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Entrevista central, viernes 17 de julio: Alfredo Ghierra

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Entrevista con Alfredo Ghierra.

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EN PERSPECTIVA
Viernes 17 de julio, hora 8.18

¿Quién le va a dar más dolores de cabeza a Daniel Martínez en los próximos cinco años al frente de la Intendencia de Montevideo, Edgardo Novick o Alfredo Ghierra?

EMILIANO COTELO —Uno podría suponer que al nuevo intendente recién instalado en el Palacio Municipal sus excompetidores iban a darle un respiro. Sin embargo, Novick se mantiene vigilante y crítico. Eso no es nuevo; ya lo hemos informado. Pero resulta que tampoco se queda quieto otro nombre, bastante más outsider, que también se hizo sentir en la última campaña en la capital.

Hablo de Alfredo Ghierra, un artista que no compitió en las urnas con Martínez, pero sí en el campo de las ideas, porque con el proyecto Ghierra Intendente se ocupó de disparar cantidad de propuestas para la ciudad.

Ese afán por pensar Montevideo sigue vivo, en los últimos días hemos vuelto a oír de él. Desde las redes sociales, Ghierra ha mostrado que está activo y ha largado sus dardos contra algunos de los problemas que encuentra en las calles de la capital.

¿Qué es lo que se propone? ¿Por qué no se calla?

Vamos a averiguarlo con el propio Alfredo Ghierra.

Pese a que el proyecto es conocido, se habló bastante de él en la última campaña, quizás convenga explicar qué fue esto, qué es esto de Ghierra Intendente.

ALFREDO GHIERRA (AG) —Ghierra Intendente fue un proyecto que iniciamos hace cinco años, para la otra campaña, la de 2010. En aquella oportunidad también tuvo una fase paródica, una fase de meternos en medio de la campaña electoral y lo hicimos en el Subte Municipal. Habla muy bien de nuestra ciudad que un lugar municipal nos permita hacer una parodia de campaña municipal. Hace cinco años lo las redes no estaban tan desarrolladas, yo hace cinco años no tenía Facebook, por ejemplo, y lo repetimos ahora, cinco años después.

En ambas oportunidades el motivo que nos llevó a juntar a toda esta gente y a plantear una serie de propuestas y miradas nuevas sobre la ciudad fue que la discusión se había empantanado. Y no solo en estas dos últimas elecciones, te diría que hace mucho tiempo que la discusión durante las campañas para municipales ronda en torno a los mismos temas que son bastante de Perogrullo, la basura, quién va a limpiar mejor, quién va a iluminar mejor. Olvidamos que esas cosas son las cosas que hay que hacer, y la discusión sobre eso le quita espacio a la discusión sobre otros temas que ya deberíamos estar teniendo en cuenta.

EC —¿Por ejemplo?

AG —Por ejemplo, multiplicar las posibilidades de transporte, desde tranvías hasta trenes, hacer techos verdes, hay ciudades que ya tienen una legislación que obliga a las nuevas construcciones a tener un techo verde en la azotea.

EC —Un techo verde es un techo vegetal.

AG —Un techo vegetal, por las múltiples ventajas que eso otorga al edificio. Nosotros hacemos una parodia a un candidato, los candidatos de por sí en sus elencos no tienen artistas, queremos volver a posicionar al artista como un elemento relevante de la sociedad. Los artistas no vivimos en una torre de marfil en nuestros magimundos ni nada por el estilo; muy por el contrario, cuando me junto con mis colegas gran parte de la discusión es sobre la ciudad. Entonces juntamos artistas, arquitectos y diseñadores industriales –básicamente esas son las tres patas integrantes de los elencos de Ghierra Intendente– y montamos la exposición que en 2015 fue en el Centro Cultural de España, que dirigen Ricardo Ramón y Patricia Bentancourt, que redoblaron la apuesta. Siempre cuento que cuando les pregunté en qué sala del Centro iba, me dijeron “en todo el Centro”. Fue un desafío enorme, eran muchos los proyectos, eran muchas las miradas, eran muchos los participantes, pero también fue mucha la respuesta de la gente.

ROSARIO CASTELLANOS (RC) —Realmente había muchas disciplinas involucradas que desde sus diferentes puntos de vista y especialidades miraban Montevideo y planteaban soluciones.

AG —Exacto.

RC —Porque tu preocupación la conocemos desde hace mucho tiempo, estás dibujando ciudades futuristas.

AG —Mi preocupación…; yo ya hablaría de mi obsesión.

RC —Montevideo una ciudad de casas abiertas.

AG —También, por ejemplo. Cuando hacía Bellas Artes brevemente fui alumno de Ernesto Arosteguy y me quedé con una frase de él que está buenísima, él decía: “trabajen sobre sus obsesiones”. Lejos de “andá a un psicólogo que te la cure”, redoblala y usala de combustible para tu creatividad. Y funciona, a mí me funcionó, de hecho vengo trabajando como artista desde hace más de 20 años y siempre el tema han sido las ciudades, imaginarias, reales, dibujadas, fotografiadas, animadas, y ahora con estas dos campañas. Me gusta trabajar en mi estudio, dibujar, tener la libertad frente a la hoja en blanco, pero lo otro que me gusta muchísimo es trabajar en equipo, armar equipo, creo que soy bueno en eso. En esta muestra Ghierra Intendente básicamente soy un curador, el curador de un gran equipo de personas.

EC —¿Tiene algo que ver este movimiento con el Grupo de Estudios Urbanos, que encabezó Mariano Arana en los años 70 y 80, en plena dictadura, sobre todo buscado rescatar el patrimonio arquitectónico que estaba en juego, porque venían demoliciones para construir edificios nuevos?

AG —Exacto, sin duda es un antecedente. Mariano también fue profesor mío en facultad, él decía “los puede atropellar un auto, pero miren para arriba, por favor, vayan mirando la ciudad”. Sin duda aquella patriada que se mandaron cuando habían dictaminado que la Ciudad Vieja tenía un nivel de demolición similar al de una ciudad bombardeada de la Segunda Guerra, allá por los años 80, fue toda una alerta y el inicio de todo un movimiento.

EC —El emblema que utilizaba el Grupo de Estudios Urbano era la foto del viejo Hotel Colón, que corría riesgo, que iba a tirarse abajo.

AG —Y que hoy en día es la sede del BID y es una maravilla de la restauración. Sin embargo han pasado los años, la situación del país es completamente otra. Montevideo tuvo largas décadas de poca inversión, y en la última década, en que se ha inyectado un montón de de dinero, ha vuelto a haber un boom de la construcción, y yo hablaría también de un boom de la destrucción.

Quiero aclarar que estoy en contra de la ciudad museo, no creo que sea el sino de Montevideo ser una ciudad museo, para nada. A mí me tocó vivir en una ciudad como Venecia, que es el arquetipo de la ciudad museo, y es tremendo, llega a ser tremendo. Estás en un decorado, en un parque temático, pero no es una ciudad real. Montevideo es una ciudad real, Montevideo merece modernizarse, cambiar. Y aquí apunto siempre a que el resultado de ese cambio tiene que ser mejor que lo que había. Entiendo que eso es difícil de catalogar, es difícil llegar a un acuerdo. Te pongo un ejemplo, hace un par de semanas hice un posteo sobre el edificio que era Assimakos.

EC —En avenida Italia, la fábrica de alfombras que se demolió, pese a que hubo un intento de evitarlo.

AG —El proyecto original para Assimakos incluía restablecer o dejar un poco de la fachada original, pero en medio del proyecto eso no fue respetado, fue demolido y se pagó una multa; normalmente se pagan unas multas ínfimas por hacer ese tipo de atropellos. Lo cierto es que hoy el edificio de Assimakos no existe más, en su lugar hay básicamente un galpón, nada. Ahí empezás a pensar: este galpón se puede replicar en cualquier situación, en cualquier lugar, hay la tecnología para hacerlo. Hacer Assimakos de nuevo es imposible, por un tema de costos, por un tema de oficios que desaparecieron. Entonces, ¿valía la pena? Hay tanto terreno libre… ¿No será que la ciudad tiene que empezar a organizar ese tipo de cosas?

Las ciudades más liberales del mundo, París, Ámsterdam, tienen un estricto control sobre lo que se demuele y lo que no se demuele. No estamos hablando de coartar la libertad, sino de un concepto mucho más amplio, de bien común. Si vos protegés un patrimonio que solo existe en Montevideo, porque de hecho Assimakos y la obra de Caprario solo existen acá, puedo asegurarte que con los años mucha gente vendrá a ver este patrimonio cuidado y preservado de Montevideo. Tenés que tener una cierta paciencia. Obviamente que como negocio es más redituable y rápido, ni que hablar, demoler Assimakos y construir esto nuevo. Lo peor del asunto de Assimakos es que el edificio era una tienda y fábrica de alfombras y lo que viene a sustituirlo también es una tienda. Quiere decir que era perfectamente adaptable al uso actual.

RC —Otra preocupación tuya tiene que ver con el valor de las fachadas. Más allá del edificio en sí, que en algunos casos conviene reformar, en otros mantener tal cual o mejorar y en otros sustituir, hay un tema que tiene que ver con algo que tú entendés que es propiedad de todos, que es el aspecto exterior de la ciudad que uno recorre.

AG —Exacto. El equipo de Ghierra Intendente está conformado por mucha gente y muchos proyectos. Mi caballito de batalla en particular son los temas patrimoniales. La fachada es la intersección exacta del espacio privado y el espacio público. Uno tiende a pensar en los espacios públicos de la ciudad como la plaza, el parque, la rambla… El espacio público empieza de la puerta de tu casa para afuera. Quiere decir que uno es responsable de esa fachada, pero no le pertenece del todo. Habría que hacer un eslogan como “su fachada no es suya, su fachada no es de usted solamente”, una cosa así.

EC —Eso sí que es polémico.

AG —Claro que es polémico.

RC —Claro, porque además, ¿quién opina? Tú hacés un análisis de una fachada art déco que fue toqueteada por una persona que igual la arregló, tiene el mérito de haberse preocupado por ella.

AG —Exactamente, incluso lo pongo en el posteo.

EC —Rosario se refiere a la fachada de un edificio en el que un propietario hizo toda una transformación en uno de los apartamentos, por lo tanto ese tramo de la fachada luce completamente diferente del resto.

AG —Exacto. Y no es un caso aislado, de hecho lo puse porque es un ejemplo de algo que se repite a lo largo y ancho de Montevideo. Incluso marco que la persona que lo hizo seguramente lo hizo con mucho amor, con mucho cariño y es rescatable justamente el hecho de que haya querido mejorar. Ahí entonces está faltando algo, un director, una dirección.

RC —¿Cómo se resuelve? ¿Quién dice cómo debe hacerse? ¿Quién determina el buen gusto o el buen hacer sobre esa fachada?

AG —Creo que no estamos hablando de buen gusto, estamos hablando de ignorancia más que de buen o mal gusto. O de desconocimiento, digamos, para que no sea ofensivo. Desconocimiento acerca de que esa fachada corresponde a un estilo en particular, que fue realizado en una época muy precisa, que es el art déco. Quiere decir que si la persona hubiera estado más consciente de que eso es así… pero nadie le avisó, porque tenemos un problema de fiscalización. Montevideo debe de ser de las ciudades más normadas y más llenas de leyes. ¿Saben que hay una ley todavía en vigencia, que nunca fue derogada, que dice que todas las fachadas de 18 de Julio tienen que tener terminación piedra París? Piedra París es un tipo de revoque como el que tiene el Palacio Taranco, por ejemplo.

EC —¿Esa norma está vigente?

AG —Esa norma jamás fue derogada. Y ya ves que 18 de Julio dista mucho de tener esa homogeneidad. Voy a que hay mucha legislación y muy pocos fiscales. Estoy seguro de que se podría armar un pequeño ejército de personas atentas a esas cosas, me lo escribe mucha gente. O me mandan mails: “Che, en tal esquina están haciendo tal cosa, es una barbaridad”. Hay mucha gente, más de lo que uno pensaría, atenta a esas cosas.

***

EC —El proyecto Ghierra Intendente estuvo expuesto durante varias semanas en el Centro Cultural de España, pero ya no está más. De todos modos, el grupo continúa activo, tanto en el sitio en internet como en Facebook, en las redes sociales, disparando algunos debates, proponiendo alternativas. ¿Qué es lo que se han propuesto? ¿Cómo ven esta historia de ahora en adelante? ¿Siguen en campaña para el 2020?

AG —Vamos a hacer campaña para el 2020, sí. La onda expansiva de la exposición no ha parado. Me pasó algo que no podía creer, cuando bajamos la exposición me tomé unas vacaciones, como todos los candidatos, porque mi año siguió de largo, mi año 2014 tuvo como 17 meses, entonces cuando terminó la muestra me tomé unas vacaciones. Cuando vuelvo de las vacaciones hago mi primer posteo en Facebook, que es justamente sobre el tema de Assimakos, lo que había y lo que hay ahora. Ese posteo tuvo un alcance de 80.000 personas. Entonces no es una cuestión de la que ahora me pueda desentender tan alegremente. De hecho el grupo central de los participantes de Ghierra Intendente, que somos unas 15 personas, nos reunimos con cierta periodicidad y ya habíamos tenido una reunión en la que habíamos planteado tres patas para seguir trabajando. Una era Ghierra Intendente en el exterior, debido a algunas invitaciones que hemos recibido para replicarlo en el exterior; Ghierra Intendente en el interior, y de hecho ayer cuando me llamaron para invitarme al programa estaba en San José viendo la posibilidad de hacer algo…

EC —¿Vas a ser intendente de San José también?

AG —No sería ser intendente de San José, sería acicatear a los…

RC —Asesor.

AG —Una cosa así. Llevar el know how, trabajar con las fuerzas vivas de la ciudad y hacer una experiencia. Porque en el área geográfica de una ciudad menor tenés la posibilidad de un impacto mayor e incluso podés salir del proyecto y hacer algunas cosas en la realidad. Entonces exterior, interior, y la tercera pata era empezar a trabajar con una cosa que para mí es desconocida, que es el tercer nivel de gobierno, las alcaldías. Empezar a pensar cuáles de los proyectos que presentamos los podemos bajar del papel y empezar a ejecutarlos.

Entramos en contacto con Andrés Abt, el nuevo alcalde del CH, y estamos por juntarnos con Varela, el alcalde del B, porque uno de nuestros planes era atacar el área del puente Sarmiento. El puente Sarmiento es el límite entre ambos municipios, entonces sería muy lindo, hasta como símbolo. Tenés un puente ahí, tenés dos municipios de diferente color político, ¿qué tal empezar por hacer un trabajo conjunto de esas dos alcaldías en un lugar muy significativo que está muy degradado y que además al hacerlo atacamos muchos problemas a la vez? El tema de las veredas, el tema de la indigencia, el tema del cuidado patrimonial o de la restauración de un bien público como el puente. Creo que el puente desde que fue hecho nunca fue mantenido.

RC —Y tenés dos monumentos.

AG —Tenés la presencia de dos tremendas casas del arquitecto Vilamajó y del arquitecto Cravotto enfrentadas, tenés para hacer un proyecto de iluminación, tenés para hacer un proyecto de jardinería… Es un lugar muy apropiado para hacer un ensayo de cosas que son problemas que Montevideo tiene por todos lados.

EC —Esa es la bandera de hoy, la más reciente de las banderas de Ghierra Intendente, aparentemente con posibilidades de avanzar, de no quedarse en el papel. En dos palabras, ¿cómo sería? ¿Qué es lo que propones para esa zona del puente Sarmiento?

AG —Para ustedes que crean opinión desde los medios no hay misterio, un tema empieza a atacarse si entra en la agenda. Ghierra Intendente es un instrumento del grupo como para decir “sería importante empezar por acá, ejemplificar por acá”. Dentro del grupo la persona que más se está encargando de nuestro proyecto para la zona del puente es Ana Inés Maidano, que es arquitecta y que participó en la muestra con una propuesta muy interesante, el Protectorado de Ciudad Vieja.

EC —¿Hablan de crear una especie de “parque” en torno al puente?

AG —El parque ya existe, está muy degradado.

EC —El puente por el cual la avenida Sarmiento pasa por arriba de bulevar Artigas tiene a sus lados unos terraplenes con césped, es una zona bastante particular.

RC —Y santarritas que cuando se ponen flor son una maravilla, impresionante.

EC —Entonces de hecho ya hay una especie de parque, lo que pasa es que se encuentra en mal estado, no está jerarquizado.

AG —Exactamente. Para mí el problema más grave es el hecho de las personas que pernoctan o que viven abajo del puente.

EC —Un problema recurrente, sobre el cual se han anunciado soluciones que duran un mes, un mes y medio y después esas personas u otras vuelven y se instalan allí. Ahora mismo están de nuevo.

AG —Me da por pensar que un problema que se vuelve constante se invisibiliza, empezás a darlo por hecho, se naturaliza. Tenemos pellizcarnos todo el tiempo: esto no es natural, esto no está bien, nadie merece vivir abajo de un puente.

EC —El otro problema es el impacto de la presencia de esa gente en el entorno y en la otra gente, porque esas personas se han apropiado de un espacio público.

AG —Volvemos al tema del espacio público. Es una forma de privatizarlo.

EC —Se han apropiado de un espacio público y lo han deteriorado, lo deterioran.

AG —Exacto.

EC —Hay vecinos que no se animan a pasar por allí, tienen temor.

AG —Y no es para menos.

EC —Es que, efectivamente, muchos de ellos reciben agresiones, insultos, etcétera. Hay un problema de olor, un problema de higiene.

AG —Tremendo.

EC —Todo eso provoca la presencia de estas personas allí instaladas dominando para sí ese espacio.

AG —Privatizándolo, de alguna forma.

RC —Hay otro tema del cual nos hemos ocupado recientemente, que tiene que ver con las veredas.

AG —También.

RC —Tu propuesta es original, estás pensando en un estilo de vereda para ese lugar.

AG —Para ese lugar y que después se pueda replicar.

***

EC —Alfredo Ghierra nació en 1968 y es artista. Cursó estudios en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República y en la Escuela Nacional de Bellas Artes entre 1985 y 1990. Trabaja la técnica del dibujo blanco y negro con grafo y tinta, y más recientemente la fotografía, el arte digital, el ensamblado de objetos y la animación. Desde 1994 realiza exposiciones individuales y colectivas tanto en el Uruguay como en el exterior. Encabeza el movimiento, la usina de ideas llamada Ghierra Intendente, que hasta tuvo su spot de campaña electoral, de campaña virtual.

(Audio jingle)

EC —Son impresionantes las imágenes que incluye el spot.

RC —Es Ghierra mirando un Monevideo lindo.

EC —O el Montevideo valioso deteriorado, que también es el problema.

RC —Señalando las cosas puestas en valor.

AG —Claro, muchas veces en las campañas se usa lo que está horrible, “todo es feo y venimos a salvar la cosa”. Pero Rodrigo Labella, el director del spot, dijo: “No, vamos a hacer que vos estás mirando la ciudad y estás enojado porque no se la valora lo suficiente, pero también advertís que es muy hermosa”.

RC —Hay un tema de educación visual que me parece interesante, que tú entendés que se podría intentar para que los montevideanos empezaran a querer más a Montevideo.

AG —Hablamos de la transformación del pedazo de fachada de este vecino, por ejemplo. Dentro de la discusión general sobre educación que estamos teniendo en el país y tal vez en muchos países del mundo, la educación visual sería un capítulo aparte pero no menor. Vivimos bombardeados por imágenes que nadie sabe decodificar, simplemente te atraviesan, te llegan, pero no sabés decodificarlas. Lo mismo pasa con la ciudad, la gente de a pie puede circular entre los edificios, pero nadie tiene idea del estilo ni de cuándo fue hecho ni por qué arquitecto. Justo Montevideo que es una ciudad con una riqueza patrimonial, sobre todo el siglo XX, tan asombrosa, lo dicen todos los que vienen. Es una pena, un desperdicio que eso no esté ocurriendo. Uno defiende lo que conoce, si te explican que tal cosa es valiosa vas a defenderla con más ahínco, la vas a poner en valor y no te va a parecer que es algo viejo, vas a cambiar viejo por antiguo.

EC —Un oyente, Juan, lo plantea en estos términos: “La cuestión es cultural, es generar necesidad de confort estético funcional. Entender que la ciudad pervive sobre el usufructo de los ciudadanos. Más se quiere a la ciudad, mejor se disfruta”.

AG —Muchas ciudades de Europa descubrieron eso hace ya años. Sin ir más lejos, hoy España, Italia campean la gran crisis gracias al turismo, por ejemplo. París ni que hablar. Es una industria fabulosa la de tener el patrimonio en buen estado, darle valor y que la gente sepa contarlo. Pero, como decía antes, es una inversión a mediano plazo, hay que tener esa paciencia que no está habiendo.

EC —Otro mensaje es el de Mónica, que está muy entusiasmada: “Fantástica la idea de un proyecto para revitalizar el puente de Sarmiento y su entorno”.

A propósito de esa propuesta en particular, Rosario destacaba el tipo de veredas que se podrían construir allí. Esa zona de bulevar Artigas tiene dos largas veredas, una del lado izquierdo, otra del lado derecho, largas, no sé cuánto miden, son como de dos cuadras cada una sin interrupción. Tú propones allí una “vereda alquitranada”. ¿Qué es eso?

AG —Es algo que vi en otras ciudades y que funciona perfecto. Es usar bitumen para cubrir la vereda. No usar baldosas, no usar elementos pequeños, sino simplemente hacer una carpeta asfáltica continua. Eso aumenta la movilidad en general de manera escandalosa.

RC —¿No es la vereda de todo el parque Rodó, ese bitumen con esa piedrita?

AG —Es casi como una carpeta de calle.

EC —¿Cuáles son las ventajas?

AG —Para todas las personas que se desplazan o desplazan algo que tenga ruedas, desde monopatín hasta silla de ruedas, carro de feria, cochecito de bebé, da un andar completamente homogéneo.

EC —Para caminar mismo, si pensamos en una persona muy mayor, que quizás arrastra los pies, sin duda es una ventaja.

AG —Sin duda. Se podría hacer y se podría replicar por toda la ciudad. Me gusta mucho la baldosa de Montevideo, la baldosa gris con los nueve pancitos; capaz que se pueden dejar bordes de esa baldosa y pensar la vereda por donde la gente anda con carpeta asfáltica, de bitumen o de este material como la calle.

EC —Con la idea de que quedara igual una franja con las baldosas grises cuadradas, capaz que está la solución a la objeción que iba a plantearte: si se hace una vereda, y además se extienden estas veredas alquitranadas, ¿qué pasa cuando viene OSE y rompe para hacer una canalización, después viene UTE y rompe de nuevo, y después viene la Compañía de Gas? Porque esa es una característica de Montevideo, no hay coordinación ninguna y a cada rato se están rompiendo las veredas.

AG —Es alucinante que no haya coordinación, es como una bolsa de empleo infinita eso de que cada ente, cada cosa viene, rompe, vuelve a armar. Parece hasta adrede a veces. Somos 15 y no nos podemos poner de acuerdo para hacer los mismos pozos a la misma vez. Si se rompe la carpeta se vuelve a hacer, incluso es más fácil.

EC —Pero queda el corte.

AG —Sí, pero queda mejor la unión que si fuera de baldositas.

EC —¿Sí?

AG —Sí, es como cuando arreglás una calle. Es continuo, no tiene las fisuras que tienen las baldosas de por sí.

EC —¿Y qué falta para que se pueda avanzar?

AG —Tiramos la idea a la cancha, nos reunimos con el CH, falta la reunión con el B. Hay que ver las prioridades que ellos tienen, ahora hay que convencer de que esto sería un buen ejemplo para comenzar a trabajar. Y repito, porque son muchos los temas que estaríamos atacando.

RC —La normativa vigente, ¿te ayuda o te entorpece en estas propuestas?

AG —Justamente por eso queremos trabajar con las alcaldías, porque ellos tienen una cierta autonomía, incluso de ejecución de presupuesto y de agenda de por dónde empezar que es más flexible que la de la administración central. Queremos aprovechar eso.

EC —Tenemos oyentes que levantan la apuesta. Luis, por ejemplo, dice: “Así como las fachadas son parte del espacio público, los jardines de fachada también deben ser regulados, sobre todo en avenidas tan importantes como la rambla”.

AG —Sí, por qué no. Regulados e incentivados. Antiguamente en la primavera, a principios del siglo XX, décadas del 20, 30, había concursos de jardines en avenida Brasil, la gente se sacaba los ojos por tener el mejor jardín. Esto se podría hacer con los jardines, con las vidrieras, hacer concursos de vidrieras por estación. Ideas hay cientos, lo que hay que poner en orden es la agenda, qué es lo importante.

EC —Otro de los temas que aparecen entre tus obsesiones es el de los edificios abandonados. Y a propósito de eso viene también un mensaje, dice Rodrigo: “En varias oportunidades escribí para contar mi descontento con el resultado del corredor Garzón, que fue un proyecto que fracasó. Al escuchar a Ghierra hablar de la necesidad de aumentar la cantidad de trenes y tranvías, me hace recordar algo que es doloroso para la ciudad: la Estación Central Gral. Artigas, totalmente abandonada, y el servicio de trenes prácticamente inexistente. Yendo en tren desde la nueva terminal hasta la estación Colón se demora 19 minutos; en ómnibus unos 40. Pero bueno, ya me quejé lo suficiente y coincido en que tenemos que pasar a soñar y trabajar para concretar que Montevideo pueda ser mucho mejor. Hagámoslo, yo me sumo”. Ahí tenés un adherente, un militante.

Pero hablemos en particular de la Estación Central.

AG —La estación es el ejemplo más gritante de la desidia de la sociedad entera de Uruguay.

RC —Pero también de una norma, porque se están protegiendo derechos de una empresa que no ha hecho nada pero que sigue ganando los juicios.

AG —Esa es la locura, para mí falta la lupa sobre eso y una firmeza, más allá de la norma. La norma se puede derogar, se puede cambiar, se puede aducir que el bien público está por encima del derecho de un particular para mantener tanto la estación de trenes como la inmensa cantidad de casas y edificios abandonados que hay sobre todo en el área central.

Los arquitectos Ures y Bustillo, que participaron en la muestra con el proyecto “La ciudad abandonada”, hicieron un diagnóstico realmente aterrador. Hicieron un estudio para el ombudsman y terminaron concluyendo que en el área central de Montevideo hay algo así como unas 15 o 20 manzanas de construcciones abandonadas, si las ponés todas juntas. Eso es mucho. Y encima son de una cierta época, muchas son patrimoniales, del tipo de construcción que no vamos a poder volver a hacer.

¿Cómo la ciudad se puede dar semejante lujo habiendo emergencia habitacional, además? No es que con las casas abandonadas se resuelva la emergencia habitacional, no es equilibrado en ese sentido, pero pueden servir para empezar a solucionarlo. Todos los trastornos que causa una propiedad abandonada, cómo baja el nivel de la zona, cómo tuguriza el barrio, cómo puede ser foco de infecciones, ni que hablar de nidos, de bocas de venta de drogas. Por todos lados la realidad y el sentido común te dicen que esto no puede estar así. Sin embargo se apoyan en alguna norma y eso queda ahí sin solución. Para mí es tremendo eso.

***

RC —Una de las preocupaciones de Ghierra es la Ciudad Vieja. Y no es simplemente proteger el patrimonio colonial.

AG —Como hablamos del puente Sarmiento, que reuniría varias cosas para empezar a solucionar problemas por toda la ciudad, la Ciudad Vieja también tiene eso de maqueta del resto de Montevideo. Es donde la ciudad empezó, es la ciudad que estuvo amurallada durante los primeros 100 años de vida, es en sí misma una ciudad dentro de la ciudad. Entonces durante la exposición Ghierra Intendente la proponíamos como un protectorado aparte de la administración central.

EC —Un protectorado…

AG —Porque al ser un área geográfica limitada, una administración menor, tanto la forma de fiscalizarla como la forma de poner en práctica las ideas serían más ágiles.

RC —Con una alcaldía propia.

AG —Con una alcaldía propia, para usar un término más conocido. En la Ciudad Vieja se podría ensayar desde la erradicación de las casas abandonadas, los baldíos, baldíos que usamos de estacionamiento y cuando vas a los archivos y ves lo que había allí te querés matar.

EC —Además son un papelón en sí mismos esos estacionamientos.

AG —Hay un estacionamiento grande por cada ministerio. Es muy loco, ¿no? Al lado del Ministerio de Economía hay uno, al lado del Ministerio de Vivienda hay uno, se usan como estacionamiento. Vergonzoso.

RC —Además estacionamientos, porque estacionamientos deben poderse construir también.

AG —Por eso insisto en que no está en la agenda, nadie está viendo eso. En la Ciudad Vieja podríamos ensayar cómo sería retirar los ómnibus y poner tranvías eléctricos, que no solo son silenciosos, sino que reducirían el problema de los derrumbes por las vibraciones de los ómnibus. Podríamos ensayar unificar las manzanas de a cuatro, entonces ir creando cruces de peatonales, en los cruces de peatonales podemos plantar naranjos o frutales o poner fuentes… las ideas son infinitas. Podemos hacer el ensayo de los techos verdes, de los muros verdes, del street art, hacer concursos para enjardinar la rambla Sur, que hoy día son unos terrenos yermos donde no pasa nada.

RC —El espacio está, fue previsto.

AG —El espacio está. Es como crear una unidad pequeñita, como un laboratorio donde ensayar ideas que luego podemos replicar o no en el resto de la ciudad. Y hacer hincapié en el valor simbólico de la Ciudad Vieja. La Ciudad Vieja además reúne la mayor riqueza y la mayor pobreza, no tenés que ir a la periferia de Montevideo para ver la mayor pobreza, está en Ciudad Vieja también. Están las pensiones, hay hasta un pequeño cantegril en la calle Piedras, a la vista de todos. Está el Tesoro Nacional, están las sedes de los bancos, están los museos, el mayor teatro. Todo convive en la Ciudad Vieja.

EC —Quien no estaba al tanto de este movimiento Ghierra Intendente quizás se sorprenda por la cantidad de ideas, por la poesía que hay detrás de muchas de ellas. Por lo interesantes que son justamente para avivar un debate que viene muy dormido.

¿Ustedes trabajan honorariamente? ¿Quién financia esta actividad, este grupo de gente?

AG —Nos movemos a amor por Montevideo, y usar esas palabras no me da ningún prurito de resultar kitsch. Yo amo a esta ciudad y todas las personas que están trabajando en este movimiento se mueven a eso, a amor por Montevideo. No tenemos esponsoreo por ahora ni nada por el estilo, sino las ganas de que las ideas que tenemos entren en la agenda y se puedan hacer.

Un gran logro de esta muestra para mí es haber vuelto a poner el tema de la ciudad en el candelero, que la gente discuta sobre la ciudad, la ciudad que queremos. De hecho es nuestro eslogan, “Montevideo, la ciudad que queremos”. Y en ese queremos está el deseo de cómo la queremos ver y el queremos de que la amamos. Ese es el mayor logro.

Vea el video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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