentemente en el discurso.
RNN —El propio Maduro dijo que nosotros coordinábamos con el Departamento de Estado para desestabilizar. Nosotros… yo.
EC —¿En qué quedó aquella acusación?
RNN —En nada, le pedimos una ratificación o una rectificación y no hizo nada.
EC —Usted convocó al embajador de Venezuela para pedirle explicaciones al respecto, le presentó un escrito… ¿Y después?
RNN —Nada, no pasó nada. Después de eso nos llamaron para ver si podíamos colaborar en la facilitación del diálogo, y olvidando ese agravio le dijimos que sí, con lo cual demostramos enfáticamente, nuevamente y por enésima vez, que lo que queremos es el diálogo en Venezuela y que si somos un factor que puede ayudar a dialogar, lo hacemos. Nos reunimos en una asamblea de OEA que se realizó en México, allí tuvimos la primera reunión, intercambiamos varios puntos de vista, pedimos información, nos dieron información, quedamos en una nueva convocatoria que, igual que la retractación o la rectificación de los dichos del presidente, quedó en nada.
EC —Pero está esta parte de la discusión, si con una resolución como esta se ayuda o no, si se está contemplando o no el hecho de que incluso hay partidos de la oposición venezolana que entienden que este es un paso que sirve. Hay partidos de la oposición que han decidido participar en estas elecciones aunque tengan limitaciones, como ocurrió en Uruguay a la salida de la dictadura.
RNN —Son dos cosas totalmente distintas, perdóneme. Cuando nosotros aceptamos en el Uruguay ir a las elecciones con proscritos, Wilson Ferreira Aldunate, Líber Seregni y varios más, muchos más, era porque la dictadura se iba. Aquí hay proscritos y Maduro no se va, no es que Maduro esté negociando su salida. Son dos cosas totalmente diferentes.
EC —Otra queja que se le plantea desde estos sectores del FA…
RNN —Las conozco todas, eh.
EC —Yo las tengo anotadas acá. ¿Por qué la OEA (y Uruguay) no se plantan de la misma manera ante situaciones de otros países que también son preocupantes desde el punto de vista democrático?
RNN —Cuando la OEA lo plantee nosotros estaremos, pero nosotros no tomamos esta iniciativa.
EC —Se menciona el ejemplo de todo lo que ocurrió en Brasil, para citar un caso.
RNN —Nosotros no hacemos cruzadas contra ningún país. Cuando las autoridades de la OEA, que es quien nos gobierna, deciden hacer una convocatoria de sus representantes permanentes para discutir algún tema, allí damos el debate, pero no tomamos la iniciativa en forma de cruzada para salir a denunciar. No somos censores de nadie y miramos con la mayor objetividad posible los hechos que suceden en la región.
EC —Otro ejemplo que se cita: el muro que Estados Unidos, miembro de la OEA, proyecta construir en la frontera con México, con la oposición de México.
RNN —Eso ya lo hemos rechazado en innumerables oportunidades, no solamente la Cancillería y el canciller, el propio presidente de la República ha hablado en contra de esto. Por supuesto que es una pésima señal, que es horrible, es espantosa, pero hay muros en muchos lados en el mundo y creo que, como dijo alguien, lo que precisamos son puentes, no muros.
EC —Sí, pero el planteo es “y la OEA no hace nada”.
RNN —México podría plantearle a la OEA que convocara una reunión para hablar del muro que se está levantando en su frontera con Estados Unidos.
EC —Otro punto más: ¿por qué la OEA tolera, y Uruguay en la OEA tolera, las sanciones económicas que Estados Unidos, miembro de la OEA, le está aplicando a Venezuela?
RNN —A personas básicamente y a organismos americanos que les impiden tomar deuda. Por supuesto que también estamos en contra de eso, como estuvimos siempre en contra del bloqueo contra Cuba.
EC —La delegación de Venezuela, cuando vota en contra de esta resolución el viernes, recuerda el artículo 20 de la Carta: “Ningún Estado podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de este ventajas de cualquier naturaleza”.
RNN —Las sanciones que se le imponen no necesariamente implican que el gobierno venezolano pierda autonomía o soberanía, porque sigue haciendo lo que básicamente desea.
