Una banda de narcotraficantes, “Los Chingas”, fue terminada de desalojar el jueves del barrio Los Palomares, del que se había adueñado expulsando por la violencia a los titulares de esas viviendas. Una de las líderes de Los Chingas fue condenada el día anterior como cómplice por la expulsión de más de 100 familiasl del barrio. El operativo, que incluyó a efectivos armados y vehículos blindados, debió enfrentar protestas de un grupo de vecinos.
El tema fue abordado en entrevista con el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, sociólogo Gustavo Leal, y luego discutido en La Mesa de los lunes. Varios oyentes hicieron llegar sus opiniones, o inquietudes.
¿Por qué recién ahora el Estado asume su función de ejercer la acción punitiva que la constitución le otorga?¿Por qué se dejó tantos años que los grupos delictivos asumieran el control de zonas del territorio?¿Por qué cuesta tanto restablecer el imperio de la ley?¿Por qué el ejercicio de la autoridad se confundió tantos años con autoritarismo?¿Por qué …?
Ing. Agr. Ricardo Varela Estellano
Vía correo electrónico
¡Parece que Leal descubrió “Los Palomares”! Lo que irrita, molesta y hasta indigna es que, para las autoridades, parece que el mundo hubiese comenzado ayer. Tras 14 años de gobierno, y después de ridiculizar el clamor popular por seguridad y acción, ¡presentan un accionar tardío como un loable mérito!
Descubren el agujero del mate, y lejos de avergonzarse por la miopía intelectual, salen a publicitarlo y presentarlo como irrefutable prueba de eficiencia.
No sé si reír o llorar.
El Carboné
Vía correo electrónico
Soy propietaria de un apartamento en un edificio tranquilo con sólo cuatro unidades, de las cuales una sola da a la calle. En ella vive el hijo de la propietaria, y es una boca de pasta.
Las situaciones de violencia son reiteradas; el ingreso de gente completamente inconsciente, también. Estas situaciones se naturalizan en lo que uno imagina como “tranquilidad del hogar”.
¿Cuáles podrían ser las soluciones?
1- ¿Hablar con ellos? Imposible: están en un mundo paralelo y además son parias. No les importa nada.
2- ¿Denunciar en la Policía? No sabes con quién te encuentras del otro lado.
3- ¿Hablar con la propietaria, su mamá? Es preferible que no.
4- ¿Irte?
Estoy procesando la última solución.
Claro está que no estoy hablando de un narco pesado: es uno que hace los mandados a los demás, les da asilo a los clientes, etcétera.
Me da mucha impotencia esta situación y que no se le pueda poner un “parate”.
Yo me iré, pero hay vecinos que quedan (y que también están pensando en irse). El miedo te gana.
Patricia
Vía correo electrónico
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