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Palabras del embajador de Francia en Montevideo, Sylvain Itté, en la ceremonia de condecoración de Emiliano Cotelo como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras

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Video: Teledoce.com

Señoras y Señores,
Estimados amigos de Francia,

Es para mí un honor darles la bienvenida en esta casa a todos y particularmente a tantas personalidades del ámbito periodístico uruguayo, con motivo de la entrega de las insignias de Chevalier de l’ordre des Arts et des Lettres al señor Emiliano Cotelo.

Esta condecoración, creada en el año 1957 por André Malraux, es una orden ministerial que otorga el Ministro de la cultura y de la comunicación con el objetivo de recompensar a aquellas personas que se distinguen en los ámbitos de la cultura y de la comunicación, o por su contribución en la difusión de las Artes y de las Letras en Francia y en el mundo.

Nuestro homenajeado, sin duda, responde con creces a dichos criterios. Emiliano Cotelo proviene de un hogar muy típico uruguayo. Su padre, Ruben Cotelo, fue un gran periodista y un excelente crítico cultural; fue profesor y traductor de francés y de otros idiomas. En su casa, la cultura ocupaba un lugar central: la literatura, la música, las artes, impregnaron a su familia, y sus hijos crecieron en ese ambiente, rodeados de una impresionante biblioteca e innumerables discos de música. De esa biblioteca, Emiliano Cotelo adquirió su pasión por la lectura y, de aquellos discos, su melomanía.

De niño, Emiliano concurrió a la escuela pública. Fue recién en liceo que estudió en institutos privados, en el Crandon primero y más tarde en el Liceo Francés para cursar Preparatorios. Sus padres quisieron que también aprendiese idiomas, entre ellos francés, con una profesora francesa que vivía en su barrio, la Villa Colón.

El joven Emiliano, al culminar sus estudios secundarios, se inscribe en Facultad de Ingeniería. Con una fuerte vocación científica, aspiraba a recibirse de Ingeniero Civil. Pero la herencia periodística de su padre lo seduce a tal punto de abandonar su carrera ya avanzada y lo empuja lanzarse a una aventura, amateur al principio, en la radio del Sodre, y más tarde en “La 30”, una radio fuertemente comprometida en la lucha contra la dictadura. También por aquellos años incursiona en la prensa escrita. Desde los micrófonos de “La 30”, en un período que él mismo describe como fascinante ya que corresponde al final de la dictadura y al comienzo de la democracia, Emiliano Cotelo comienza a abrazar la que sería y la que sigue siendo, su gran pasión.

En [junio] de 1985, nuestro homenajeado es invitado a sumarse a un nuevo proyecto, creado apenas unos días antes: la emisión En Perspectiva. Sus fundadores venían todos de la prensa escrita y necesitaban un profesional de la radio que los asesorase. Los comienzos no fueron sencillos; los anunciantes no eran muchos y el mismo Emiliano debió salir a buscarlos para asegurar su futuro. Si hoy, a más de tres décadas de su nacimiento, En Perspectiva continúa en el aire y se ha convertido en una emisión de referencia en el ámbito periodístico uruguayo, se debe exclusivamente al profesionalismo con que Emiliano Cotelo asumió el proyecto. Y muy seguramente su pensamiento y formación científica tuvieron mucho que ver.

Emiliano Cotelo es un perfeccionista que nada deja al azar. De su padre heredó la importancia de la precisión de la información y la conveniencia de no dejar nada librado a la improvisación. Cada programa, cada entrevista, cada noticia, cada tema es analizado con rigor científico hasta en sus más mínimos detalles. Utiliza un lenguaje cuidado, siempre educado y respetuoso.

Pero además, es periodista intrépido e innovador. Transforma las emisiones radiales de la época incorporando nuevos formatos y productos, como la información económica independiente y el análisis de encuestas de opinión. Por otra parte, su inquietud por conocer y dominar todos los temas, lo hace salir de los estudios de la radio para conocer nuevos emprendimientos, para visitar ciudades del interior y realizar sus programas allí donde nace la noticia.

También enriquece En Perspectiva con debates y tertulias en las que participan hombres y mujeres de todas las sensibilidades políticas, filosóficas y religiosas, con un único objetivo: profundizar la información, ayudar al oyente a comprender el país y el mundo, facilitarle la toma de decisiones siempre con independencia. En definitiva, el deseo primordial del periodista es ofrecer un programa que esté al servicio de la sociedad.

Por supuesto, esa voluntad de informar y abarcar todos los temas a menudo lo lleva a hablar de lo que sucede en Francia. De su actualidad política, de sus posiciones internacionales, de sus avances tecnológicos y de su cultura, recurriendo al corresponsal permanente que vive en Paris, o bien a través de su propia experiencia cada vez que viaja a Francia y en particular a Paris, una ciudad por la que tiene un cariño especial.

Personalmente, he tenido la oportunidad de haber sido entrevistado varias veces por Emiliano. Él me ha abierto sus micrófonos para que exponga sobre los progresos en el retorno de la enseñanza del idioma francés al sistema público uruguayo, para que explique el funcionamiento del Liceo Francés, para dar relevancia a las visitas presidenciales tanto uruguayas como francesas, sin olvidar los momentos difíciles que vivieron los Franceses tras los atentados terroristas de 2015. Créanme que mis participaciones en En Perspectiva suelen despertar una cierta envidia de mis colegas embajadores que desearían con ansias tener algunos minutos en su programa.

En fin, es justo recalcar que Emiliano Cotelo no sería el periodista que es sin el apoyo de su familia. Tanto Alexandra como sus tres hijos, Diego, Felipe y Catalina, han estado a su lado a lo largo de todos estos años, participando en cada una de las etapas que ha tenido En Perspectiva. Sus visitas al interior del país han sido verdaderas expediciones familiares. Cada uno de ellos colaboran con su trabajo: Diego, es su consultor en materia de música, Felipe lo acompaña en sus movidas montevideanas, y Catalina participa en las previas de los programas cada noche. Alexandra, su esposa, es una incondicional escucha aun antes de conocerlo. Juntos forman un equipo muy unido, seguramente el más fiel, pero también el más crítico.

Es para rendir homenaje a su carrera, por su compromiso con el periodismo independiente, por su voluntad de hacer de su profesión un servicio público, que el gobierno francés ha querido entregarle esta condecoración:

M. Emiliano Cotelo, au nom de la ministre de la culture et de la communication, je vous remets les insignes de Chevalier des Arts et des Lettres

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