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Entrevista, miércoles 28 de febrero: Rodolfo Nin Novoa

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EC —Hablemos de la apertura comercial, un frente que a la Cancillería la tiene ocupada y en el que al Uruguay le va la vida, a la producción nacional le va la vida. Está desarrollándose en Asunción una nueva ronda de negociaciones Unión Europea-Mercosur por el tratado de libre comercio, vieja negociación, muy vieja negociación. Hay quienes sostienen que ahora sí se está en la recta final. ¿Cuál es su impresión?

RNN —Yo también tengo esa impresión de que estamos en la recta final y si no acordamos en esta oportunidad me parece que va a ser un tema que va a pasar al archivo.

EC —¿Sí? ¿Es la última?

RNN —Me parece que sí. Pasa que además tenemos una agenda de inserción externa del Mercosur que está bastante rica, porque el próximo 9 de marzo, el otro viernes, vamos a comenzar las negociaciones con Canadá. Concomitantemente, ya hemos tenido tres reuniones con EFTA, que son los cuatro países de Europa que no son parte de la Unión Europea. Estamos en conversación con Corea del Sur, sus ministros ya tienen mandato gubernamental para negociar y estamos viendo los términos de referencia. Japón también está interesado en acercarse al Mercosur, incluso hubo una nota periodística larga este fin de semana sobre eso. En consecuencia, me parece que todos esos elementos hacen que la Unión Europea mire con cierta premura el tratado…

EC —Ah, usted ve esos intereses por negociar acuerdos con el Mercosur como una presión que se le suma a la Unión Europea.

RNN —Sí; no digamos presión porque puede…

EC —Puede complicar el debate interno, sí.

RNN —Pero puede ser un acelerador. Y más, y va a haber otros países u otros bloques de países que van a decir “si ustedes le dan esto a la Unión Europea, ¿por qué no nos dan a nosotros también esta posibilidad?”. Discutiremos.

EC —¿Reino Unido también está en la lista?

RNN —Reino Unido está en la lista también.

EC —Teniendo en cuenta que el Reino Unido sale de la Unión Europea.

RNN —El Brexit. Entonces la agenda es rica, hemos acordado las cosas grandes, hay que acordar ahora las cosas chicas dentro de las cosas grandes.

EC —¿Eso en la negociación con la Unión Europea?

RNN —Con la Unión Europea. Es lo que están discutiendo en Asunción en estos momentos. Ahí están nuestros negociadores, no está solo la Cancillería, vamos a decirlo. Están la Cancillería, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Industria, en oportunidades está el Ministerio de Salud Pública, en otras está el Ministerio de Medio Ambiente, en fin. Todo el gobierno está negociando, no es la Cancillería únicamente. La Cancillería coordina, negocia, ordena, lidera.

EC —Ahí está respondiendo algunas críticas o algunos temores que se han planteado dentro del FA…

RNN —No, no estoy respondiendo nada, estoy constatando un hecho.

EC —… si la Cancillería tiene suficiente equipo como para negociaciones de esa envergadura.

RNN —Eso es una… a ver cómo podría decirlo diplomáticamente para no ser muy duro… Eso es muy diminutorio de los equipos, del personal de Cancillería y de los otros personales, de Economía, de Agricultura. Hay gente de todos lados. Creo que el Uruguay ha hecho un buen equipo negociador, que comenzó con Chile –porque hacía tiempo que no teníamos, desde que hicimos el acuerdo con México–, se va consolidando con la Unión Europea y sigue, seguirá adelante con otros países o con otros bloques. Así que desde ese punto de vista no tengo ninguna duda de que estamos negociando bien, y la muestra quizás son las notas y los apoyos que recibimos del sector privado.

EC —Es ahora o nunca, decía usted. Pero también es cierto que las condiciones han ido cambiando con el correr de los días, siempre aparecen planteos nuevos del lado de Europa.

RNN —Sí, van apareciendo planteos nuevos. Nos dijeron “nosotros estamos en condiciones de darles la oferta de carne y etanol que había quedado para atrás en la primera instancia cuando ustedes lleguen al 90 % de los bienes transables ofrecidos en canastas o en cuotas”. Llegamos al 90 % en el propio Buenos Aires, fue un trabajo que hizo la Cancillería de Uruguay además, negociadores uruguayos analizaron renglón por renglón casi y pusimos los duraznos en almíbar, el whisky, los limones, el vino y no sé cuántas cosas más y llegamos al 90 %. Ahora con esto tenemos que ver qué les damos, no cumplieron. Por eso fue que en Buenos Aires fracasamos, porque ellos se comprometieron a darnos allí y no lo pudieron o no lo quisieron hacer.

A renglón seguido empezaron otra vez las negociaciones… Cuando presentamos eso dijeron “ah, pero faltan los lácteos”. A nosotros nos pidieron el 90 %, además los lácteos son una línea roja para nosotros por dos motivos, primero, porque el sector lácteo está pasando por una situación compleja en Uruguay y en muchas partes del mundo por la caída de los precios de la materia prima, de la leche en polvo fundamentalmente, pero además porque nosotros no podemos competir con los subsidios europeos. Es una negociación muy despareja en ese sentido y por eso para el Uruguay es línea roja. Acá lo único que podemos dar es una pequeñísima cuota en quesos que no producimos, nada más. Entonces no sigan pidiendo lácteos porque no vamos a tener acuerdo.

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