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Entrevista, viernes 4 de mayo: Tabaré Viera

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EC —Mencionó al pasar el debate Sanguinetti-Marcelo Abdala de anoche en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de la República a propósito del marxismo, a 200 años del nacimiento de Marx. Fue un encuentro no frecuente, inesperado, raro. ¿Qué quiere decir esa participación del expresidente en un debate como ese? ¿Hay que ubicarla también en este contexto? ¿Es Sanguinetti haciendo fuerza en todos los ámbitos que aparecen?

TV —No, esto estaba acordado, pactado antes de que fuéramos a buscarlo y de que se diera esta noticia. Eso muestra la condición en que se encuentra Sanguinetti a sus 80 años. Está totalmente activo, escribiendo artículos, escribiendo libros, está en una etapa de producción literaria muy vasta –ahora está por sacar un nuevo libro–, dando conferencias en el mundo entero, viajando, aceptando este tipo de cosas sui generis, un debate sobre Marx en una facultad con alguien… Uno diría que un expresidente, dos veces presidente, que va a las conferencias a las que va, de pronto no está dispuesto a exponerse. Pero no, con toda humildad, pero con todas sus ganas, su capacidad, aceptó a ir a confrontar ideas y fue un debate espectacular, a sala llena. Eso muestra las ganas que tiene Sanguinetti de seguir poniéndoles su impronta a los grandes temas nacionales, tanto lo ideológico, lo filosófico como lo que tiene que ver con los problemas que tenemos los uruguayos, que hay que poner todo el impulso para solucionarlos. De eso se trata.

EC —Lo otro que esto demuestra, pueden decir algunos, es la debilidad del PC, la fragilidad del PC, que depende tanto de que alguien como el doctor Sanguinetti, con la edad que tiene y habiendo participado en política todo lo que lo hizo en su vida, tenga que seguir a la cancha.

TV —A ver, que el partido ha venido votando mal y que no ha encontrado nuevos liderazgos que unifiquen es un hecho de la realidad, no lo vamos a negar. Pero también es cierto que el partido tiene otros dirigentes y otras propuestas y que históricamente fue al lado de grandes figuras mayores que emergieron grandes figuras jóvenes, desde Batlle y Ordóñez con Baltasar Brum, con Grauer, con Manini, con tantos jóvenes en aquel momento, pasando por Luis Batlle Berres, toda la generación de los que se llamaron los jóvenes turcos, en la que nació el propio Sanguinetti, pero estaban Michelini, Batalla, el propio Jorge Batlle, Abdala, tantos jóvenes en aquel momento también. Es decir, los jóvenes también se forman –por lo menos es histórico en el partido– al lado de estas grandes figuras, que mientras están fuertes, vitales, ¿por qué prescindir de ellas? Yo diría que sería un pecado; al revés, no deberíamos prescindir de su experiencia, de su capacidad, de sus conocimientos, de sus contactos. Es imprescindible.

EC —En este cuadro falta introducir otro nombre: Ernesto Talvi. ¿Cómo figura en el análisis que ustedes están haciendo, en el posicionamiento de este movimiento batllista que están conformando?

TV —Vemos muy bien que haya gente que está dispuesta a entrar a la actividad política, que tampoco es un joven, porque tiene 60 años o más –digo joven para el Uruguay–. Lo vemos muy bien, bienvenido, ojalá que termine de lanzar su candidatura, le va a venir bien al partido, va a hacer un aporte desde otra óptica.

EC —Desde otra óptica, bienvenido, etcétera, pero ¿dónde ubicaría usted a Ernesto Talvi como precandidato en la interna colorada? Ustedes, por ejemplo, ¿podrían tenerlo a Talvi?

TV —Sí, con mucho gusto, podría ser. Tendríamos que seguir conversando. Por las conversaciones que hemos tenido con él, creo que no es lo que está plateando, él está planteando lanzar su candidatura absolutamente por fuera de cualquier estructura sectorial, dentro del partido pero fuera de la estructura sectorial.

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