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Entrevista, miércoles 9 de mayo: Constanza Moreira

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EC —Pero después remataba: "Si nos convertimos en almejas, ¿a quién le vamos a vender nuestra producción?"

CM —Yo sigo sin entender cómo los uruguayos no entienden que el Uruguay está abierto al mundo desde la época de Hernandarias. Artigas luchaba por el comercio libre para impedir la monopolización del comercio nuestro. El Uruguay está abierto al mundo, el porcentaje de lo que Uruguay exporta, yo miraba a Brasil y exporta el 12 %, el Uruguay exporta el 20 % de su producto, entre lo que exporta, importa y la inversión externa que recibe tiene el 40 % de sus productos. El Uruguay está abierto al mundo, no solamente está abierto al mundo, sino a la mesa del lunes: desde que el Frente Amplio entró al gobierno, el Uruguay se abrió más al mundo. En el 2005 nosotros comerciábamos con Estados Unidos, Argentina y Brasil, porque vino la crisis del 2002; se desplomó la región y el Uruguay se cayó. Usted ve cómo es la crisis ahora en la región, usted ve cómo le está yendo a Brasil, cómo le está yendo a Argentina, y el Uruguay no zozobra porque diversificó enormemente su apertura al mundo.
Abrirse al mundo no quiere decir "no ser precisos" en lo que queremos abrir y en lo que no. Interponer nuestra capacidad negociadora siempre que podamos, no siempre se puede poner la capacidad negociadora, yo eso lo puedo entender. Nosotros no podemos firmar acuerdos con formato Uruguay, pero sí se puede negociar mejor. En el 2005…

EC —Bueno, justamente el canciller Nin Nova destacaba que hay una especie de formato Uruguay en la negociación con Chile y hemos obtenido, se incluyeron asuntos que no eran los habituales en este tipo de tratados.

CM —Para mí son genéricos. Lo del dumping, también se incluyeron capítulos sobre igualdad de género para impedir el dumping, sí, todo eso está muy bien. Son bastante declarativos, en cambio la letra negativa de la cláusula trinquete son precisos. A mí me parece muy bien que se incluya, lo que digo es que no hay que trivializar el tema de fondo, no es entre aperturistas y proteccionistas. Esa discusión no está. Lo que hay que entender es que el Uruguay para desarrollar ciertos componentes de su industria nacional, menciono el software y la forestación, el Uruguay aplicó políticas especiales. Al software le sacó el IRAE y a la forestación le dio grandes exoneraciones. Ahora, el Uruguay de la vaca de principios del siglo XX no sabía que iba a ser un país forestal. Si el Uruguay de la vaca del siglo XX hubiera firmado un acuerdo en el cual aquello que no se estaba desarrollando ya lo dejaba afuera del mercado de la protección no podría haberle sacado el IRAE al software, por ejemplo. Eso es lo que estamos cuidando.

Si usted me dice: "Mire, no hay más remedio que negociar porque se nos viene la noche". Tenés un TLC con Chile, no es que se nos venga la noche. Finalmente termino recordando que en el 2005 el Uruguay firmó un tratado de protección de inversiones recíproco con Estados Unidos, imagínese que de la protección de inversiones de Estados Unidos a acá, porque qué inversiones tenemos nosotros en Estados Unidos. El Parlamento le dijo: "El tratado así no. Revisalo y cambialo". Termino diciendo para la mesa del lunes: hay un conflicto en este momento con las farmacéuticas, con Farmashop, etc. porque el gobierno intentó colocarles algunas restricciones con respecto de la cantidad, del radio de acción. ¿Qué hicieron estas farmacéuticas? Se fueron a los tribunales arbitrales internacionales y ahí nos están pegando todos los días como Phillip Morris. ¿Usted sabe lo que le salió al país lo de Phillip Morris? Justamente, ¿cuándo terminamos nosotros negociando en los tratados internacionales con abogados costosísimos, donde en general las multinacionales tienen todo para ganar? Cuando los tratados nos impiden la política pública. Es lo mismo que pasó con la marihuana en la farmacia, con la política del tabaco. ¿Qué es lo que estamos defendiendo? El margen del Uruguay para desarrollar política pública, y esto no tiene nada que ver con cerrarse como una almeja. El Uruguay está abierto al mundo desde la época de Hernandarias. Esa no es la discusión.

EC —Ha habido planteos más contundentes, como el de Nicolás Albertoni que ha dicho: "Es como proteger a un niño dejándolo encerrado. Obviamente va a estar protegido y seguro pero va a ser más vulnerable cuando salga al mundo. No hay incentivo para la innovación"…

CM —Pero por favor, tenemos un tratado de libre comercio con Chile, ya lo tenemos.

EC —Bueno, justamente. Ahora termino con el economista Fernando Isabella, socialista que integra la oficina de planeamiento y presupuesto, escribió en la diaria una de las tantas columnas que se han publicado sobre este debate en los últimos días. Y él dice: "Uruguay ya tiene con Chile una total liberalización en materia de comercio de bienes, por lo que los impactos de este acuerdo solo irían por la vía de los servicios, área en la que el país se ha mostrado especialmente activo en las últimas décadas. Además ya tiene un acuerdo de promoción y protección de inversiones, y un acuerdo de compras públicas, todo eso no está en discusión en este caso. Por lo tanto, lo que está en juego en términos comerciales en este acuerdo concreto es realmente poco". Eso, de algún modo, contesta la pregunta que usted hacía con respecto a lo que está en juego en términos comerciales. "Lo más relevante", dice Isabella, "es el mensaje para el futuro y la lectura política que se hará de esta resolución". Vuelve sobre eso en el final de la nota, concretamente, y dice: "Dar la señal de que la fuerza política de gobierno rechace un acuerdo largamente negociable trabajado por su propio gobierno, implicaría una enorme señal de debilidad de este, que afectaría la posición regional de Uruguay, tendría repercusiones en todo el tablero regional".

CM —Bueno, frente al argumento de "cerrado como una almeja" prefiero discutir en estos términos. Isabella dice que el comercio de bienes ya lo tenemos liberalizado con Chile, el tema ahora son los servicios. El mercado de servicios en el mundo es lo mismo que el mercado de patentes y de nuevo va este mensaje para la mesa del lunes: son mercados altamente concentrados. No sé si alguien se le escapa, o duda, de que el mundo tiene una concentración económica sideral y va camino a cada vez más concentración donde en la industria farmacéutica ahora está Europa peleando con Google y Amazon para poder colocarle impuestos a todo el comercio electrónico. Europa se está protegiendo también respecto de estos gigantes de Estados Unidos, hay juicios sobre la monopolización de áreas enteras de la vida; la gente tiene que entender que el mundo es así: hay monopolizadas áreas enteras de la vida. Sudáfrica tiene que pelear las patentes para los medicamentos contra la tuberculosis resistente, contra las grandes multinacionales porque India la fábrica barata, pero como Sudáfrica patentó con otras multinacionales europeas ahora está, por suerte lo ganó, en grandes litigios porque se hace una gran cantidad de plata en el mundo con la enfermedad de los humanos.
Entonces, Isabella dice: "no es muy importante lo que está en juego con Chile, por tanto los beneficios del TLC no es lo que trasparece en esta discusión"…

EC —Lo más relevante es el mensaje para el futuro y la lectura política…

CM —Bueno, entonces ya dejamos de hablar del TLC con Chile. Yo me niego porque creo que la sustancia del asunto sigue siendo importante siempre en toda discusión y no la manera en que discutimos, porque es lo que me impresiona: siempre estamos discutiendo sobre cómo discutimos, pero sobre qué estamos discutiendo, sobre el TLC con Chile que no tiene grandes beneficios para Uruguay. ¿Entonces para qué lo firmamos? Esa es la pregunta. Después se pone en jaque la capacidad negociadora del Uruguay porque algunos sectores o partidos protestan y lo llevaron a un Plenario. Bueno, qué suerte que hay alguien que proteste. Está muy bien que la política pública sea discutida por los ciudadanos todo el tiempo, está muy bien, yo creo en eso y en que la mejor política pública que surge es la del conflicto, no la de la autoridad de los gobernantes sino la que surge con el conflicto. La política laboral y de la mujer surgieron por el conflicto donde estuvieron representadas las dos partes. Nosotros somos una voz en esta discusión, una voz que está siendo contestada más por la forma que por la sustancia, porque por la sustancia parece que nadie dice nada. Sobre la listas negativas y la cláusula trinquete nadie nos ha dicho nada…

EC —Sí, bueno, entrevistas sobre eso acá en este programa se han hecho y acá el canciller ha contestado punto por punto sobre ese asunto.

CM —Sí, lo leí todo. Leí todo. El tema del mensaje político hacia el futuro, yo también tengo mi mensaje político hacia el futuro: el Uruguay tiene que ser muy inteligente en materia de inserción internacional, tiene que pensar bien lo que hace, tiene que evitar meterse en problemas cuando no necesita meterse en problemas, porque si yo necesito negociar con un grande que me compra toda la producción y le cedo parte de mi política pública, esa es una historia; ahora, estoy negociando con Chile que tiene una estrategia de inserción internacional que es la opuesta a la mía, mi estrategia de inserción internacional fue darle al Mercosur. El Mercosur está en problemas pero todavía los productos de valor agregado se los vendo a Mercosur: Argentina y Brasil. A China…

EC —Y así andamos, sufriendo a cada rato por las situaciones que pasan esos socios por los que tenemos…

CM —Claro, pero hay una parte de la discusión que está siendo sustraída al debate y es que buena parte del problema que tenemos con el Mercosur y con otros países no tienen nada que ver las barreras arancelarias, que es de lo que trata esto, sino con las barreras no arancelarias de lo cual ningún tratado nos protege, sino las negociaciones que se hacen caso a caso. Emiliano, creo que seguimos dando vuelta en círculos sobre el tema de quién decide. Esto se ha transformado en una discusión sobre la democracia en Uruguay, nadie está desautorizando al gobierno, simplemente estamos dando una voz distinta sobre estos temas de política de inserción internacional a la voz de estos otros, que claro está la cuestión del canciller, pero yo no creo que el Uruguay tenga que integrarse al transpacífico y eso está en el programa de gobierno. Trump acaba de bajarse del transpacífico.

Creo que el Uruguay sí está en una inserción internacional donde privilegia a China, no está privilegiando a Japón, creo que el comercio del Uruguay con el llamado "Club de Lima", con Colombia, con Perú, con Chile, es insignificante. El Uruguay en este momento es Mercosur más China, la estrategia de inserción internacional pasa por ahí, no por hacer acuerdo de libre comercio con Chile, con Colombia o con Perú.

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Transcripción: Rodrigo Guerra

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