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A tres semanas del tornado, primeras impresiones y sensaciones

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Por Emiliano Cotelo ///

El sábado, cuando salíamos para Dolores, un amigo me advirtió: “Preparate, vas a encontrarte con un panorama mucho más duro que el que te imaginás”. Vinimos a Dolores, justamente, a palpar de primera mano esa realidad.

Y lo que vimos desde el sábado, sí, nos golpeó. Yo no había tenido nunca había una experiencia de este tipo. La brutalidad de los destrozos y la forma como están esparcidos por la ciudad conmueve a cualquiera. Ya hablaremos de eso.

Pero haber venido ahora, tres semanas después de la tragedia, nos permitió comprobar que Dolores y su gente van a salir adelante y van a superar aquella catástrofe del viernes 15.

Por supuesto que el drama está presente a cada paso y cuando el visitante menos lo espera. Pero, al mismo tiempo, se nota que en tan solo tres semanas la ciudad ha tenido avances notables.

Por ejemplo, en la limpieza y el restablecimiento del orden. Uno de los vecinos me decía ayer: El viernes 15 de noche, cuatro o cinco horas después del tornado, Dolores parecía Bagdad. Imaginen una ciudad prácticamente a oscuras.

En buena parte del Centro casi no se podía circular porque muchas calles y veredas estaban cubiertas de ladrillos rotos, fierros retorcidos, cables y alambres, más sorpresas de todo tipo, como autos o camionetas colgadas de balcones.

Para completar el paisaje, soldados y granaderos recorrían el lugar armados para imponer el orden luego de saqueos indignantes que había tenido lugar ante los ojos de todos. Y no paraba de llover. Se hablaba de algunos muertos y numerosos heridos. Reinaba la perplejidad. Y, por si eso fuera poco, las comunicaciones se habían reducido al mínimo: sólo una compañía de telefonía celular funcionaba.

Ahora Dolores está recuperando “la normalidad”. Todas las calles aparecen despejadas y cualquier vehículo puede moverse sin inconvenientes (en realidad, eso se logró a las 48 o 72 horas). Otro tanto ocurre con las veredas, aunque aquí y allá uno se encuentra con montañas de escombros, esperando a ser recogidas; y en algunas zonas, el peatón debe bajar a la calle porque el frente de una casa o comercio está cerrado con una cinta amarilla, ya allí existe riesgo de derrumbe.

Ese es otro progreso: se ha realizado un relevamiento de todas las construcción, marcándolas según distintas categorías, la más crítica, el rojo, que indica que hay que demoler. Pero todo eso aparece ordenado. Diría, incluso, que pese a esos restos puntuales de materiales, muy acotados en el espacio que ocupan, Dolores se ve limpia, increíblemente limpia para lo que acaba de sufrir.

Además, sobre todo en el Centro, varios locales comerciales afectados han hecho esfuerzos por reponer cristales y cartelería y, además, retomar la actividad, aún con limitaciones. Es que buena parte de esas empresas son necesarias. En los primeros días, por ejemplo, había serias dificultades para comprar alimentos o elementos de limpieza.

Es cierto, también se ve a otros comercios que experimentaron daños mayores y que todavía no tienen claro cuándo van a abrir de nuevo, si es que lo hacen.

Y en los barrios afuera del Centro, por ejemplo Altos de Dolores o Cadol, donde la destrucción tuvo arranques feroces, también se vive, a cada paso, el trabajo y la preocupación de todos por ir regresando a la normalidad. Limpiando y ordenando las casas agredidas y los espacios públicos. Y con la solidaridad estallando por todas partes y de diversas maneras. Con la ayuda entre familiares, amigos y vecinos. Con el aporte de voluntarios llegados de distintos lugares del país. Con los servicios de apoyo del Municipio, la intendencia de Soriano y los organismos del Gobierno central, especialmente el Sinae, el Mvotma, el Ejército.

En las conversaciones que tuvimos con los vecinos aparecieron sí, algunos empujes de bajón, de tristeza y incertidumbre. También nos hicieron comentarios de disconformidad con la forma cómo se viene distribuyendo tal o cual ayuda. Hay muchos rumores dando vueltas sobre cómo se ha organizado algunos de los operativos desde las instituciones públicas. Pero en general lo que prima es el tesón y la convicción de que los doloreños, trabajando juntos y con el apoyo que están recibiendo de afuera, van a salir adelante, van a reconstruir su hábitat y la trama urbana, y que van a lograr más que eso: que en poco tiempo Dolores será mejor que la que tenían el viernes 15 a las cuatro de la tarde. Ese espíritu es muy fuerte y surge en casi todos los testimonios.

Falta mucho por hacer, es cierto. Duelen los seis muertos. Duele la incomodidad de quienes todavía no recuperaron su techo, aunque sea transitorio. Y duele ver casas y edificios agujereados como si hubieran sido blanco de un bombardeo. Pero al mismo tiempo la gente empieza a retomar de a poco las actividades tradicionales.

Por eso, en este fin de semana, además de mucho trabajo colectivo, nos encontramos, por ejemplo, con el regreso del campeonato del baby fútbol local (en un espectáculo del cual participaron figuras del fútbol nacional llegadas de Montevideo) o con la postal distendida de decenas de personas de todas las edades paseando al caer la tarde por la rambla sobre el río San Salvador, que además luce preciosa, porque acababa de renovarse con una inversión importante en el mes de marzo, apenas 30 días antes del tornado.

¿Cuándo se alcanzará, realmente, la normalidad? Es casi imposible contestar esta pregunta. Pero ese proceso ya está en marcha.
En estos días el tiempo ha ayudado mucho en esa dirección. Las lluvias no han molestado y con eso, hace ya varios días pudieron tomarse las labores productivas principales que son el pulmón de esta ciudad: me refiero, claro, al agro y en particular a la agricultura. Las cosechas están desarrollándose a pleno.

Pero no sólo aflojaron las precipitaciones; además está el sol, presente a menudo, incluso permitiendo temperaturas muy agradables como las que tuvimos acá el sábado y ayer; y eso,claro, es un alimento para el alma.

Sobre todo eso: O sea, en qué estado encontramos a la ciudad de Dolores este fin de semana, iremos contándoles hoy, a lo largo de esta emisión de En Perspectiva. Tal vez mañana armemos una segunda cobertura, más centrada en lo que lo que vendrá en Dolores, a mediano y largo plazo.

Las notas de esta mañana desde Dolores van a ser notas de radio, por supuesto. Pero además tendrán un complemento visual importante. Por eso les recomiendo que se conecten a nuestra emisión en video en vivo en EnPerspectiva.net, y también que a lo largo del día vayan visitando nuestro sitio web, porque allí encontrarán nuestro trabajo en versión multimedia y además una serie de enfoques y testimonios que, por razones de tiempo, no tendrán cabida al aire hoy, desde aquí a las 11.

En EnPerspectiva.net ustedes van a tener a disposición una cobertura especial sobre nuestra visita y nuestras impresiones.

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Viene de…
Especiales: Dolores después del tornado

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