Un piano de seis octavas y dos pedales con caja de caoba, que llegó de Londres a Viena no sin dificultad, en el verano de 1818, un poco por barco y otro poco por carretera. Muy grande y muy fuerte. Perfecto acaso para Ludwig van Beethoven, de quien dice la leyenda que «rompía todos los…
El regalo de Broadwood & Sons para Beethoven
