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Horacio Terra Gallinal (1922-2016)
Recuerdo del valor y la grandeza de un demócrata

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Por Pablo Iturralde ///

El pasado 2 de mayo despedimos a Horacio Terra Gallinal, uno de los grandes de la historia reciente del Partido Nacional. Grande fue su figura y su contribución permanente al restablecimiento del orden democrático, incluso cuando ello resultaba extremadamente peligroso.

No es fácil elegir la faceta de Horacio que uno querría resaltar porque en todas las actividades y roles que desempeñó en su vida se destacó por igual. Excelente esposo, padre y abuelo, trasmitió los valores que pautaron su vida a su prolífica familia, vocación que ya evidenciaba con su permanente apoyo a la juventud militante de su querido Partido Nacional.

Como dirigente gremial combatió desde el inicio la dictadura militar. Inolvidable es el gesto de arrojo y valor que protagonizó cuando apenas comenzada la dictadura organizó la visita clandestina de Wilson en el año 1973: lo trajo en un vuelo privado desde Buenos Aires a su establecimiento de Young. Terra Gallinal nunca medía el peligro si de dar una mano a intereses mayores se trataba.

Como militante político dejó en alto los principios del Partido Nacional durante toda la dictadura, sin medir consecuencias personales, enfrentando la detención y el procesamiento como responsable del acto del Cine Cordón de 1980 y como orador en las elecciones internas en 1982, entre muchas otras.

Estaba siempre para lo que lo convocáramos, para lo que le pidiéramos. Horacio nunca nos decía que no. Reuniones de todo tipo, en casas de familia, con jóvenes nuevos, para aclarar conceptos, para afirmar valores, para darnos valor… Siempre estaba, y Wilson lo sabía. Por eso también fue uno de los nombres que se manejaron para la dura elección de 1984.

Pero, tal vez, correspondería subrayar la condición de Horacio en la que se resumió toda su bondad, su honestidad, su solidaridad, su franqueza: él fue también un gran amigo. De esos que se brindan por entero, de esos que no calculan resultados, de esos que no especulan, de esos que están cuando se pone en juego la vida.

Nos dejó su enseñanza, su cariño, su inteligencia, su imborrable recuerdo y marchó sin dudas al encuentro de Wilson, su entrañable amigo, a organizar reuniones y planificar acciones, ya no de lucha contra el autoritarismo sino de las que marcan el camino de la rectitud y de la dignidad de nuestro querido Partido Nacional.

¡Hasta siempre, Horacio!

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Sobre el autor
Pablo Iturralde (Montevideo, 1959), amigo de Horacio Terra y de su familia, es abogado, master en Políticas Públicas, diputado por el departamento de Montevideo, presidente de la bancada de diputados del Partido Nacional y secretario del Honorable Directorio del Partido Nacional. Fue dirigente de la Juventud de Por la Patria a la salida de la dictadura y en vida de Wilson Ferreira Aldunate.

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