EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 14 de marzo: Guillermo Montenegro

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —En los papeles, y después del litigio en La Haya, existe un acuerdo Uruguay-Argentina para monitorear de manera conjunta el río Uruguay frente a la planta de UPM y del lado de Gualeguaychú. Es más, ese trabajo se ha estado realizando. El problema es que las dos delegaciones han tenido diferencias en la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) con respecto a algunos de los parámetros y la consecuencia es que la información no se ha difundido. Desde hace años se realiza ese trabajo y nunca hemos visto un dato. Ahora Macri y Vázquez tomaron una decisión que incluso va un poco más allá, es un salto adelante. ¿Podemos explicar de qué se trata?

GM —La preocupación no es solamente una planta, la preocupación es el ambiente, y no tiene que ver con solamente la contaminación del agua, sino ver qué está pasando en el aire, en la tierra y en el agua. Y a partir de ahí generar casi un… un… lo dijo el presidente Vázquez muy claro, un laboratorio binacional que arranque por ahí, pero que sea referente en la región; no solamente entre Argentina y Uruguay, hay muchas cuestiones que tienen que ver con el ambiente en América Latina que han sido cuestionadas en Ecuador, en Perú, en Bolivia, en Colombia. Si nosotros logramos generar una marca clara de que esto tiene que ver con el sello IRAM [Instituto Argentino de Normalización y Certificación], como decimos nosotros, que está dando la posibilidad de que esto funciona bien. Cuando uno habla de ambiente está hablando del futuro y de la salud de sus hijos, me parece que en esto hay que ser muy exigente. Empezó a haber problemas en las comisiones administradoras por diferencias que uno casi no entiende por qué nacieron, parecían discusiones de Montescos y Capuletos, y creo que nos olvidamos del objetivo, que es ver qué hacemos para controlar que no se contamine. En cuanto al tema de la publicidad de los resultados, no entiendo por qué no puede saberse, es lo más sano para todos.

EC —Hasta ahora, según se informó, el problema venía de divergencias en cuanto a la forma como se estaban tomando las muestras y qué significaban los resultados.

GM —Por eso decía: trabajemos en conjunto en un laboratorio específicamente técnico, que vaya más allá de la política, que determine ese tipo de cuestiones y después la publicidad… creo que los políticos no tenemos que ocultar nada. Al contrario, sabemos que cuando ingresamos a la vida pública nuestra vida es auditada permanentemente, desde la gestión y desde la vida personal también.

EC —El objetivo es ir más allá de la zona del río Uruguay ubicada frente a Fray Bentos.

GM —Exactamente.

EC —Para empezar, medir la contaminación, el estado del agua, y no solo del agua, también del aire, del entorno, de todo el río Uruguay, y después seguir.

GM —Después seguir.

EC —Y en el corto plazo, ¿cuándo vamos a ver algún resultado?

GM —Ya se está trabajando. Una de las cuestiones que se estaban hablando, incluso en la reunión que tuvimos entre los cancilleres, era de dónde salían los fondos. Que arranque ahí y después vemos cómo sigue, si conviene hacerlo con una entidad mayor, pero que empiece a funcionar rápidamente.

EC —¿Hay alguna fecha estimada para la difusión de esos resultados que están pendientes?

GM —Eso ya es una respuesta más técnica, que vamos a tener que resolver en 20 días, un mes, cuándo va a estar el cronograma de actividades.

EC —Hablando de la CARU, también hubo un trancazo de años en la aprobación en ese ámbito de proyectos de ampliación del puerto de Nueva Palmira; nuevas terminales, por ejemplo. Dependían de la aprobación argentina, porque en principio se construyen sobre un recurso compartido. ¿Qué va a pasar con esos permisos pendientes?

GM —Creo que antes de aprobar, invertir, poner plata, sacar… arrancamos al revés, planifiquémoslo, ¿conviene o no? No el año que viene ni el mes que viene. Dentro de 20 años, ¿nos conviene tener algo en Nueva Palmira? Sí, no, tal vez. Y después hacerlo. “Sí, por esto”, o “sí, momentáneamente, durante 10 años”, lo que no podemos hacer es hacer estacionamientos en una ciudad sin saber cuántos autos vienen. O no hacerlos y que vengan y no tener dónde estacionarlos. Entonces mejoremos el transporte público para que vengan menos autos. Esta planificación que tienen que tener las ciudades también la tiene que tener el río. Lo hablaba con el ministro de Transporte de Argentina, Guillermo Dietrich. Ahora ya de coyuntura se trabajó específicamente en la derogación de la 1108, en la operación de Alas Uruguay en la Argentina, se está trabajando en el dragado y el balizamiento del río. Pongamos cuatro o cinco tipos –o 20 o 30, los que sea– a planificar la organización del comercio en el río Uruguay y en el Río de la Plata pensado en Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia, en todos los que usamos la cuenca, y ver qué es lo que nos conviene hacer realmente.

EC —Pasemos a un punto que se sale de lo estrictamente comercial, económico y que quizás también sorprende: la creación de una corte penal de jurisdicción regional para combatir el narcotráfico de forma conjunta.

GM —Nosotros siempre hablamos de que más que narcotráfico es el crimen organizado; trata de personas, tráfico de influencias, todo lo que tiene que ver con la corrupción, con el narcotráfico, con el tráfico de armas. Todos estos delitos van en conjunto, me parece que es algo que hay que tener muy estudiado porque son trasnacionales, no hay una frontera. Ya las fronteras cedieron con el lavado de dinero, quedó claro que el dinero no se lleva de un lado a otro sino que se hacen transferencias bancarias. La trata de personas quedó claro que es un delito trasnacional, no hay posibilidad de que un cargamento de droga no sea cuidado por armas ilegales. Y las respuestas que estamos dando no solamente en lo específicamente judicial, sino también con las investigaciones de las fuerzas de seguridad son acotadas a nuestros países.

Entonces pongamos sobre la mesa la discusión de la posibilidad de existencia de un órgano de control con capacidad de sanción e incluso con capacidad de investigación. Como está pasando en Europa, los países empiezan a ceder soberanía, es como decir, le doy la llave de mi casa a mi vecino por si se me inunda; voy a trabajar con mi vecino para evitar que este flagelo entre a la región. ¿Conviene?, ¿no conviene?, ¿esta es la forma? Por lo menos hay que generar la discusión, como decía la vicepresidenta, que lo había hablado incluso con Dilma Rousseff y también con el presidente Tabaré. Discutámoslo, y si vemos que no funciona veamos cuáles son las mejores herramientas para llevar adelante este tipo de soluciones que yo creo que va a ser una de las problemáticas que va a tener la región en los próximos 20, 30 años.

EC —Cuando habla de región, no se refiere solo a Mercosur; por lo visto, va más allá.

GM —No, no. Y ceo que es importante que trabajemos en conjunto también con el Caribe.

Video de la entrevista

***

Transcripción: María Lila Ltaif

Comentarios