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Entrevista central, lunes 31 de agosto: Pedro Bordaberry

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Entrevista con el senador Pedro Bordaberry (VU, PC).

Vea el video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Lunes 31.08.2015, hora 8.20

EMILIANO COTELO (EC) —Después de un largo silencio que mantuvo a partir de las elecciones nacionales, ya hace unas semanas que el senador Pedro Bordaberry volvió al debate político. Y ese retorno llamó la atención, porque, además de marcar diferencias con el gobierno, ha polemizado fuerte con el Partido Nacional (PN) y especialmente con el sector Todos, que lidera Luis Lacalle Pou.

Primero acusó a ese grupo blanco de crear falsas expectativas en torno a la comisión investigadora de Ancap. Y hace una semana criticó al senador denunciante, Álvaro Delgado, por sus faltas a la comisión que él mismo promovió.

¿Cómo hay que entender este posicionamiento?

De este y otros temas vamos a conversar con el senador Pedro Bordaberry.

Después de las elecciones nacionales, cuando el Partido Colorado (PC) votó muy mal, usted ingresó en un período largo de silencio. Parece que de a poco va saliendo…

PEDRO BORDABERRY (PB) —En realidad hice lo que tenía que hacer, hay que escuchar la voz de la gente. Y obviamente la gente no acompañó nuestra propuesta, nos colocó en el Senado. Me parece que el partido tiene que abrir el espacio a que mucha gente se integre, crezca, y la forma de hacerlo después de ese cimbronazo es justamente dejando los espacios para que se generen liderazgos, participaciones. Es lo que corresponde.

EC —Por eso usted se concentra básicamente en su actividad como senador y de lo político partidario prácticamente no se ocupa.

PB —No, no… Está muy bien el partido ahora con Germán Cardoso de secretario general, con el profesor Robert Silva que está haciendo un trabajo bárbaro. Estoy haciendo una comisión junto con los ex secretarios generales para conseguir fondos para las reparaciones que necesita la casa. Estoy tratando de ayudar con esas cosas, principalmente eso. Y aparte, obviamente, concentrado en mi trabajo como senador, que es algo para lo cual sí la gente me votó y estoy tratando de hacerlo de la mejor forma posible.

EC —¿Ha dado un paso al costado como líder de Vamos Uruguay (VU)?

PB —No. Eso de dar pasos al costado como líder es otra cosa. Lo que yo estoy haciendo es dejando espacios abiertos para que otros crezcan. Me parece que es lo que se necesita. Si no lo hubiera hecho, ¿qué me estarían reclamando en este momento? Que lo hiciera. Se da la paradoja de que algunos hoy me están reclamando “usted tiene que asumir el liderazgo”.

EC —Alude a declaraciones del expresidente Sanguinetti.

PB —Claro. Y yo entiendo que asumir liderazgo es también dejar espacio para que haya otros liderazgos. Me parece a mí.

EC —Puede haber un punto intermedio.

PB —Está bien, pero lo que tengo me lo he ganado en la cancha y creo que el partido necesita hoy que muchos otros asuman responsabilidades, se la jueguen, y no estar uno ocupando todos los espacios. Este es el momento; si no, ¿cuándo? ¿Cuando vienen las elecciones? No, el momento es ahora.

EC —Teniendo en cuenta todas las escisiones que ha sufrido VU, ¿ese sector existe todavía?, ¿tiene futuro?

PB —Son muchos los dirigentes que en el último mes y medio, dos me han pedido para hablar conmigo, nos hemos reunido, han venido a casa, hemos conversado con tiempo, esas cosas que uno en las campañas electorales no tiene. Y todos hemos conversado de hacer una reunión ahora, a fin de setiembre, primeros días de octubre para ver el futuro. Yo les digo: es un sector lindísimo, que tiene algunas improntas muy lindas, como por ejemplo el análisis serio de la realidad, la propuesta…

Muchas de las cosas en las que hemos insistido y sobre las que he conversado con usted en los últimos dos, tres años, cuatro años han sucedido. Cuando hablábamos del déficit fiscal, del problema que tenía la economía, del cuidado que había que tener con la inflación, etcétera, no ahora, hace rato, cuando advertíamos de eso, no era que lo veía yo, lo veía el sector con toda la gente que trabaja y analiza la realidad. Es un equipo formidable.

Cuando hablábamos del problema de la educación, yo interpelé a Ehrlich y vine a conversar con usted en su momento. Señalábamos la necesidad de analizar la situación de la educación, los 200 días de clase mínimo por ley, la necesidad de terminar con el profesor taxi para ir al [profesor] cargo. Hay una cantidad de cosas que no decimos ahora, las dijimos hace tres o cuatro años. El tema de la minoridad delincuente también lo señalamos, trajimos propuestas. Hoy está estallando, el Sirpa fuera del INAU, una institución especializada. No son cosas nuevas.

Todo eso no era yo, era un equipo, un sector que tiene como su impronta la seriedad, el análisis, la propuesta. Cuando advertimos lo que iba a pasar con las carreteras, con las rutas, con el doble de camiones hoy de los que teníamos en el año 2004, 2005. Es una impronta que no debe perderse. Y obviamente hay que darse otro tipo de organización, más horizontal. En la primera reunión, hace un mes y medio, dos, lo primero que me preguntaron fue: “¿Vas a ser candidato?”. Entonces dije: “Muchachos, no hablamos más”. [Se ríe.] Si empezamos por ahí no hablamos más. Vamos a hablar de cómo se organiza, cómo podemos hacer para que nuestras propuestas, que ayer anunciábamos que necesitaba el país y hoy todo el mundo dice que se necesitan, se puedan concretar. Vamos a hacer eso. Después el tiempo, la gente con su opinión decide quién es el candidato. Hoy decidió que yo no fuera, escuchemos esa voz y veamos quién le parece a la gente que es el mejor candidato… dentro de tres años, cuatro años, y concentrémonos en el trabajo.

EC —Entiendo su análisis, pero ¿tiene sentido empeñarse en la permanencia de un grupo llamado Vamos Uruguay, teniendo cuenta todos los desprendimientos que ha tenido?

PB —No se lo contesté antes pero se lo quiero dejar claro: VU sufrió cuatro desprendimientos. Cuatro. El del diputado Pasquet, el del diputado Amado, el de la diputada Rapela y el del señor Facello. De ellos, ninguno ha formado un grupo en estos momentos, están individuales. Después de eso, de cuatro senadores del PC VU tenía tres y sigue teniendo tres. De todos los diputados del interior, todos, los de Salto, los de Paysandú, los de Colonia, los de Maldonado, los de Tacuarembó, los dos de Canelones, siguen estando en VU y siguen siendo mayoría.

O sea que sí es cierto, y es natural, que cuando dijimos “vamos a abrir el espacio”, alguna gente haya pensado “voy a tratar de ocupar mi espacio”. El señor Pasquet pensará que puede liderar, el señor Amado pensará que puede liderar, la señora Rapela pensará que puede liderar y el señor Facello, que ha salido a armar un grupo nacional, pensará que puede liderar. Me parece muy bueno, es justamente lo que he alentado. Ahora, de ahí a decir que se desgajó VU… no, porque todos lo demás, con dirigentes en todo el país, siguen estando juntos.

EC —O sea que VU va a seguir existiendo. Se reformará, se transformará, pero su decisión es que continúe teniendo presencia en la vida del partido y en la vida política.

PB —Va a seguir existiendo en la medida en que todos los de VU, no Pedro Bordaberry en forma individual sino todos, lo deseen. ¿Qué es lo que yo les digo? Hay un capital, para empezar organizativo, porque en la enorme mayoría de los departamentos es mayoría. Y en segundo lugar, lo que yo creo que es la fortaleza más grande, la impronta que tiene el sector, que es el análisis, la propuesta, el estudio, el plantear los temas en el nivel nacional y no en la minúscula de la política de todos los días.

***

EC —Decía que su regreso al ruedo llamó la atención porque ha dedicado buena parte de su esfuerzo a marcarle la cancha al PN y, sobre todo, al sector de Luis Lacalle Pou, por ejemplo por su manera de encarar la investigadora de Ancap. ¿Por qué insiste por ese lado? No es una novedad esto, en la campaña electoral ya tuvo varios cruces con Lacalle Pou.

PB —No, mire… Disculpe, me sale el abogado. Su pregunta da por cierto un hecho que no es tal.

EC —¿Cuál es el hecho que no es tal?

PB —Yo he marcado diferencias con el grupo de Lacalle, he marcado diferencias mucho más profundas con el FA…

EC —Está bien, pero eso era esperable.

PB —¿Por qué era esperable?

EC —Porque usted está en la oposición.

PB —¿Y qué tiene? ¿Somos el mismo partido?

EC —Pero se supone que con el PN, por ejemplo, hay una serie de coincidencias en la oposición. Y además ha habido coincidencias hasta desde el punto de vista estratégico, pensando en Montevideo, el Partido de la Concertación (PdelaC), etcétera.

PB —El PdelaC fue el manejo de un instrumento electoral dentro de la legislación electoral por el cual tanto el PC como el PN teníamos un candidato y sumábamos votos. Pero el candidato del PC fue distinto del candidato del PN. O sea que fue una estrategia electoral, como la tiene el FA cuando se presenta como una coalición.

Y diferencias hay dentro del FA. Acuérdese de que el contador Astori, por ejemplo, le dijo al actual intendente de Salto, Lima, que Sendic lo había comprado por US$ 80.000. Acusó al vicepresidente de la República de comprárselo por US$ 80.000. ¡Eso sí que es marcar una diferencia! Cuando el FA dice algo con lo que no estoy de acuerdo, lo digo; cuando el PN, el sector que sea, dice algo con lo que no estoy de acuerdo, lo digo; cuando el doctor Sanguinetti, de mi partido, dice algo con lo que no estoy de acuerdo, como eso del liderazgo, lo digo. Pero parece que cuando marco una diferencia con un sector del PN, ¡uy, es una estrategia! No, yo marco las diferencias y las coincidencias con todos. Es obvio que con algunos que tienen más repercusión, pero con el FA he marcado más diferencias que con el PN. Y he marcado más coincidencias con el PN que con el FA.

EC —¿Cómo está su relación personal, cotidiana con Lacalle Pou?

PB —Compartimos el trabajo en el Senado, nos vemos del 1.º al 18…

EC —Lo sé, mi pregunta iba más allá de eso.

PB —Es la misma que tengo con cualquiera de los otros 30 senadores en el Senado, ni más ni menos. Pero fíjese en ese incidente que usted nombraba. No es que yo marqué, no estoy para pasarles lista a los senadores que van a la comisión investigadora. Lo que marqué es que el senador Delgado hizo una denuncia para crear una comisión investigadora para investigar hechos en Ancap, y el día en que la comisión cita a Ancap, que Ancap viene a contestar las imputaciones de Delgado –porque como comisión me gustaría escuchar las imputaciones de Delgado y me gustaría escuchar las explicaciones de Ancap y las preguntas que le haga el senador denunciante–, Delgado no estaba. Con justificación, se había ido de viaje, parece que tenía el viaje previsto desde hacía tiempo, había sacado los pasajes… Se lo dije a Delgado: “Lo que tenías que haber hecho es decir ‘no lo citen ese día, porque yo, que soy el denunciante, no voy a estar”. Ahora, si el denunciante el día que viene el denunciado no está para preguntarle, ¿yo no tengo que decir nada? ¿Eso significa señalar que tendría que haber estado, significa que le estoy marcando el paso a un sector del PN? No, digo la verdad.

EC —¿Se solucionó después esa situación? ¿Cómo ha sido desde entonces la asistencia de Delgado a la comisión?

PB —No había nada para solucionar. Cuando Ancap volvió Delgado estaba y ahora va a volver y supongo que Delgado va a estar. Esto es como en un juicio: cuando usted va a un juicio, se presenta una demanda, se contesta la demanda y se llama a una audiencia. Y en esa audiencia primera, si quien presentó la demanda no está, el juez le da por perdido el juicio. La comisión somos el juez, un senador presentó una denuncia, Ancap la contesta y el que presentó la denuncia no estaba. Yo no sé si Delgado tiene razón o Ancap tiene razón, me tengo que formar una opinión. Lo que reclamo es que ambos estén cuando llega el momento de enfrentarse. Después cada uno puede tomarse las vacaciones que tenga ganas. Pero fue solo eso, y fíjese que en esa nota, cuando señalé eso…

EC —Se refiere a una columna que publicó el 25 de agosto en El Telescopio.

PB —Sí. En esa columna también critiqué al FA, más duramente.

***

EC —En esa columna del martes 25, cuando ya la investigadora estaba trabajando, usted destacó que se estaba cumpliendo un mes y que los avances eran escasos. ¿Qué esperaba que se hubiera alcanzado en ese momento?

PB —Para empezar, esperaba que ya se hubieran determinado bien los objetos de la investigación. La investigación tiene 12 puntos, que se resolvió llevar a tres grandes temas: un gran tema es la situación económico-financiera de Ancap, una cosa muy vasta, muy difícil de concretar; el segundo son los contratos que ha realizado, y el tercero son las empresas colaterales de Ancap. Todavía no nos habíamos puesto de acuerdo en dónde iba cada uno de los 12. Yo había presentado un listado haciendo esa propuesta, y había pasado un mes. Y encima empezábamos por la situación económico-financiera de Ancap y empezaban citando a Ancap para que viniera a hacer lo que se llama la primera exposición, a la que tiene derecho toda aquella persona a la cual se le hace una denuncia de ese tipo.

EC —Usted se mostraba muy escéptico con respecto a la comisión. Decía “la mayoría de los uruguayos ya conocemos qué es lo que expresarán al final del trabajo los representantes del Frente Amplio y los del Partido Nacional. El primero que no hay irregularidades y el segundo que las hay”.

PB —Sí, y el del FA ya lo dijo. En esa columna también lo menciono, yo critico ahí, mucho más que a Delgado que no había ido, al presidente de la comisión, que salió a decir “en esta comisión estamos perdiendo el tiempo, no hay nada para investigar”. Todavía no habíamos empezado a investigar y el presidente de la comisión sale diciendo eso. Entonces ¿qué estamos haciendo?

EC —¿No es un poco la historia de las comisiones investigadoras?

PB —Y bueno, si esa es la historia de las comisiones investigadoras, ¿yo qué hago? ¿Me voy? Estoy haciendo todo lo posible… Pedimos 250 documentos, formé un equipo, tres contadores, un ingeniero, cuatro abogados, dos escribanos, para analizar el tema. Voy a tratar de que no sea la historia de esta comisión. Y le aclaro: no para que diga que hay irregularidades o que no las hay, porque hoy no lo sé; para llegar a la verdad, nada más que para eso. Eso es lo que tengo que hacer. Pero sí, es cierto, la historia marca que el que hizo la denuncia va a decir “acá hay delito”, no sé cuánto, y se va a ir a la justicia penal, y el denunciado y su partido van a decir “acá no hubo nada”. En la comisión somos dos los senadores que no estamos alineados ni con unos ni con otros, uno soy yo y el otro es el senador Pablo Mieres. Obviamente la opinión tanto del senador Mieres como la mía serán importantes para que las considere la opinión pública. Y para eso, tirios y troyanos nos tienen que convencer, con pruebas y argumentos, de si la denuncia de investigación es viable o no. Eso es lo que queremos, eso es lo que pedimos.

EC —En el período 2000-2005, presidencia de Jorge Batlle, usted fue ministro de Industria.

PB —Sí, entre el 2003 y 2004.

EC —O sea, usted, como ministro, se relacionaba directamente con Ancap. ¿Cómo observa entonces la exigencia del FA requirió para que el trabajo de investigación de esta comisión arrancara justamente en el año 2000, no en los gobiernos del FA sino cinco años antes?

PB —Evidentemente eso fue una estrategia para diluir responsabilidades. ¿Qué es lo que dispara esta comisión investigadora? Que el año pasado [Ancap] perdió más de US$ 320 millones de dólares y el otro año, US$ 270. En dos años Ancap perdió US$ 500 millones. Si Ancap pierde US$ 500 millones en dos años, vamos a averiguar qué está pasando. Ahora, que el FA diga que por hechos ocurridos en el 2000, hace 15 años, en el 2013 y en el 2014 perdió US$ 500 millones me parece que es un exceso que no se lo cree nadie. Pero fue la condición que puso para aprobar la comisión investigadora; si no, no la aprobaba. Como nosotros no tenemos nada que ocultar, dijimos “poné desde el 2000, si querés, pero permití investigar del 2005 al 2015″. Fue un logro.

Quiero recodarle algo –y no lo vaya a interpretar como una crítica al PN–: cuando el PN pide la comisión investigadora en el Senado, en un momento se plantea que no salía porque el FA no quería que se pusiera que había presunción de irregularidad y el PN exigía que hubiera presunción de irregularidad. Y fue una propuesta nuestra, de la bancada del PC, acercar a las partes y decir: no le podemos pedir al FA que diga que se presume que hubo irregularidades, no se le puede pedir tanto; tampoco podemos pedirle al PN que no haya una investigadora y que sea solamente con fines legislativos. Encontramos un camino del medio…

EC —La moción termina diciendo: “Habiendo recibido los informes de la comisión preinvestigadora que analizó la denuncia presentada sobre Ancap, el Senado, de acuerdo a las potestades conferidas por el artículo 120 de la Constitución y sin que exista presunción alguna, designa una comisión investigadora de siete miembros y con un plazo de 120 días”.

PB —El PN no la votó. ¡Había pedido la comisión investigadora y no la votó! No votó la comisión investigadora. La política es el arte de lo posible. Queríamos una comisión investigadora. El FA puso como condición que no hubiera presunción y que empezara en el 2000; dale, vamos a hacerlo, no tengo problema. Lo veo así. Ahora, nadie se cree que perdieron US$ 500 millones el año pasado y el anterior por cosas que sucedieron en el 2000.

EC —Pero, por ejemplo, el actual presidente de Ancap, José Coya, en su participación en comisión sostuvo que en aquel período 2000-2005 Ancap dejó de invertir y que cuando terminó la presidencia de Jorge Batlle la empresa estaba en serios problemas, pronta para cerrar o para ser privatizada.

PB —Fue más atrás todavía, también dijo que estaba de acuerdo con la estrategia que había implementado –desde el punto de vista teórico dijo– el economista Eduardo Ache, a quien el FA persiguió durante cinco años, al extremo de que le hizo una comisión investigadora y lo terminó denunciando a la justicia penal. Y la comisión investigadora y la justicia penal le dieron la razón a Ache.

EC —Estamos hablando de dos afirmaciones distintas del presidente Coya.

PB —Que el Uruguay tuvo problemas de inversión en el 2002, no descubrimos la pólvora, ¿no? Vino una crisis de Argentina, recuerde lo que pasó. También dijo una cosa bastante interesante –la dijo dos veces en la comisión, después se corrigió–: que el Uruguay había estado en default. Se ve que fue un lapsus, porque acá vino una persona, se sentó frente a usted en En Perspectiva y pidió el default… ¿Se acuerda?

EC —Ahí está hablando del doctor Tabaré Vázquez.

PB —Más allá de eso, es cierto, en 2002, con la crisis que había, no hubo la inversión que todo el mundo habría querido. Pero también es cierto que en el año 2004 Ancap ganó US$ 53 millones. ¡US$ 53 millones ganó Ancap en el año 2004! El año pasado perdió US$ 320 millones… Si quieren distraer con esas cosas, que lo hagan, pero ¡digan por qué perdieron US$ 320 millones! ¡Explíquenmelo! Yo no quiero condenar a Ancap, quiero ayudar. Pero si pierde US$ 500 millones, denme una respuesta más o menos adecuada de por qué fue eso. Es lo que se necesita. Todavía no lo sé.

***

EC —Hablando de esta misma parte del trabajo de la comisión investigadora, de que se está centrando en el período 2000-2005, imposible no incorporar en la entrevista lo que fue la semana pasada la comparecencia del exsenador Enrique Rubio, que fue presidente de la comisión investigadora sobre la gestión de Ancap entre 1998 y 2003 y que después fue cofirmante de la denuncia presentada ante la justicia penal por los negocios de Ancap en Argentina, algo que usted recién estaba recordando.

A propósito de cómo transcurrió la presencia de Rubio en comisión la semana pasada, usted escribió una columna que se publicó hoy en El Telescopio que es… ¿cómo decirlo?, terriblemente crítica. El título es Entre la desilusión y la mentira.

***

EC —En la columna dedica varios párrafos a la participación del exsenador Enrique Rubio en la comisión investigadora de Ancap. Termina diciendo: “En todo esto perdimos el tiempo la semana pasada en la comisión. En escuchar a un testigo propuesto por el Frente Amplio que infló cifras, quedó malparado y nos mintió descaradamente. En seguir viendo cómo se trata de aplicar la vieja estrategia del tero de gritar por un lado cuando lo que te interesa está en otro. ¿No se dan cuenta de que al hacerlo, precisamente, provocan que busquemos con más ahínco en el otro lado y sospechemos aún más. Esperemos que recapaciten y empiecen a dar respuesta”.

¿Qué fue lo que ocurrió o qué lo preocupó de la participación de Rubio?

PB —Está en la columna que se publicó hoy en El Telescopio. Y voy a seguir haciéndolo público, porque creo que es una forma de acercar el trabajo de la comisión a la gente. Eso es lo primero. Porque pese a que las versiones taquigráficas son públicas y pueden consultarse en la página del Parlamento, hay mucha gente que no lo hace.

Rubio es un dirigente del FA, notorio, propuesto por el FA en la comisión para declarar sobre hechos del FA en Ancap. O sea que si vamos a la carga judicial, es un testigo tachable, parcializado, etcétera. Pero todos esperábamos que viniera con algo concreto. ¿Qué dijo? Se puso a hablar de la comisión investigadora del 2002 y de la denuncia penal. La comisión del 2002 no llegó a la conclusión de que hubiera ilegalidades. La justicia –estaba Mirtha Guianze que tuvo declarando al economista Eduardo Ache no sé cuánto tiempo– llegó a la conclusión de que no había habido ilegalidades, los exoneró. Y resulta que ahora viene Rubio a repetir las mismas cosas que le repetía a esa comisión, que le repitió a la justicia, que le dijeron que no. Esa es la primera desilusión que me llevo.

En segundo lugar, no sé qué pensaba, que no íbamos a estudiar. Cuando nos enteramos de que él venía, pedimos las actas de la comisión, pedimos los informes judiciales y los teníamos arriba de la mesa. Entonces cuando Rubio empezó a decir cosas que no eran ciertas, las empezamos a señalar. Dice “contrataron un banco como asesor en el 97 que resulta que estaba cerrado por el Mercado de Valores porque había hecho una estafa en España”. “No, mire, Rubio, lo cerraron después, acá le agrego el informe de la autoridad del Mercado de Valores de España que dice que el banco estaba autorizado, no tenía problemas, etcétera, en el momento en que se lo contrató. Obviamente, lo que pasa después es muy difícil saberlo.” Así empezó.

Pero al final nos presenta un documento que dice que fue un error… ojalá haya sido. Un documento interno de Ancap, que el abogado de Argentina le manda al abogado de Ancap de acá diciéndole “le adjunto un cuadro con un resumen de los juicios”, etcétera. Cuando voy a ver el adjunto, decía “Fuente: Balances consolidados de Ancap”. Me llamó la atención, los abogados diciendo “cuadro adjunto”… En el segundo decía “Asistencia financiera de Ancap en Argentina”. Cuando empezamos a analizar el senador Mieres, que creo que fue el primero que lo vio, preguntó: “¿De dónde salen estas cifras? ¿Este cuadro es hecho por los abogados de Ancap en Argentina?”. Y ahí Rubio, que no había dicho nada, dice: “No, no, ese no es el cuadro, ese cuadro es de mi autoría”. El cuadro que decía “Fuente: Balance de Ancap” lo había hecho él…

Pero además surgía que la asistencia en Argentina había sido de más de US$ 300 millones. Cuando lo vamos a ver le digo: “¿Cómo sale esta línea?”, y dice: “Ah, no, esa línea la agregué yo, US$ 107 millones, que es el costo financiero que yo estimo hubo porque le puse Libor más 5 %…”, no sé cuánto. No está en los balances, no está en ningún lado, lo agregó él por las de él. Terminó diciendo: “Ese es un criterio; pueden agregarse otros o no”. Había adjuntado un informe, un documento oficial de Ancap hecho por él, agregándole US$ 107 millones.

Ahí le preguntamos: “¿Y las ganancias que tuvo Ancap? Porque también tuvo ingresos allá. Vendió la empresa Sol en US$ 15 millones, Carbocloro vale US$ 100 millones. ¿Eso no lo descuenta?”. “No, eso no lo desconté.” Llevó algo que era de US$ 95 millones a US$ 300 millones. Por eso digo que fue una desilusión, porque encima nos presentaron un documento de elaboración de él que inflaba las cifras. Alguien del FA para defender al FA en la comisión que investiga la gestión del FA hablando de cosas que pasaron en el 97. ¿Qué quiere? ¿Que no me desilusione?

Cuando vienen esas maniobras, porque es una maniobra, y las mentiras que se dicen, ¿qué es lo que uno piensa? ¿Por qué no quieren hablar de las pérdidas de los últimos años? ¿Qué están tratando de tapar?

EC —El vicepresidente de la República, Raúl Sendic, que fue presidente de Ancap en estos años que se están investigando, ha dicho que no tiene nada que ocultar, que es el primer interesado en que la comisión investigue.

PB —Y le creo. Pero si es así, ¿por qué no investigamos lo que ha pasado en los últimos años? ¿Por qué tenemos que volver a analizar lo que planteó Rubio que la justicia desestimó? Yo quiero resistir esa tentación, porque cuando uno analiza la gestión de Ache, concluye que Ache va a ser el gran beneficiado de esto.

EC —¿El gran beneficiado…?

PB —Sí. Porque Ache tomó una cantidad de decisiones, algunas fueron buenas para la empresa y otras no. Evidentemente con la crisis del 2002 en Argentina, cuando se fue la convertibilidad, no le fue bien a Sol Petróleo.

EC —Se refiere a la compra que Ancap hizo de una red de estaciones de servicio en Argentina.

PB —Sí, y también compró Carbocloro, que hoy vale US$ 100 millones. También se cobró dinero de la venta de las estaciones. Pero además en aquel entonces Ache creó Ducsa (Distribuidora Uruguaya de Combustibles) en Uruguay, que lleva ganados US$ 140, US$ 150 millones.

EC —Ducsa es la encargada de las estaciones de servicio Ancap.

PB —Creo Gasur, que lleva ganados US$ 30, US$ 40, US$ 50 millones. Entonces cuando usted analiza –y no digo nada agregándole el 5 % más el Libor de Rubio– todo el partido, las decisiones que tomó Ache en su momento, si suma las que salieron bien y las que salieron mal, la única que salió mal fue la empresa Sol Petróleo, todas las demás le dieron a Ancap una fortuna de ganancia. Entonces a Ache lo persiguieron, lo investigaron, le hicieron una denuncia penal, la justicia penal le dio la razón, dijo “no hubo ilegalidad ninguna”. Y encima ahora cuando se analiza eso resulta que la gestión Ache fue la única que le dio dinero a Ancap en los últimos 15, 20 años.

Pero yo no quiero ir a eso, porque el foco de la investigación ya no es la gestión de Ache, el tiempo le dio la razón, y la justicia penal y la comisión investigadora le dieron la razón. Ache ya ganó. Yo quiero ver qué pasó, dónde están los US$ 500 millones o por qué se perdieron US$ 500 millones en los últimos dos años. Y no ir al foco de eso. Por eso la desilusión.

EC —¿Cómo sigue ahora el trabajo en comisión?

PB —Mañana martes viene por tercera vez el directorio de Ancap a seguir contestando las preguntas. La primera vez hizo una exposición, en la segunda me tocó a mí interrogar y le hicimos 42 preguntas, y ahora van a seguir los otros integrantes de la comisión haciendo preguntas y nosotros también. Después de eso vamos recién a entrar al primer capítulo de los tres que tenemos, que es el capítulo de la situación económico-financiera de Ancap.

EC —¿Usted va a persistir en lo que anunció en cuanto a que va a estar observando la gestión de todos los directores…

PB —¡Sí, claro!

EC —… no solo los del FA?

PB —Acá voy a romper una lanza por Ancap. Se está cuestionando el plan de publicidad, una barbaridad tanta publicidad, que ahora se está achicando. ¿Por qué lo achicamos ahora y no lo achicamos el año pasado, no? Ahora lo están achicando porque dicen que es necesario; si es necesario ahora, ¿por qué no era necesario el año pasado? Y pregunté: “¿Ese plan de publicidad lo votaron todos los directores, incluso el director colorado y el director blanco?”, y Ancap dijo: “Sí, salió por unanimidad”. En política no es una cuestión de decir “la responsabilidad es toda tuya y mía nada”. Si hay responsabilidad nuestra la vamos a hacer valer también. Claro que sí.

EC —Cuando usted dice “responsabilidad nuestra”…

PB —Del integrante de mi partido que integraba el directorio.

EC —¿De qué sector era?

PB —No importa, era de mi partido. Era del sector ProBa.

EC —No era de VU.

PB —No. Pero no importa, es del PC, y yo estoy ahí como senador del PC. Y había uno del PN también.

EC —¿Usted no está haciendo esos planteos porque VU justamente no estaba representada en el directorio en esos años?

PB —¡No sea malo, Emiliano! ¡No sea malo!

EC —Son especulaciones que circulan.

PB —No nos conocemos de ahora. Le voy a poner unos ejemplos para que vea la imparcialidad que he tenido. Cuando se creó VU se planteó el desafuero de un diputado colorado que en aquel entonces estaba en conversaciones para venir a VU. Cuando se plantea un desafuero la Cámara tiene que decidir si hay lugar a la formación de causa, actúa casi casi como un juez antes del juicio. Uno tiene que analizar los hechos denunciados en el expediente y decir si va a haber lugar a la formación de causa o no. Lo analizamos, era colorado y dijimos: “Entendemos que hay lugar a la formación de causa”, y votamos el desafuero. La justicia nos dio la razón porque después lo procesaron y lo condenaron en dos instancias.

Después se planteó, en el período pasado, estando yo en el Senado, el desafuero del entonces senador, hoy ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa. Teníamos que determinar, era del FA, si había lugar a la formación de causa o no. Lo estudiamos, se consultó con abogados penalistas y concluimos que no había lugar a la formación de causa y votamos en contra del desafuero de un senador del FA. Fíjese la imparcialidad con que actuamos. Nosotros votamos que no, el PN no votó ni que sí ni que no, pedía que fuera a la comisión. Recuerdo que terminada la sesión, vino el senador Nin Novoa y me dijo: “Che, muchas gracias”. “No me agradezcas –le dije–, porque si hubiera pensado que había lugar a la formación de causa, habría votado el desafuero.”

E hicieron el pedido de desafuero de Vidalín, de PN, lo analizamos y dijimos: “Esto es una barbaridad, no vamos a votarlo”. No sé llegó a votar, pero no lo íbamos a votar.

Votamos el del colorado, no votamos el del FA y no íbamos a votar el del PN. ¿Eso no es imparcialidad? Es la misma que queremos tener acá. Lo dijimos el primer día: no sabemos si tiene razón la denuncia del PN, no sabemos si tiene razón Ancap. Nos vamos a formar la opinión y vamos a dar nuestra opinión independiente, sea del partido que sea, sea del sector que sea. Eso es lo que pensamos hacer. Y no empezamos en la política el mes pasado; hace rato y ya tenemos una trayectoria que la gente puede juzgar, compartiéndola o no.

Vea el video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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