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Informe: Uruguay se encamina a tener su tercer casino enteramente privado

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Informe de Rodrigo Abelenda

Uruguay se encamina a tener su tercer casino enteramente privado.

Al que ya opera en el Hotel Casino Carrasco, y al que está instalado en el Hotel Enjoy de Punta del Este, se sumará el casino del complejo Cipriani Ocean Resort and Club Residencies, que este mes dio un paso importante para su concreción.

Mediante una resolución fechada el 3 de junio, Presidencia de la República aceptó la “iniciativa” del grupo encabezado por Giuseppe Cipriani para obtener una licencia para operar un casino en ese nuevo complejo que se construirá en la parada 11 de la playa Brava en Punta del Este, identificado con el viejo Hotel San Rafael.

La aprobación, vale aclararlo, no implica que el casino ya tenga el aval. Por el contrario, el proyecto deberá recorrer varias etapas antes de concretarse, entre ellas una licitación en la cual, según la normativa vigente, el grupo Cipriani correrá con ventajas.

¿Qué sigue ahora? ¿Qué deberá pagar Cipriani al Estado?

Fundamental

El grupo Cipriani aspira a operar un casino de 5.000 m2, que de concretarse sería el casino privado más grande de Uruguay.

En varias entrevistas Guiseppe Cipriani declaró que la licencia para operar el casino era “fundamental” para la viabilidad económica del conjunto del proyecto. “Una inversión tan grande necesita un casino”, explicó, en enero en FM Aspen, luego de ser recibido por el Presidente Tabaré Vázquez.

En mayo, en entrevista con Subrayado, Cipriani se mostró optimista sobre el resultado de sus gestiones.

Tenemos un apoyo de la parte departamental y de la parte política nacional que es buenísimo.

Tres tipos

¿Por qué Cipriani pide una licencia para operar un casino privado? ¿Cuál es la ventaja?

Hay tres tipos de casinos en Uruguay.

Existen, por una parte, los casinos enteramente estatales, que dependen de la Dirección Nacional de Casinos (o de la Intendencia de Montevideo).

Por otro lado, hay casinos en régimen mixto, que son instalados por privados pero explotados directamente por Estado a cambio del pago de una contraprestación fija al inversor, cuyo ajuste anual está ligado al resultado de la gestión del establecimiento de juego.

Y por último existen los casinos enteramente privados, que actualmente son dos, el del Hotel Casino Carrasco (Sofitel), en la capital, y el del Hotel Enjoy (ex Conrad), en Punta del Este.

Los casinos privados

El beneficiario de una licencia de casino privado paga un canon al Estado que se calcula en función de la proyección de ingresos brutos estimados. ¿Qué ventaja tiene esto? La más obvia es que salvo por el pago del canon e impuestos, todas las utilidades del casino van para el inversor.

Además, el privado que opera esta clase de casino regentea la sala con sus propios empleados y reglas, a diferencia del sistema mixto donde el personal está compuesto por empleados estatales sujetos al derecho público. Además los casinos privados, pueden ofrecer beneficios a los grandes apostadores (denominados High Rollers), como estadías, autos o pasajes, para mantenerlos como jugadores cautivos de su sala, prestaciones que los casinos estatales no pueden dar.

La licencia: ¿cómo?

¿Cómo se llega a obtener la licencia para operar un casino privado?

El Decreto Nº 588 de 1975 establece, entre otras disposiciones, que las licencias para operar casinos privados, deben ser otorgadas mediante una licitación pública.

Como requisito para la obtención de la licencia la norma pide la construcción “de establecimientos hoteleros u otros centros de atracción turística en la localidad, que deberán estar en consonancia con la categoría internacional incluyendo obras de infraestructura y otros elementos o servicios indispensables para su explotación”.

De aquí que los dos casinos privados están ubicados en hoteles cinco estrella.

Ahora bien, si el casino se va a instalar en Punta del Este, tiene que cumplir requisitos adicionales. En el contrato firmado en 1992 entre el Estado y la empresa Baluma SA (propietaria del Hotel Conrad, hoy Enjoy), la administración se comprometió a no otorgar nuevas concesiones de casinos privados dentro del territorio comprendido entre el arroyo Maldonado y el arroyo El Potrero (es decir, toda la península), salvo que el adjudicatario realice una inversión igual o superior y pague un canon igual o superior que el Conrad. Ese contrato de licencia está vigente hasta 2036.

En su momento la inversión en el Conrad fue de US$ 207 millones, por lo tanto el proyecto Cipriani debería superar ese monto. El diario El País dice hoy que existe un debate sobre cómo debe aplicarse el compromiso previsto en el contrato de 2007: ¿Hay que actualizar aquella cifra a los valores de hoy y con qué criterios? Esa es una pregunta que podría dar lugar a reclamos de parte de parte de Baluma SA. Cipriani ha prometido 420 millones de dólares.

En tanto, el canon a pagar por el grupo Cipriani al Estado deberá superar los 7 millones y medio de dólares anuales, que es lo que abona como mínimo hoy el hotel Enjoy.

La licitación

¿Cómo se activa la licitación pública para obtener una de estas licencias?

Hay dos posibilidades. O la impulsa la administración o se pone en marcha mediante la iniciativa privada prevista en la Ley de reactivación económica (Nº17.555) del año 2002. Esa norma le permite al Estado recibir iniciativas privadas para ejecutar mediante concesión.

Es al amparo de ese mecanismo que el grupo Cipraini presentó su solicitud de una licencia.

Según el diputado del Partido Independiente, Andrés Carrasco, fue él quien, en una reunión informal, le aconsejó a Cipriani que presentara su iniciativa al amparo de la ley de reactivación económica.

Yo lo hablé con Cipriani. Vos lo que tenés que hacer es dar un puntapié para que esto se mueva. El proceso para otorgar licencia de concesión de casino privado tiene que partir de una licitación. Si el Poder Ejecutivo por sí mismo no lanza la licitación vos podés proponer como privado para mostrar que tenés interés.

¿Cómo funciona esta ley?

Cipriani ya sorteó las dos primeras etapas de la norma: 1) la presentación de la iniciativa; 2) la aceptación por la Administración, que quedó plasmada en el decreto firmado el 3 de junio.

Ahora Cipriani debe entregar los estudios de factibilidad del proyecto que entre otras cosas tienen que incluir la proyección de ingresos brutos estimados en el casino, para poder calcular el canon que pagará al Estado.

Si la administración aprueba los estudios de factibilidad, debe disponer un llamado a licitación en plazo máximo de 120 días. En ese proceso competitivo Cipriani correrá con ventaja. De acuerdo a lo dispuesto en la ley, su oferta será ponderada con un plus no menor al 5% (cinco por ciento) ni mayor al 20% (veinte por ciento) sobre el valor ofertado. Además no deberá pagar por los pliegos de la licitación y si su oferta perdiera con otra (lo que es altísimamente improbable) tendría derecho a mejorarla.

El destino del canon

Una vez que Cipriani sortee todo el proceso ¿qué destino tendrá el canon que recibirá el Estado?

Hasta la ley de presupuesto de 2005, 40% del canon que pagaba el Hotel Conrad (que en ese momento era el único casino privado) iba para la Intendencia de Maldonado; el restante 60% se destinaba a Rentas Generales.

Sin embargo, en 2005 el Parlamento eliminó todos los fondos que estaban previstos en diferentes leyes con destino específico a los gobiernos departamentales y en su lugar otorgó un porcentaje del presupuesto nacional a cada intendencia. Dicha norma en la práctica eliminó los porcentajes que recibían los gobiernos departamentales por las ganancias de los casinos del Estado y también el porcentaje del canon del Conrad que iba a la Intendencia de Maldonado, único departamento con casino privado en ese momento.

En 2007 la Intendencia de Montevideo decidió otorgar a privados el Hotel Casino Carrasco, incluyendo el segundo casino privado del país. La ley orgánica municipal de 1915 establece que la comuna capitalina es la propietaria de los casinos en los “hoteles balnearios” (es decir el Parque Hotel y el Hotel Casino Carrasco). Como la Intendencia de Montevideo buscaba que privados se hicieran cargo de este último, el Parlamento tuvo que aprobar en 2007 una ley que la autorizara a llamar a una licitación internacional para conceder ese casino. Mediante esta ley especial (Nº18.231) la Intendencia de Montevideo es el único gobierno departamental que recibe un canon por un casino privado.

De aprobarse la licencia para el casino de Cipriani, regiría lo dispuesto en la ley de presupuesto en 2005 y el canon iría enteramente a Rentas Generales.

Ahora, a efectos de unificar criterios, el diputado Carrasco presentó el lunes 10 un proyecto de ley que estipula que en toda nueva concesión de casinos privados, el 40% del canon se le asigne al gobierno departamental donde esté emplazado el establecimiento; esos fondos, según el texto, deben destinarse únicamente a inversiones de infraestructura en el departamento. El otro 60% del canon se le asignará a Rentas Generales.

Esta división del canon aplicaría para las licencias que se otorgaran a partir de la entrada en vigencia de la ley y no para las que ya fueron asignadas. Por ende, si se promulga el proyecto antes de que se le apruebe la licencia al grupo Cipriani, la Intendencia de Maldonado sería beneficiará del 40% del canon.

Lo prometido

Cipriani sostuvo que el casino y el hotel estarán funcionando para la temporada 2020-2021.

Recordemos que el complejo de Cipriani incluye también "un nuevo Hotel San Rafael, locales comerciales, centro de convenciones, teatro, spa y amenities, dos subsuelos de garajes subterráneos y residencias con destino vivienda".

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Foto: Hotel San Rafael antes de la demolición. Crédito: Wikimedia Commons

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