El músico, doloreño por adopción, vio su casa destruida por el tornado de abril de 2016. En el segundo aniversario de la tormenta, Dino tiene su vivienda de nuevo en pie y remozada por un mural.
En Perspectiva aprovechó la visita para repasar cómo Dino se enamoró de la ciudad, su falta de edificios altos, su gente "saludadora". Y cómo con cada visita de artistas capitalinos surgía la posibilidad de tocar con ellos, que lo tenían como un ídolo, por lo que se convertía en un artista propio de Dolores.
Ya jubilado, Dino se está "poniendo al día" y trabajando mucho en su arte, con Walter Bordoni, Jorge Nasser, Alejandro Ferradás, entre otros nombres de la música nacional. En su último disco, decidió narrar la catástrofe ya que ese es su rol, dice, como compositor.
Hace dos años, el panorama era otro. Dino había estado en Montevideo, e iba regresando cuando se enteró del tornado que había golpeado Dolores. Se encontró con su hijo menor con cortes tan severos en sus brazos que corrió riesgo de quedar manco; su pareja estaba manchada con la sangre del hijo de ambos. La imagen que se veía en torno a la casa era desoladora.
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