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Entrevista, martes 13 de marzo: Jorge Gandini

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Entrevista con Jorge Gandini, nuevo presidente de la Cámara de Diputados.

Video de la entrevista

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EN PERSPECTIVA
Martes 13.03.2018, hora 8.23

EMILIANO COTELO (EC) —Asumió la presidencia de la Cámara de Representantes el 1.º de marzo, y ante el resto de los diputados dio un discurso centrado en tres aspectos: la ética, la transparencia y el ahorro.

El diputado Jorge Gandini ocupa esta posición que le implica marginarse de las tareas legislativas habituales y pasar a ser una especie de gestor y administrador de la Cámara Baja. Debe trabajar de cerca con la vicepresidenta Lucía Topolansky, que encabeza el Senado, y adentrarse en las cuestiones más burocráticas del Poder Legislativo.

No podrá participar activamente en las comisiones, especialmente en la de Hacienda, donde ha sido portavoz de la oposición en varias oportunidades, sobre todo en las discusiones por las rendiciones de cuentas y la reforma del sistema previsional, entre otros asuntos.

¿Qué planes tiene Gandini para la Cámara Baja? ¿Qué papel jugará en un año preelectoral en el que el Partido Nacional y el resto del sistema político definen sus liderazgos y sus estrategias?

Lo charlamos con el diputado Jorge Gandini.

¿Se le dice diputado al presidente de la Cámara de Diputados?

JORGE GANDINI (JG) —Sigue siendo diputado. Hay quien usa la formalidad y me dice presidente, y yo no me la tengo que creer. El presidente de la Cámara sigue siendo un diputado, vota, puede presentar proyectos de ley, puede presentar pedidos de informes, incluso, pidiendo autorización, puede tomar su banca y participar en algún debate; no lo puede hacer desde la presidencia misma.

EC —Está claro que el hecho de ser elegido por sus pares como presidente de la Cámara de Representantes por un año es todo un reconocimiento. Ni que hablar en su caso, la sesión del 1.º de marzo estuvo plagada de elogios y reconocimientos en los discursos que hicieron sus colegas. Pero más allá de lo simbólico, ¿qué importancia tiene el cargo que acaba de asumir?

JG —Creo que como siempre el cargo lo hace la persona. Uno puede tener un cargo no relevante en algún momento y hacerlo relevante. A mí me toca ocuparlo en un momento difícil para los políticos y me gusta encarar los temas. Es difícil porque hay una visión, de al menos una parte de la sociedad, crítica con lo que la gente simplifica y llama “los políticos”, bolsa en la que estamos todos, y que encubre un cierto fastidio o una molestia con la falta de respuestas a algunos temas.

EC —Lo dijo casi al comienzo del discurso el 1.º de marzo: “Me toca representarlos en uno de los momentos más difíciles en la consideración pública sobre nosotros, los políticos”.

JG —Es así, porque en los días previos tuve también muchas entrevistas de medios y la pregunta no era qué iba a hacer, sino sobre esos temas que están en la espuma de la polémica: la partida de prensa, los viajes, etcétera, cosas que hacen a la sensibilidad del momento.

EC —¿Está devaluada la imagen del parlamentario?

JG —Creo que del político en general. Hay en el mundo en general y en particular en Uruguay, con menos intensidad, una visión crítica, que a veces se pasa de la raya, empareja a todos por igual y no ofrece día después. Porque si usted dijera “esto no va más, hay que ir hacia lo otro”, pero lo otro no existe o por lo menos ya sabemos que no queremos transitar hacia eso. Es una visión negativa sin día después. A veces le digo a la gente: “No se quejen tanto y elijan mejor, contrólennos más, participen más, estén más cerca de lo que pasa, infórmense mejor, critíquennos por las cosas que nos tocan y no por aquellas que no tienen nada que ver”, porque hay palos que merecemos y otros que no tienen nada que ver. La gente se hace eco de cosas que pasan en Argentina, en Brasil, en México, me han criticado porque nos estamos votando un sistema jubilatorio de privilegio y eso está pasando de verdad, sí, pero en el Senado mexicano. Y aparecen cadenas de WhatsApp que llegan acá, o debates que suceden en el ámbito de Argentina que apenas uno los lee se da cuenta de que no es acá porque hablan de las prepago.

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