EnPerspectiva.uy

Entrevista, viernes 29 de junio: Wilson Cabrera

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Aclaremos qué es la ANPL. Capaz que al oyente se le confunde una cosa con la otra, la asociación con la cooperativa.

WC —Generalmente pasa, es bueno aclararlo. La ANPL es la gremial que agrupa a todos los productores lecheros del Uruguay, incluso acompañada por otras gremiales, como las gremiales de San Ramón, de Canelones, de Florida y alguna otra que se me escapa. Todas las gremiales lecheras, incluso algunas de las que no están firmando ahí, forman la Intergremial de Productores de Leche. La totalidad de las gremiales de productores del país acompañan a la ANPL en esta ocasión, estamos trabajando todos juntos. Se confunde con Conaprole, que es la Cooperativa Nacional de Productores de Leche, los productos que tomamos cada mañana, que es una cooperativa que formamos los productores de leche. O sea que los productores de leche estamos agremiados en un sindicato de productores y tenemos a la Cooperativa Nacional de Productores de Leche, adonde enviamos nuestra leche para ser procesada.

EC —¿Los miembros de la ANPL son todos remitentes a Conaprole?

WC —Los directivos sí, pero hay integrantes que remiten a otras plantas. Por eso es nacional, la ANPL tiene socios de todas las plantas, no importa si remiten a Conaprole o a otra planta.

EC —Ubiquemos el contexto más general. El sector lechero no atraviesa su mejor momento, aunque ha mejorado el valor del precio de leche que se paga en el mercado internacional. ¿Cómo define esta coyuntura, la de estos días?

WC —Veníamos de una crisis muy importante en los años 2015 y 2016, cuando estuvimos cobrando la leche 24, 25 centavos de dólar el litro; estábamos en 34, 35 centavos, pero al aumentar el dólar –nosotros cobramos en pesos–, hoy estamos cobrando alrededor de 31 centavos.

Se nos complicó. Sabemos que a la larga la suba del dólar va a ser buena porque el 70 % de la leche que se produce en el país va al mercado exterior y ahí conseguimos los dólares para cambiar en el mercado interno. A la larga la cooperativa nos va a retribuir, pero por ahora no hemos tenido aumento del precio de la leche. Al contrario, estamos perjudicándonos porque el 80 % de los insumos que tenemos los productores lecheros están en dólares. Entonces estamos pagando un 10 % de la suba del dólar, más una suba muy importante, del 30 %, de los productos alimenticios, los concentrados que les damos a las vacas, que de enero para acá subieron un 30 %. Estamos en una ecuación que es bastante crítica para nosotros.

EC —¿Usted dice que pese a que aumentó el dólar y por lo tanto en pesos mejora el ingreso por las exportaciones, la cosa para los productores no se ha acomodado o no ha mejorado?

WC —No ha mejorado; al contrario, por ahora empeoró, porque la industria todavía no nos ha trasladado el aumento del dólar.

EC —¿En el espectro de productores los que están más complicados son los pequeños? ¿Cómo es eso?

WC —Hay productores pequeños y grandes involucrados. En la cooperativa, que es el 70 %, 80 % de la leche del Uruguay, cobra el mismo precio un productor grande que un productor chico. Y los insumos, que los compramos en Prolesa, una empresa subsidiaria de Conaprole, tienen el mismo precio para el productor más chico y para el más grande. Hemos tratado de aunar los ingresos de todos los productores, según la leche que remite es lo que cobra y también conseguimos los insumos al mismo precio los chicos y los grandes. O sea que está bastante justificado el tema de la cooperativa, producir leche en el mundo es mucho mejor en una cooperativa que en una empresa particular. Por suerte en Uruguay tenemos a Conaprole, nos hemos amparado en esta cooperativa con la que todos colaboramos para que siga creciendo. También los funcionarios de Conaprole cumplen un rol importantísimo en este sentido porque son los que elaboran esos productos que cada día, cada mañana consumen los uruguayos. O sea que también tenemos buenos funcionarios en la empresa. El problema nuestro es con la gente del sindicato, que está continuamente, noche y día, los 365 días del año, complicándonos la cosa. Son un 5 % de los funcionarios.

EC —Vamos al conflicto puntual. La Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole se declaró en conflicto el 21 de junio y desde entonces se está trabajando a reglamento. ¿Se mantiene esa medida?

WC —Sí, esa medida se mantiene.

EC —¿Qué consecuencias tiene? ¿Por qué para ustedes esto ha sido todo un problema?

WC —Porque cuando empezaron las medidas, la noche del 21 de junio y el día 22 de junio, hubo un trancazo en el ingreso de la leche que iba de los tambos a las plantas. Los funcionarios no reciben todos los camiones, los van haciendo entrar cuando ellos quieren. Esa noche del 21 para el 22 hubo un atraso hasta de cinco horas de camiones que repetían el transporte de leche, porque cada camión por lo menos hace dos viajes a la planta. En uno se atrasa dos horas y media o tres, en el segundo tiene que esperar dos horas y media o tres, y al último tambo llega con cinco horas de atraso. Eso es letal, porque está forzando a atrasar los ordeñes, se enferman las vacas, es un problema constante que hemos tenido, el momento más crítico es cuando nos hacen paros. Además de los atrasos en la elaboración de los productos, en Montevideo escasearon los productos Conaprole, los distribuidores tuvieron que hacer cola en la planta de Conaprole, en el complejo industrial Montevideo, entonces salieron atrasados. Y cuando se agotan los productos nuestros la gente empieza a consumir otra marca. También nos pegan por ahí. Pero lo más complicado es cuando nos atrasan la llegada de los camiones al tambo.

Comentarios