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Entrevista central, jueves 23 de marzo: Danilo Astori

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EC —Pero paralelamente, por ejemplo desde la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), se advierte a propósito de un problema serio de pérdida de competitividad y se reclaman medidas, tanto tributarias como de rebaja de tarifas que permitan mejorar los costos para, por ejemplo, estar en mejores condiciones de exportar, o incluso para no llegar al límite de tener que cerrar. El presidente de la CIU, Washington Corallo, ha dicho que hay varias industrias que, sin llegar al extremo de Fanapel u otras que hemos visto, están ahí, están peleando, están muy embretadas.

DA —Primero, el núcleo duro de la industria, el núcleo central, que es la industria manufacturera excluyendo la refinería de Ancap, la planta de Pepsi-Cola, Montes del Plata, UPM en su primera planta de celulosa, atravesó por un período de declinación importante. Pero en los últimos meses empezó a recuperar terreno y eso es una buenísima noticia para el país.

Segundo, por supuesto que compartimos los temas de preocupación señalados por el presidente de la CIU y trabajamos para que el país tenga niveles de competitividad cada vez mayores. En los comentarios previos no fue mencionado un tema que es muy importante, que es la incorporación de conocimiento, la innovación, el progreso tecnológico como camino auténtico y seguro de mejora de la competitividad. Los tiempos en que se competía mejor con tipo de cambio alto y salarios bajos se terminaron, ahora el conocimiento es fundamental. Y esto nos lleva de la mano hacia el tema de la calidad del empleo. La calidad del empleo está asociada al tema de la educación.

EC —Y en la educación vamos lento en reformas.

DA —Y en la educación tenemos temas pendientes muy importantes, como por ejemplo el contenido del proceso educativo, para qué estamos educando, los marcos curriculares que debemos definir al respecto, observando al sistema educativo en su conjunto, la formación profesional de los docentes.

EC —Yo dije “vamos lento”; hay visiones mucho más críticas que eso, hay preocupación a propósito del tiempo que se está perdiendo en esa materia.

DA —Sí, acá hay una cantidad importante de desafíos pendientes que el país va a tener que encarar con convicción, con persistencia, y que están –uniéndolo con el tema anterior– absolutamente condicionando los niveles de calidad del empleo. Hay sectores que tienen graves problemas por esto. Por ejemplo, no hemos hablado hasta ahora de los servicios, que juegan un papel cada vez más importante en el Uruguay. Me refiero no a los tradicionales, el turismo, la logística, me refiero a los servicios globales, a los servicios más modernos, aquellos que incluyen la tecnología de la información, los procesos de investigación, los procesos de creación de conocimiento, las asesorías profesionales. Hay un déficit importante de trabajadores capacitados para encarar estos servicios globales que son tan importantes y tan dinámicos en todo el mundo y en Uruguay en particular.

EC —En el capítulo competitividad, el capítulo costos de las industrias, ¿cuál es su respuesta?

DA —Que hay que seguir trabajando sobre los costos.

EC —¿Con qué tipo de medidas?

DA —Ya dije una. Para mí las fundamentales son la incorporación de innovación y el avance tecnológico.

EC —Pero ¿qué puede aportar el gobierno, qué puede aportar el Estado?

DA —El gobierno puede aportar y está aportando generando instituciones que promueven la innovación y el cambio tecnológico. Ejemplo, Agencia Nacional de Innovación e Investigación. Ejemplo para los más chicos, de modo de ir creando, a partir de una semilla provechosa, los frutos del futuro, el Plan Ceibal. Esos son esfuerzos que el gobierno ha hecho y seguirá haciendo para tener un empleo de cada vez mayor calidad y costos cada vez más competitivos.

EC —No está pensando en medidas tributarias o tarifarias, por ejemplo tarifas especiales para determinados sectores de actividad.

DA —Ya hay tarifas especiales para determinados sectores de actividad.

EC —Nuevas.

DA —No tenemos definición de nuevas medidas, pero ya hay tarifas especiales para sectores de actividad.

EC —Hay quienes dicen que estamos viviendo atraso cambiario. ¿Qué les contesta?

DA —No, no estoy de acuerdo en absoluto. La política cambiaria del país es una política cambiaria flexible, que ha acompañado las tendencias internacionales, que ha permitido absorber todo posible shock externo eliminando lo peor que le puede pasar al país, que es la volatilidad del tipo de cambio, ajustes bruscos hacia arriba o hacia abajo. Precisamente, si nos comparamos con la región, particularmente con Argentina y Brasil, cuyos casos mencionamos recién para analizar la competitividad, Uruguay es un país competitivo. Son países caros los tres, Brasil, Argentina y Uruguay, es verdad, pero nuestro banco central no fija el tipo de cambio, simplemente acompaña una tendencia internacional que viene muy suave, muy lenta, y que por lo tanto tiene el efecto que todos estamos apreciando sobre la economía: ha ayudado a mantener la inflación a raya y al mismo tiempo ha evitado desequilibrios profundos o significativos sobre la evolución de la producción.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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